Enemies | Kookmin AU

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Así la clase terminó y todos pudieron irse, fue al tratar de abandonar el salón que el vampiro y el licántropo chocaron en la puerta.

— ¿Si te das cuenta que yo estaba antes? Hazte un lado de déjame pasar perro -dijo el rubio empujando al castaño

— Ni en sueños cara pálida, si alguien saldrá primero de este salón ese seré yo

Ambos forcejeaban mientras desde dentro y desde fuera del salón varias personas les estaban viendo, ambos se negaban a ceder y la situación llegó a tal punto que el profesor los dejó a ambos encerrados en el salón para que arreglaran sus diferencias mientras los Park y los Jeon sin más abandonaron la universidad.

— Maravilloso.. nuevamente aquí contigo, eres como una maldición, perro -dijo el rubio recargandose en la pared molesto

— No quieras hablar de maldiciones porque tu si que lo eres, eres un muerto en vida que se supone no puede andar a la luz del sol y mírate.. como si nada -dijo el licántropo sentándose sobre el escritorio del profesor

— Así que ahora tienes curiosidad sobre mi, mira que maravilla -dijo el rubio cruzándose de brazos- no tendría porque pero te lo diré, eso de que no podemos andar a la luz del sol quedó en tiempos de antaño, también eso de que el ajo nos mata, si es cierto que no nos reflejamos en los espejos y la estaca en el corazón mataría a cualquiera, ¿alguna otra duda que tengas perro?

— ¿Que otros poderes tienes aparte de poder oír los pensamientos de la gente?

— Súper velocidad, telepatía, súper fuerza y otros tantos.. -dijo el rubio indiferente- por lucifer cuanto tiempo piensan tenernos aquí, ya me está dando hambre y se acerca la hora de la comida,.

— ¿Cuantos años tienes? -preguntó el licántropo

— 20 años -respondió el vampiro sin verle

— ¿Durante cuánto tiempo?

— Casi un siglo

— Ser inmortal debe ser increíble, ¿no?

— No lo es, es una mierda -dijo el rubio cambiando de semblante mientras se sentaba frente al castaño- he visto morir a tantas personas con las que me encariñé, he visto las eras pasar e ir cambiando.. no es lindo vivir por siempre, por más que tengas a alguien a tu lado llega un momento en el que.. ya no quieres seguir viviendo

El castaño iba a responderle pero justo en ese momento el profesor abrió la puerta del salón permitiendo que ambos se fueran y sin una despedida en la entrada de la universidad cada uno tomó un camino diferente para irse a casa.