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Jaehyun pasó una mano cansada por su rostro mientras se abría camino hacia la torre norte. Todavía estaba lo suficientemente enfadado como para matar a Kun por poner la vida de Doyoung en peligro, pero una larga conversación con Yifan y un par de horas para calmar su ira le habían ayudado a lograr una perspectiva.

Si Kun no había sabido anteriormente de los secretos de Doyoung, ciertamente los conocía ahora. Era una amenaza que tenía que ser neutralizada, pero la violencia contra su propio hermano sólo le daría a Jaehyun la desaprobación del Alto Consejo y la deshonra a la memoria de su padre. Aferrándose a la débil esperanza de que Kun fuera lo suficientemente racional para atender a razones, Jaehyun fue hacia la celda.

Los guardias abrieron la puerta para él con un sordo ruido metálico. Jaehyun entró en la pequeña habitación esperando que Kun se lanzara contra él al momento en que sus ojos se encontraran. En cambio, su hermano estaba sentado en el suelo, con una expresión lejana en el rostro.

─¿Denmar puso realmente esas cicatrices en la espalda de tu marido? La pregunta golpeó a Jaehyun como una bofetada en la cara.

─¿Cómo te enteraste de eso?

─Él me las mostró hace solo unos minutos. Otro golpe.

─¿Doyoung estuvo aquí?

─Me contó lo que tuvo que soportar a manos de Denmar. ─Kun alzó la vista hacia Jaehyun antes de soltar una respiración irregular─. Al principio no le creí, pero luego me mostró la prueba, y yo... ─se desplomó contra sus cadenas─. Yo casi emparejo a mi propia hermana con ese monstruo de Denmar. ¿Cómo pude estar tan ciego?

Kun tenía fama de muchas cosas, pero admitir sus errores no era una de ellas.

Inseguro de cómo tratar esta nueva faceta de su hermano, Jaehyun procedió con cautela.

─Tal vez ahora puedas ver por qué intervine ante el Alto Consejo.

─Lo que veo es a un hombre determinado a tomar mi reino. Ahora que la alianza ha sido frustrada, aunque pudo haber sido con razón, no tengo esperanzas de retener Vale ─los hombros de Kun se hundieron─. Puedes también matarme ahora. En el momento en que hayas terminado con mi reino, no tendré nada más a lo que llamar mío, de todos modos.

Jaehyun se estremeció hasta la médula.

─¿Crees que es Vale lo que quiero?

─Jugar a hacerte el tonto no te sienta bien, Jaehyun ─la risa de Kun era áspera y sin humor─. He visto por años como envidiabas mi herencia. Mi madre me advirtió que un día te alzarías para reclamar Vale como tuyo, pero pensé con seguridad que podría mantenerte a raya. Ahora que tienes al Alto Consejo respaldándote, todas mis esperanzas son en vano.

─Tu madre te mintió, Kun. ─Jaehyun cerró los ojos y rezó por paciencia─. Siempre he sabido que Vale te pertenece por derecho. Nunca he pensado en tratar de tomarlo.

─Todo lo que pido ─dijo Kun como si Jaehyun no hubiera hablado─, es que una vez que me hayas matado y reclames el trono, tomes recaudos para mi familia. Tengo una esposa y un hijo pequeño. Luego están Madre y las chicas que aún son jóvenes. Karina y Giselle son tus hermanas también. Tú...

─Por el amor del Creador, Kun. ¿No has oído una palabra de lo que he dicho? No estoy tras Vale. Tu trono está a salvo.

Kun resopló.

─Me tienes encadenado a la pared como un perro vagabundo. ¿Qué tan seguro puede estar mi trono cuando estoy a tu merced?

Jaehyun apretó los dientes.

The Devil's Fire | JaeDo (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora