Inesperado Accidente (RusMex)

Capítulo 15: Trabajo de parto

Pov: Rusia

Lo último que recuerdo es que Méx entro a la cocina y había dicho que la bebé ya iba a nacer.

Sentí un gran ataque de pánico y todo se volvió negro.

Espera, ¡la bebé ya va a nacer!

—Asumecha, ¿estás bien? todo saldrá bien Rusia — Senti como me sacudian y fue cuando me cayo el 20.

Abrí mis ojos de golpe e incado a lado mio, se encontraba México sacudiéndome.

—Perdón yo debería ser, quien pregunte eso— Me brindo una pequeña sonrisa, a pesar de que su rostro estaba a perlado de sudor.

—Estoy seguro que podremos con esto, aún tenemos tiempo, comete un bolillo y un vaso de coca, ok?— Asentí y le ayude a México a pararse.

—Si mi taquito, ¿has tomado el tiempo entre cada una?— Asintió mostrándome su teléfono —Por el momento son cada 15 min, no tengo idea de cuando inicié el trabajo de parto.

Vale, tiene razón todavía tenemos tiempo antes de ir al hospital. Se prevee que es cuando son cada 5 min. Ahí es cuando debemos irnos corriendo.

—Te pondré el baño para que te relajes, te ayudare a tallarte y te mimare todo lo que necesites, vamos a la sala— Caminamos a paso lento y lo senté en el otro sillón que teníamos a lado.

—Gracias— Le di un pequeño beso y corri al baño para poner la bañera. Mientras se calentaba sali y traje dos bolillos con sus respectivos refrescos—Para el susto.

Brindamos con los vasos y abrace a México, dándole pequeños masajes en la parte baja de la espalda.

—Agh duele— Se encorvo un poco al sentir otra contracción. Checamos el tiempo e igual fueron 15 minutos entre cada una.

Segui masajeando y llenando de besos a mi taquito. No sabia como aliviar su dolor, pero quería que se sintiera querido.

—Creo que el agua esta lista— Asintió y nos trasladamos al baño a pequeños pasos hasta que pudo mantenerse firme. Le ayude a desvestirse para que no se le hiciera incomodo.

—¿Puedes creerlo? Estamos a pocas horas de conocer a esta pequeña travisa— Méx sonrió y no pude evitar contagiarme con su sonrisa.

—La pequeña es igual de impaciente que tú, nos agarro desprevenidos— Tome la esponja y lo talle con leves circulos en todo su cuerpo —Realmente quiero que sea una copia tuya, así tendría dos taquitos.

—¿Pero te imaginas el desmadre que haríamos?— Se carcajeó acariciando su estómago —Yo prefiero una pequeña peliblanca, seria como tener una bolita de nieve corriendo por toda la casa.

—Seria lindo pero creo que si serian un torbellino juntos— Sonrei acariciando su cabello.

—Prometeme que estarás conmigo en todo momento Rusky— Dijo en un leve susurro, no hacia falta una promesa para ello.

—Siempre lo haré, tenlo por seguro mi amor.

Disfrutamos el momento juntos, jugando con el agua y llenando de caricias a mi taquito, pronto ya no seriamos dos y me entusiasma mucho.

Hubo otra contracción en ese lapso, ahora fue cada 10 min. Debemos alistarnos.

—Creo que ya debemos irnos— Asenti de acuerdo y le ayude a secarse. Solo me moje la camisa, por lo que no sería un problema me podría cambiar rápido y checare la pañalera.

Juntos fuimos a la habitación y le pase la ropa a Méx, él quería cambiarse solo, y asenti llevandome una camisa. Mientras me cambiaba no pude evitar verlo, se veia tan tierno con su pancita. La extrañare, pero ahora tendremos a nuestra bebé entre los brazos.

—Voy a acomodar la pañalera— Salí de la habitación y entre a la de la cocoton, realmente nos quedo bonita y pronto la conocera la bebé.

Heche un vistazo adentro y llevaba todo lo indispensable, hace una semana la habíamos acomodado, solo agregue unos pañales que hacían falta y el mameluco en forma de puerquito de minecraft que le regalo España.

Trate de no tardarme y regrese nuevamente con mi taquito, ya se encontraba vestido, lo tome de la mano cuando hizo una mueca de dolor.

—Respira, respira, aquí estoy contigo, cariño — Odiaba no poder ayudarlo más.

—La bebé realmente ya quiere llegar— Respiraba entre cortado —Esa si me dolió.

Son 8 min, entre cada una, ya debemos irnos

Regresamos a la sala y lo sente tantito en el sillón en lo que buscaba las maletas y le llamaba OMS avisándole de la situación, tambien le mandaba mensaje avisándole a sus hermanos y al señor España para que nos alcanzaran en el hospital.

—Ya tengo las bolsas, las llaves del auto, ya les avise a tus hermanos, ¿qué falta?... ¿¡qué falta!?— Entre en pánico al no saber si llevaba todo.

—Olvida lo demás, ya vamonos Rusia— Se tomaba el estómago con fuerzas, mientras apretaba los dientes.

—Sére rápido, ya le avise a OMS y tendrá todo listo cuando lleguemos— Escuche un leve si y lo cargue hasta el carro estilo princesa.

Camine más rápido al sentir su cuerpo temblar. Y maneje lo más veloz al hospital, sinceramente no se si cerré la casa bien o siquiera cuantas señales en rojo ignore, lo primordial eran mis dos taquitos ahora.