Alice |Twilight|

10

Lyra

La mano de Alice tomando la mia me hacía sentir plena confianza, no me importaba que los demás nos vieran. Ella caminaba bailando hacia sus hermanos, balanceaba con delicadeza nuestras manos, con una gran sonrisa. Nos sentamos con ellos, yo entre Alice y Jasper.

 Emmett me miraba con una cara juguetona a punto de hacer un comentario, pero Rosalie lo interrumpió. La rubia colocó un plato frente a mí el cual contenía dos rebanadas de pizza. Me sorprendió este gesto, pero no lo cuestione mucho.

 "Gracias, la pizza es mi comida favorita" Sonrió en grande antes de darle un mordisco a este manjar. Los demás hermanos la miraban interrogantes, pero ella los ignoraba.

 "¿Ya son novias?" Pregunto Emmett haciendo ahogar con la porción que estaba masticando. Jasper golpeo suavemente mi espalda para darme un poco de agua. 

"No, aún no" Respondió Alice con emoción apoyando su cabeza en mi hombro. Mire su perfil emocionándome por lo dicho, tenía una oportunidad.

 Las clases transcurrieron tranquilas. Más de uno me quedo mirando en los pasillos por mi atuendo, pero no me importaba. No después de ver tan contenta a Alice. La última hora la tuve con Jasper, quien me acompaño a la salida. 

 Cuando llegamos con los Cullen estaban tensos, mirando hacia todos lados. Iba a hablar cuando un chiflido familiar llamo mi atención. Volteando a todos lados, logré encontrar a Ares parado a principios del estacionamiento. 

 Corrí con fuerza hacia él, feliz de verlo. En cuanto estuve a poca distasia salte enganchando mis piernas en sus caderas abrazándolo. El giro conmigo encima oliendo mi cuello, más específicamente mi sangre. Luego de un momento se detuvo y quedo mirando fijamente a donde estaban los Cullen.

"¿Sucede algo?" Pregunto aún sobre él mirando hacia los hermanos. 

 "Ellos son como yo" Susurra en mi oído, pero estoy segura de que ellos nos oyen "Son una familia de vampiros y no están feliz de que este aquí"

 En cuanto Ares termina de hablar, la familia se sube a gran velocidad a sus autos, huyendo del lugar. Con lo dicho y su reacción confirmo que los Cullen son vampiros. Noto la mirada de la mayoría sobre nosotros preguntándose quien es el chico conmigo. 

 Arrastro al vampiro hacia el auto, donde manejo hacia mi trabajo. Lo pongo al día de todo lo sucedido y mis actividades diarias. Ares me dice que se quedara a vivir aquí hasta que cumpla los dieciocho. 

 En el medio de esto le mando un mensaje a Jasper preguntándole si está todo bien. Él responde luego de unos minutos, diciendome que vaya a su casa, le recuerdo mi trabajo y confirmo que iremos luego de este. Estaba segura de que querían conocer a Ares.

"Ahora tengo trabajo, si quieres ve a mi casa e instálate" Ofrezco una vez llegamos al almacén. 

 "Te esperaré, como en los viejos tiempos" Responde poniendo música mientras sacaba un cuaderno de mi mochila para dibujar.

 El trabajo fue sencillo, no había mucho que hacer. Maggie, mi jefa, me decía que así era siempre, pero a esa edad ya no tenían la energía para hacerlo. Ella era una señora muy dulce con una gran sonrisa todo el tiempo. El señor Rhee era muy simpático y estaba completamente enamorado de su esposa.

 Estaba nerviosa, no quería ir a la casa de los Cullen. Que sean vampiros no me asustaba, me asustaba su reacción a que yo lo sepa. Nunca fui buena para las confrontaciones, siempre terminaba explotando de forma agresiva.

 Al salir ayudé a cerrar el supermercado y me despedí de los ancianos. Ares me esperaba mientras fingía dormir roncando, era un idiota. Subí al auto escuchando su berrinche de que había tardado mucho. Lo ignoré y puse la música a todo volumen. 

Black Sabbath nos acompañó todo el camino. La casa de los Cullen se encontraba oculta en el bosque, nos perdimos un poco para llegar. Ares fingía tocar su bajo en vez de ayudarme a encontrar la residencia. Con suerte y un poco de los sentidos desarrollados del vampiro logramos llegar. 

Bajamos lentamente del vehículo, ninguno quería estar ahí. Al subir la escalera hacia la entrada, nos abrió una mujer de cabello oscuro que aparentaba un poco más de edad que los otros. Nos invitó a pasar y nos guio hasta una sala. 

 Allí se encontraban todos los miembros de la familia, incluido Edward. Ares se mantenía enfrente mío, cubriéndome de cualquier amenaza. 

 "Siéntense, por favor" Un rubio que supuse era el Señor Cullen señalo unos sofás vacíos.

 Nos miramos con duda antes de sentarnos. La tensión del ambiente se cortaba con cuchiillo, ni siquiera ver a Alice me relajaba. La vampiresa me miraba sin emociones en su rostro, lo cual me dolió un poco. Ares apoyo su mano izquierda en mi pierna antes de hablar. 

 "Así que, ¿Para qué nos necesitan?" Una sonrisa coqueta se mostró en su rostro, mientras miraba a todos los vampiros presentes. 

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