Inesperado Accidente (RusMex)

Capítulo 18: Llanto

Pov: Rusia

Hoy se cumple una semana desde que llego Quetzally a la casa, es una bebé muy tranquila por el día, pero en la noche es un trabajo dormirla.

Por eso, colocamos el moises junto a la cama, para estar pendiente de ella en todo momento.

ONU nos dio permiso de maternidad a ambos, pero sin embargo, tenemos que estar al tanto de las situaciones de nuestros países y seguir trabajando en un informe que nos otorgo a ambos.

Se lo agradezco, ya que el sueño nos vence, por ejemplo son las 3:30 am, y por toda la casa suena el llanto de nuestra pequeña.

—Yo voy taquito, tu duerme— Le indique a Méx y el solo balbuceo en respuesta.

Cargue a la pequeña y la mecie en mis brazos, nunca me cansare de verla, es una hermosa bolita.

—Ya, ya, ya bebé— Continúe arrullandola mientras sacaba del refri una bolsita de leche de las que congelo mi taquito.

Prendi la estufa y la puse a calentar en baño Maria como nos había enseñado la enfermera.

—Ya pequeña, se esta calentando tú comida, dejemos a tú papi dormir— Bostese y segui con mi tarea de mantenerla tranquila.

Queria que mi taquito descansara, por todo lo que sufrió en el parto, sin embargo tenia unos pulmones muy fuertes.

—Rusky, ¿cómo va todo?— Entro a la cocina Méx tayandose un ojo.

—Le falta un poco para que este caliente— Con mi mano libre le acaricie su cabello —Hubieras seguido durmiendo, yo me encargaba.

—Lo se, pero quería ayudar— Me abrazo por la espalda —Si quieres pasame a la bebé y termina de colocar la leche en el biberón.

Asentí y con cuidado la cambiamos de brazos a la nena. Seria fácil que solo la amamantara, pero cuando la leche se descongela ya no se puede volver a congelar, es de un solo uso y no queríamos desperdiciarla.

Servi con cuidado la mamila y cheque su temperatura, estaba perfecta.

Regrese a la sala y lo escuche cantándole una canción de cuna, su voz era muy hermosa, la pequeña lo disfrutaba porque su llanto había parado y en su lugar, solo se escuchaban pequeños hipos.

Espere a que terminara y me acerque despacio para no espantarlo.

—Me fascina tú canto— Admiti y sonrió con dulzura.

—Al parecer a Quetzally también le gusta, dejo de llorar— Le pase la mamila y la pequeña la tomaba con lágrimas en los ojos —Es igual de energética que yo por las noches y tan tranquila como tú en las mañanas.

—Estoy de acuerdo, es una linda creación— Le acomode sus cabellitos blancos a la bebé.

Estuvimos así por unos minutos, hasta que se quedo dormida y solo succionaba la mamila por reflejo. Al ver eso me relaje y cerré los ojos.

Realmente no se si lo soñé o se me imagino, pero escuche nuevamente el llanto de la cocotón, en automático me levante y tome a la bebé que se encontraba en el porta bebés, empecé a mecerla en mis brazos.

Se me cerraban un poco los ojos por el sueño, pero todavía estaba pendiente de mis movimientos.

Estuve así algo de tiempo, hasta que escuche la voz de mi taquito.

No puedo creer que por la falta de sueño, confundi a la cocoton con unas cobijas, me rendí y me acosté junto a mis dos amores.

Nadie dijo que esto seria fácil...

Desde aquí el tiempo pasara un poco más rápido, chale me atrase con los días 😥