Capítulo 19: Amamantar

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Pov: México

—Rusia no creo que la bebé pueda comer chile todavía— Dije mientras veíamos un comercial de Costeña en la tele.

—Lo se, pero te aseguro que le encantará lo picante cuando crezca, ambos tuvimos antojo de eso cuando estabas embarazado— Mencionó y reí porque es posible que sea cierto.

—Deberian de hacer papillas sabor chile, de tacos o de takis aúnque sea— Recordé lo que dijo Argentina hace tiempo, pensandolo bien, no es mala idea —Me dio hambre pensando en todo esto.

—¿Quieres que prepare algo o pido unos tacos?— Pregunto pero la respuesta es obvia.

—Pidete los tacos mi Rusky, pero recuerda que los mios de suadero, no puedo comer carne de puerco todavia— Más que nada era una prevención por la operación de hace tres semanas.

—Entendido, mi amor— Saco su celular y le mando un mensaje al güero —Ya le dije que ahorita pasaria por ellos.

Asentí y mire a nuestra bebé, la dejamos recostada en un porta bebé que teníamos en la sala, se veía tan tranquila.

En este momento la cocotón se encontraba dormida, por lo que nos dijo OMS es normal que duerma 18 horas al día. Pero en los momentos que más le gusta despertar es en la noche, es cuando se le ocurre chillar a su máximo esplandor.

Rusia tomo su suéter y le di un beso de poquito antes de que saliera.

—Con cuidado— Asintió y salio por la puerta, me recoste con cuidado en el sillón para descansar mejor.

Todavía me dolía todo mi cuerpo, a pesar de que nuestras células se curan más rápido, la recuperación será un poco lenta, di a luz a un ser vivo y mi cuerpo lo resintió. Todavía tenia unos kilitos de más, pero más adelante, los bajaré, por lo mientras disfrutare a mi familia.

Mire nuevamente a la bebé y ya tenia sus ojitos abiertos, no lloraba ni hacia ningun sonido, solo parpadeaba un poco para acostumbrarse a la luz.

—¿Qué paso mi nena? ¿ya despierta?— Al escuchar mi voz, movio sus piesitos, era muy intuitiva.

Con un poquito de esfuerzo me levante y tome en mis brazos a Quetzally, sentándome nuevamente en el sillón.

Hacia pequeños ruiditos y sus grandes ojos azules me miraban con detenimiento. No puedo creer que esta hermosura saliera de mi.

—Ahorita viene papá, fue por unos tacos mi amor— Le hablaba siempre que podía, decían que era bueno para estimular a los bebés.

La sostuve entre mis brazos, su pequeña manita tomo mi pulgar, empecé a tararear hasta que empecé a cantar.

🎵 Hermoso cariño
Hermoso cariño
Que Dios me ha mandado
A ser destinado, nomás para mí

Precioso regalo
Precioso regalo
Del cielo ha llegado
Y que me ha colmado de dicha y amor

Hermoso cariño
Hermoso cariño
Ya estoy como un niño
Con nuevo juguete contento y feliz

No puedo evitarlo
Y quiero gritarlo
Hermoso cariño
Que Dios ha mandado nomás para mí

Termine y había una linda sonrisa en su rostro, esta niña quiere que me de una diabetes con tanta ternura.

—Ya llegue mis amores— Entro por la puerta el Rusky, me acerque junto a la nena a recibirlo.

—¿Cómo te fue?— Pregunte mientras le daba un beso de esquimal y su nariz estaba un poco fría.

—Bien, él güero los manda a saludar y te desea una pronta recuperación para que pruebes sus tacos de tripa— Reí por el comentario.

—Ay el Don, más adelante llevamos a la bebé para que la conozca— Asentimos de acuerdo y entre los dos colocamos la mesa.

Pero siendo sinceros más ayudo el Rusky, porque era algo incomodo con la bebé en un brazo.

—Si gustas pasame a la bebé mientras comes— Sugerió mi Rusky, pero sabia que también ya era hora de que comiera Quetzally.

—Primero ve comiendo tú y le doy de comer a la bebé, ya creo que le estoy agarrando la onda, y tú después la haces eructar y te la quedas un rato— Sugerí y asintió el ruso.

Aún era algo nuevo para mi, era muy primerizo en esto, pero creo que ya lo estoy dominando el arte de amamantar.

Me senté en la silla, alce un poco la camisa que tenia y sujete a la bebé entre los brazos, con la cabeza apoyada en el pliegue del brazo y la nariz de la bebé frente al pezón para que tuviera un mejor agarre.

Hijole aveces son una cosa, pero barbara. Aprendo de bolon pin pon.

La bebé empezó a comer y se sentia como succionaba la leche, no era doloroso, solamente era una sensación rara.

—Toma, abre la boca— Por estar al pendiente de Quetza, no me di cuenta que Rusky estaba a mi lado con mi taco de suadero —Se te va a enfriar, yo te ayudo a que comas, ya le puse salsa y limón.

Sonrei y me deje consentir por mi ruso, también me moría de hambre, pero primero vería por mi bebé.

—Creo que hay que comprar un cojín de lactancia, lo vi la otra vez en linea— Dije y Rusia saco inmediatamente su celular.

—Sabia que se me olvidaba algo, ya lo encargue— Me mostró su celular donde había hecho la compra de uno —El problema será cuando llegue.

—Esta bien mi Rusky, por lo mientras sirve perfecto la almohada de taquito que me regalaste— Esa almohada era genial, la utizaba para muchas cosas y seguia como nueva.

—Luego le dire a Biel que me ayude hacer una para nuestra cocotón— Sonreímos al verla tranquila tomando su leche, sudaba un poco, pero seguia con su tarea —¿Crees que sepan buenos los tacos con leche?

—Ni se te ocurra ruso pervertido es de la bebé— Le aventé la almohada que tenia a mi lado y se carcajeó al evitar que le pegará.

Como amaba los momentos como este con mi pequeña familia.

Como amaba los momentos como este con mi pequeña familia

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Ayyy voy muy atrasada y casi se acaba el mes :'c

Inesperado Accidente (RusMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora