||Say yes to heaven, say yes to me||
En busca de una nueva vida, Lyra Turner llega a Forks. No esperaba caer rendida ante una chica de piel pálida y ojos dorados.
[Alice Cullen x Oc Fem]
Historia basada en las películas de la saga Twilight.
Inicio:...
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Lyra
Aun pensando en lo que dijo la chica sentada a mi lado, veo como todos en la mesa hablan. Una castaña bajita me mira como si tuviera un tercer ojo. Le dedico una sonrisa comenzando a comer mi ensalada.
"Tú eres Lyra Turner, escuche mucho de ti" Sonríe de una forma falsa antes de volver hablar "La nueva que es amiga de los Cullen" Finge entusiasmo al decir lo último. Sonrió forzosamente sin intenciones de seguir su conversación.
"¿Cómo lo hiciste?" Pregunta ignorando mi notable incomodidad "Es decir, no hablan con nadie que no sea de la familia. Nadie es lo suficientemente bueno para ellos. Incluso salen entre sí, es raro, son hermanos"
"No de sangre, solo comparten un apellido ¿Cuál es el problema?" Hablo a la defensiva. Los Cullen fueron muy amables conmigo desde el comienzo, no entendía porque hablaba mal de ellos.
"Claro. Pero no vas a negar que la cara de sufrido del rubio todo el momento y la niña que parece que le faltan tornillos no son raros" Soltó una risa forzada al terminar de hablar.
Se formó un ambiente tenso en la mesa al ver mi reacción "Deja de ser tan patética hablando mal de los demás. Que los Cullen te hayan ignorado todos estos años tiene sentido" Me levanto con fuerza haciendo que la silla suene horriblemente.
Doy una última mirada a Bella, quien me pedía disculpa desde su asiento, tomo mi ensalada y me retiro. Camino con la mirada de varias personas sobre mí, mi objetivo era la mesa de los hermanos. Al llegar, Emmett palmea la silla a su lado para que me siente.
"Sé que me extrañaste" Me siento a su lado mientras aun maldecía por dentro por lo anterior. Quería volver e insultarla por ser tan asquerosa, pero debía controlarme.
La mesa se sumerge en una agradable conversación sobre béisbol. Admito que no sé mucho del deporte, pero me encanta golpear cosas con los bates. Siento la mirada de Alice sobre mí, devuelvo la mirada con una sonrisa coqueta.
"Te ves genial hoy Alice" Aprecio su combinación de ropa a detalle "Me encanta tu estilo" Una gran sonrisa acompaña mi comentario. Sus ojos comenzaron a brillar más fuerte por lo dicho.
"¿En serio? La mayoría piensa que soy muy extravagante" La sonrisa en su rostro me hizo sentir un cosquilleo en todo mi cuerpo. "Quería probar un nuevo estilo, mezclando vestidos antiguos con accesorios de moda ¿Qué dices?"
Esperaba mi repuesta con entusiasmo "Digo que te verías increíble, mañana ven vestida así" Respondo cargando mi peso en el respaldar de la silla "El resto pueden seguir siendo unos aburridos que ven lo distinto extravagante. Que la vida sea tu pasarela. Si alguien te dice algo o mira mal avísame y romperé un par de narices"
Hablo de forma despreocupada ignorando que amenace con golpear a alguien. Los cinco hermanos me miraban con una sonrisa en sus rostros. Mi mirada estaba fija en el hada frente a mí, sin querer pestañear para no perder la conexión.
"Bien, pero quédate a mi lado" Al fin habla con felicidad en su voz. Guiñe mi ojo como única respuesta a esto.
El resto del almuerzo se basó en Emmett discutiendo con Jasper sobre quien sabía más de historia mexicana. No pude concentrarme del todo en esta discucion, ya que mi atención se iba a la joven Cullen.
Al sonar el timbre de regreso a clases, Alice se acercó a mí junto a un papel. Su número escrito en él, pidió que la ayudara mañana a saber que se pondría. Me sentí en las nubes durante las siguientes horas de clase.
Al salir me despedí de los Cullen con pesar. Volver a mi casa era aburrido, así que decidí buscar un trabajo. Busque por todo Forks hasta que lo encontré en un supermercado como repositora. Era un trabajo sencillo, el lugar no era grande y no se vaciaba fácilmente.
Mis jefes eran una pareja de abuelos que tenían ese supermercado hace 40 años, necesitaban que alguien haga el trabajo pesado por ellos. Tuve que esforzarme para demostrar que podría con las cajas de mercadería, pero al final aceptaron.
El dinero extra nunca era mal recibido, más si quería seguir manteniendo mis vicios. El trabajo era de 4 horas luego de la escuela y no tenía que ir a trabajar los fines de semana, ya que los ayudaba su nieto.
Como siempre al llegar a casa, Terry no estaba. Sospechaba que no quería verme o algo por el estilo, tal vez era yo inventando cosas. Prepare la cena y deje su porción en el microondas para que la calentara cuando llegara. Pude notar las botellas de alcohol por toda la casa, pero aun no lo había visto tomando.
Cene en mi cuarto mientras hacía tarea y con los nervios a flor de piel agende a Alice. Le mandé un mensaje tonto diciendo que era yo para que me agendara. Obtuve una respuesta en menos de un minuto. Intercambiamos mensajes hasta que tuve que dormirme, el tiempo se me paso volando.
