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Mike estuvo todo el día pegado a mí como un chicle, a donde iba me seguía y no soltaba mi mano por nada del mundo aún si nos veían, incluso cuando Lucas pasó a saludar no se alejó.

¿Me quejo? No.

- Vamos a ir arriba.- le dije a Karen.

- Está bien, yo tengo que salir.- la vi dirigirse a la puerta con nosotros detrás.- diviértanse.

Le sonreí una última vez y dejé que Mike me arrastrara a su habitación, cuando entramos me quedé mirando lo ordenada que estaba, casi como si hubiese sido recién limpiada.

Raro.

- Extrañaba esta cama.- me tiré y giré en ella, abrazando la almohada.

- Oyeee, abrázame a mi.- se tiró a mi lado y me quitó la almohada.

- Te he estado abrazando todo el día Mike.

- Pues sigue haciéndolo...- hizo un puchero y reemplazó la almohada con su cuerpo.

Llenó mi cara de besitos haciéndome reír y luego paró mirándome con los ojos bien abiertos.

- ¿Qué?

- Hueles a medicina.- arrugó su nariz y se escondió en mi cuello.

- Uhm... ¿de verdad? - lo sentí asentir con la cabeza.- Pues, ya que lo mencionas, tengo que decirte algo.

- ¿Sí? ¿Qué es? - entró su mano por mi camiseta dando caricias débiles en mi espalda.

- Es un poco complicado.- susurré algo desconcentrado por el toque de sus dedos.

Concéntrate Will.

- Dime, lo entenderé.- solté un suspiro y busqué las palabras adecuadas en mi mente.

- Yo...- llevé mis manos a su cabello empezando a jugar con el.- tuve... un ataque de ira, allá en el refugio. Pero, no fue algo normal así que me obligaron a hacerle visitas ocasionales al consejero y resultó que...

Guardé silencio por un momento, sin querer realmente decirlo. El se sentó en la cama y me miró con preocupación.

- Tengo... un trastorno de ira por trauma.- atrapé mi labio inferior entre mis dientes y mordí la piel de estos.

- ¿Qué? - se tapó el rostro con una mano y estuvo a punto de decir algo pero no lo hizo, tomó un gran suspiro y por fin habló.- ¿Tienes que tomar alguna medicación o algo? ¿Una terapia?

- Las dos cosas.- el volvió a suspirar y se dejó caer nuevamente acurrucándose en mis brazos.- Pero la medicación es algo fuerte y... a veces pierdo la conciencia totalmente, espero que lo entiendas.

- Por supuesto que lo hago, bebé, no tienes ni por qué dudarlo.- me atrajo más a su cuerpo y volvió con sus caricias en mi espalda, sacándome una sonrisa sincera.- ¿Pero por qué así de la nada? ¿Los demás lo saben?

- No lo sé... dicen que llegué a mi límite y exploté, no sé si me explico. Y creo que a tu mamá le hablaron de eso ya que será mi tutora legal, y estoy súper seguro de que se lo dijo a Jonathan.

- Tienes razón.- su voz empezó a escucharse más apagada hasta que lo único que se escuchaba era su respiración pesada chocando contra mi cuello.

Lo alejé de mi cuello descansando su cabeza en la almohada, viendo cada pequeño detalle. Como las pecas esparcidas por sus mejillas y nariz y sus pestañas largas, notando también las ojeras que adornaban su rostro.

Me pregunto cuántas noches tardó sin dormir bien...

Empecé a dar pequeñas caricias con mi dedo índice por todo su rostro hasta que yo también me dormí.

. . .

Cuando abrí los ojos lo primero que vi fué la cabellera de Will, qué tenía su cabeza descansando sobre mi pecho. Empecé a jugar con su cabello con una mano y con la otra tomé mi celular que estaba en la mesita de noche.

- Mierda...- miré por la ventana confirmando que ya había oscurecido en su totalidad, así que con cuidado de no despertarlo me paré de la cama.

- ¡Mike, Will!

Corrí escaleras abajo para que no volviera a gritar y me tope con mamá en la cocina.

- ¿Y Will?

- Esta dormido, lo quise dejar descansar un poco más.- me subí en la encimera y la vi mirarme con reproche pero la ignoré.

- Me imagino, debe estar cansado de tenerte encima todo el día.

- ¡Mamá! - reí con ganas pero dejé de hacerlo al ver bien su cara.- ¿Qué sucede? ¿Estabas llorando?

- ¿Cómo...? - suspiró y se sentó en una silla del comedor.- Es sólo que estoy preocupada por Will.

- ¿Will? ¿Por qué? - me bajé y me senté senté una silla a su lado.

- Me imagino que sabes lo que pasó con el.- yo asentí con la cabeza más preocupado.- Bueno, ayer en la noche se filtró alguien al refugio, el padre de uno de los niños. Nadie se dió cuenta porque era muy noche, pero hoy...- hizo una pausa y se llevó las manos a la cabeza.

- ¿Qué sucedió? Mamá por favor dime.- me acerqué y la tomé por los hombros.

- La mató, Mike, y era amiga de Will.- empezó a llorar nuevamente.- No sé cómo decírselo, tengo miedo de como vaya a reaccionar, es lo último que necesita ahora. Se lo va a tomar muy mal y de verdad no quiero que él empeore.

- Dios...- la empujé hacía mi para abrazarla y di pequeñas palmaditas en su espalda a modo de consuelo.- ya verás que encontraremos la forma, solo hay que esperar el momento adecuado.- susurré y ella se alejó secando sus lágrimas.

- Tienes razón, lo haremos.- me sonrío haciendo mi cabello a un lado.

- ¿Mike? - Will entró en la cocina haciendo que nos alarmaramos.

- Hey, ven aquí.- tomé su mano cuando estuvo lo suficientemente cerca y lo senté en mi regazo abrazándolo por la cintura, tratando de calmarme.

- ¿Está llorando? ¿Qué sucedió?

- Sólo estoy siendo dramática, nada importante.- se acercó para besar su frente y volvió a la estufa para terminar de cocinar.

- ¿Y tú? ¿Por qué tan cariñoso?

- Es porque te extrañé.

- Pero no me dejas respirar.- fingió estar hiperventilando y yo le di un pequeño golpe en su muslo haciéndolo reír.

- No te burles de mi.

En un pestañear ya estábamos todos juntos en la mesa comiendo en silencio, hasta que terminamos y mamá fue a buscar el pastel.

- Muy bien, ahora viene mi parte favorita.- Nancy fue con mamá y volvió primero con un paquete de velas de colores.- ¿Cuál es tu color favorito Will?

- No tengo uno...

- Entonces haré un arcoiris.- se sonrieron mutuamente haciendo que yo también sonriera.

Cuando mamá llegó puso el pastel frente a Will y Nancy colocó las 18 velas alrededor de este, ordenados en colores. Luego, empecé a encenderlas una por una hasta que estuvo completamente iluminado, y por fin empezamos a cantarle el Feliz Cumpleaños.

- Cumpleaños feliiiiiz.- una vez terminamos me acerqué y dejé un beso en su mejilla para luego verlo asoplar todas las velas.

- Gracias a todos, de verdad.- tomé su mano con fuerza debajo de la mesa viendo sus ojos cristalizarse.

- Ow, vas a llorar? - Jonathan se acercó y lo abrazó con fuerza.

- Eres un bebé.- Nancy le siguió y luego mamá y yo también, formando un abrazo grupal.

Ojalá estemos así de juntos por siempre.

. . .

𝐆𝐚𝐲 | Byler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora