Capítulo 8: Estrías

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Pov: México

Después de mucho tiempo volvimos al parque que se encuentra cercas de nuestro hogar, se nos antojo un helado después de hacer unas pequeñas compras para la habitación de nuestra nena.

—A mi deme uno de guayaba y limón, por favor— Le dije al señor de los helados y amablemente, me despacho.

—Y a mi, uno de mango con un mucho picante— Dijo Rusia como niño pequeño.

He notado que desde que se fue de viaje, ha tenido un gran antojo de cosas con chile.

Caminamos un momento, por todo el lugar, hasta que decidimos hacer un descanso. En una banca que se encontraba cerca de los juegos.

—Es lindo venir de nuevo, sin miedo de que le pase algo a la cocoton— Asentí de acuerdo.

La vez pasada estábamos tensos y algo tristes por nuestro posible futuro, hoy en cambio nos sentíamos en paz y contentos.

—Y mirala ahora, ya con 24 semanas, pareciera ayer cuando nos enteramos de todo— Sonrei orgulloso, nuestra nena estaba en perfecto estado.

Estoy agradecido con la vida por esta oportunidad.

—¿Haz pensado en algún nombre para ella?— Cambie la dirección de mi mano acariciando mi vientre y al instante sentí un pequeño golpe.

—La canija sabe que hablamos de ella— Sonrió poniendo su mano sobre la mía —Siempre me ha gustado el nombre de Mila, por lo que se, es de origen Ruso.

—¿Mila? «Amada por el pueblo»— Dijo pensativo —Es lindo, me gusta.

Con su mano libre peinaba mis desordenados cabellos y jugando un poco con ellos.

—¿Y a ti?— Pregunte interesado, lo había visto leyendo varios libros con nombres latinos.

—Me gusta Quetzally «Pluma brillante»— Nuevamente hubo un movimiento pero un poco más fuerte, ambos nos miramos, ya que lo habíamos sentido —Al parecer le gusta a la nena.

—Jajaja igual me gusta a mi— Las plumas significan libertad y es lo que siempre buscaremos para nuestra cocoton —Es un nombre perfecto para esta pequeña traviesa.

—Entonces, la cocoton ya tiene un hermoso nombre.

*-*-*-*

Después de un rato, regresamos a nuestro hogar, Rusia bajo del carro algunas cosas que se nos atravesaron para la bebé y unas prendas que tuve que comprar, ya que mi ropa, poco a poco me dejaba de quedar.

En ocasiones, tomaba su ropa prestada, porque era muy cómoda y me gustaba su aroma.

—Rusia, ¿sabias que ahorita Quetza, tiene el tamaño de un elote?— Se acerco curioso y le mostré el libro donde lo estaba leyendo.

—Wow, es impresionante, cuanto ha crecido— Miro un momento la imagen de donde se mostraba un pequeño bebé —Se nota más, ya que tu vientre esta muy grande.

—De hecho, espera...— Me agarre mi estómago alejandolo— Me estas diciendo gordo?

—No, no, osea si, pero no de mal modo— Movió sus brazos paniqueado —Es genial cuanto ha cambiado tu cuerpo para albergar a la pequeña, О, я не это имел в виду, извините, мой испанский все еще плохой, пожалуйста, не прячьте перец чили*

Se puso tan nervioso que empezo a hablar en Ruso. Trate de seguir enojado con él pero lo hacia imposible. Me acerce más a él cuidando mi vientre y le di un beso para callarlo.

—Ya entendí, ya entendí, tranquilo— Lo mire y su cara estaba roja de la vergüenza —¿Qué te parece si tu y yo nos metemos a bañar y disfrutamos la noche?— Dije con un tono un poco seductor.

Aunque no pensara que fuera posible, su carita se encendio completa, hasta pareciera que su bandera fuera roja al 100.

—Me parece estupendo— Sonrió con picardía aún con el sonrojo en sus calletes —Pero no se si sea capaz de no comerte mi taquito.

—Qué pase lo que tenga que pasar, ka vida es un riesgo— Entramos al baño y poco a poco nos ayudábamos a quitar las prendas.

Empecé desvistiendo al Ruso, le quite su gorro que lleva a todas partes y después su camisa. Desde que inicio el embarazo se ha descuidado un poco, por lo tanto una pequeña pancita sobresalía, no pude evitar soltar una risa.

—Me toca, también quiero ayudarte taquito— Me quito mi camisa, dejándome únicamente con mis pantalones, antes se me hacia un poco incomodo el cambio de mi cuerpo, pero se que todo valdrá la pena cuando tenga a mi pequeña entre mis brazos.

—Oh mira— Señale las pequeñas rayitas rojas que estaban saliendo en mi cuerpo —Changos, se me ha olvidado comprar cremas para que no me salgan estrías.

—¿Porque? creo que son hermosas— Con sus dedos fue trazando cada una de ellas —Parecen pequeñas raíces como en los prados de los jardines.

—¿No te parecen incomodas de ver?— Pregunte con algo de temor, estoy consiente que he aceptado que mi cuerpo no será el mismo con el paso de los meses, pero no se que piense Rusia, ¿dejará de sentir atracción por mi?

—No, para nada— Siguió hasta terminar con cada una de ellas —Míralas como marcas de guerra en vez de imperfecciones, estas dado una gran lucha, pero si te sientes incomodo, podemos buscar las mejores cremas para ti.

Como no amar tanto a este hombre.

Asentí emocionado por su respuesta, a pesar de todo lo que sufrió con su padre, se esfuerza al máximo para ser una gran pareja y padre. Estoy tan orgulloso de él.

—¿Te he dicho lo mucho que te amo guapetón?— Negó y me abrazo con cuidado.

—El día de hoy no, pero también te amo mucho, nunca lo olvides.

*-*-*-*

Traducción de lo que dijo Rusia:

Oh, no quise decir eso, lo siento, mi español sigue siendo malo, por favor no escondas los chiles

Tiene 24, semanas, osea 6 meses de embarazo.

Inesperado Accidente (RusMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora