Inesperado Accidente (RusMex)

Capítulo 23: Cojin de lactancia / Extractor de leche

Pov: México

-—No manches, si se tardo en llegar— Mencione cuando estábamos revisando los paquetes que nos habían llegado —Ya la bebé tiene 5 meses, ya mejor ni hubieran mandado nada.

Rusia asintió de acuerdo.

—Ya se me había olvidado tambien— Se rasco la cabeza apenado —Creo que tuvieron problemas en aduanas o algo así, ya no vuelvo a pedir cosas por internet.

—Bueno, pero ya están aquí, ¿las probamos?— Saque de la caja un extractor de leche electrónico —¡A caray!, esto no lo pedimos.

—De seguro viene de regalo— Lo checo el ruso —¿Porqué nunca se nos ocurrió comprar este?, es mejor que el manual que tenemos.

—Somos primerizos mi Rusky— Le Sonrei y le toque la frente —Quita tu ceño fruncido que te saldrán arrugas.

—Vale, vale— Sonrió de medio lado —Pruebalo, para tirar el otro.

Me alce la camisa y coloque en mi pezón el extractor. Se sentía la presión en este pero poco a poco iba saliendo la leche.

Vaya es mucho mejor al que tenemos, ya que te termina doliendo la mano de tanto bombear.

—Me siento como una vaca lechera— Comente y Rusky se río.

—Serias la mejor vaca de todas— Le di un golpe en la cabeza.

—Era una metáfora, no era literal mi ruso— Reímos mientras nos sentábamos en el sillón esperando que hiciera su trabajo.

Cuando termino, si que saco una buena cantidad de leche. Concuerdo con el Rusky, ¿cómo no se nos ocurrió antes?

La leche tenia un buen color y consistencia. Y por la otra vez, sabemos que sabe bien, ya que en una ocasión sorprendí a mi Rusky tomando lo que sobraba de una mamila de la cocotón. Por curiosidad también probé y vaya, si que sabe buena.

—Con esto bastara— Me quite el aparato, mientras el Rusky checaba el paquete que teníamos.

Saco de otro envoltorio la almohada que pedimos, era muy linda y rosa también.

—Creo que todavía le puede quedar— Dijo el Rusky mientras le quitaba la bolsa que la protegia.

—Pues pongamoslo a prueba mi ruso.

Nos dirigimos a la habitación de Quetzally y para nuestra sorpresa, se encontraba despierta tratando de chuparse su dedito del pie.

—Awww me muero, saca la cámara Rusky— El Rusky saco su celular y tomo varias fotos.

También le colocamos la almohada y se veía igual de linda. Creo que nuestro celular tiene más fotos de ella que de nosotros.

—Aceptemos que le queda perfecta— Asintió de acuerdo —Pues vamos a probarla.

—Ven mi nena es hora de comer— Dijo Rusk, cargandola y juntos nos dirigimos a la sala.

Hoy es el último día y me comió el tiempo, así que terminare la historia con dibujos, se me hace más fácil que escribir.