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Dos años atras

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Dos años atras

Lyra

Luego de una acalorada discusión con mi madre, decidí irme a la playa a relajarme. En la escuela escribieron lesbiana, peste, escoria, enferma por todo mi casillero. El director llamo a mi madre y a ella no le gusto.

 Odiaba que los demás supieran que su hija no era "normal". En cuanto llegue a la casa comenzó un gran discurso de odio a mi existencia, deseando que no hubiera nacido. Así era ella, prefería no tener una hija a tener una hija lesbiana.

 Los chicos de la escuela se enteraron de mi sexualidad al descubrir mi relación con Megan. Una hermosa porrista consentida por sus padres. A nadie le gusto que la chica perfecta salga con otra chica, pero como a todos le agradaba, me comenzaron a atacar a mí.

 Caminar por las tranquilas calles de San Diego hacia la playa siempre me calmaban, me hacian sentir que todo estaba en paz, a pesar de ser más de las diez de la noche. Sentí el ruido de un conocido motor acercándose por atrás. 

El mayor homofóbico de la escuela, de la puta ciudad. Maldiciendo por esto, apure el paso intentando que no me vea, pero claro que lo había hecho. Casi corriendo me alejé entre calles intentando perderlo, me dirigía hacia el centro en busca de algún negocio abierto. 

 En un descuido logro adelantarme con su auto cerrándome el paso. No lo dude y comencé a correr a cualquier dirección lejos de él. Se bajó de su auto, siguiéndome a unos metros. Sentía que me quedaba sin escapatorias.

 Me alcanzo tomando del cabello, haciéndome caer. Tomándome del cuero cabelludo me arrastro, hacia un estacionamiento desolado. Intentaba luchar, pero el desgraciado era una puta montaña. 

Me lanzo contra el suelo un poco oculto de la calle con una gran sonrisa asquerosa. Tuve miedo, hiperventilaba y sentía que moriría en cualquier momento. Dijo algo que no escuche, empezó a desabrochar el cinturón de su pantalón. Arrastrándome intenté alejarme de él, pero tomo mi pierna evitando que me alejara.

 Luchaba con todas mis fuerzas, no pensaba dejar que me tocaran. Cuando su cara estuvo lo suficiente cerca de mi rostro, algo lo alejo a gran velocidad. Se encontraba gritando de dolor tomando sus costillas, intentaba entender que sucedió.

 Un chico de unos veinte años se paro frente a mí, asustado al idiota. Su cabello era negro y un tanto largo, llevaba ropa metalero y muchas cadenas. Se acercó al violador tomándolo por el cuello, levantándolo como si fuera una pluma. Lo acerco a su rostro con una sonrisa sádica. 

El idiota rogó por clemencia antes de ser mordido por el cuello, se sacudió por unos segundos antes de quedar completamente inmóvil. Su cuerpo calló sin vida, una vez el chico lo soltó. Este se volteó a mirarme, analizándome.

 Camino a pase lento con una sonrisa amable en los labios sangrientos. Extendió su mano ofreciéndome ayuda. Dude un poco, pero la acepte. Su tacto helado erizo mis bellos del todo el brazo, me puso de pie como si no pesara nada. 

 "Ya todo está bien" La voz de sus labios fue suave, acaricio mi mejilla con su mano libre limpiando las lágrimas. No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta ese momento. 

 Como si sus palabras fueran una llave, comencé a llorar con todo el miedo que sentía. Me apoyé en su duro hombro mientras él acariciaba mi espalda reconfortándome. Me meció como un bebe hasta que el llanto se detuvo.

 "¿Eres un vampiro?" Pregunto lo primero que se viene a la mente. No encontraba otra explicación a todo lo que había sucedido. 

 "Si" Dándome una sonrisa juguetona vuelve a hablar "Tu vampiro de la guarda" 

 Con ese tonto chiste termino de calmarme, para acompañarme a mi casa. Me tenía abraza por lo hombro, como si evitara que huyera. Caminamos en un cómodo silencio, ignorando que había matado a un desperdicio humano hace unos minutos

 Se despidió con una gran reverencia teatral a una cuadra de mi casa. Al mirar por la ventana de mi habitación aún se encontraba en el mismo lugar. Movió su brazo en forma de saludo antes de desaparecer. 

 No se habló de la desaparición del idiota hasta dos semanas después, todos creían que había huido de su casa. El vampiro, que se identificó como Ares, comenzó a acompañarme a todos lados una vez oscurecía. Se volvió mi mejor compañía.

Un año atras

La gente comenzaba a sospechar de tantas desapariciones, así que con Ares ideamos un plan. El podía estar hasta tres semanas sin alimentarse, yo le donaría mi sangre para que no siguiera matando. 

 La primera vez fue un desastre. No pudimos encontrar la vena con la aguja y terminé con todo el pie herido. Con paciencia, logramos hacer una buena transfusión de un litro. Ares dijo que fue la sangre más deliciosa que había probado. Tuve que comer mucho hígado, arándanos y frutos secos, para no desmallarme en las prácticas de natación.   

Seis meses atras 

Caminábamos tranquilamente por la playa, enganchada por los brazos. Bebía una malteada de fresas que Ares me invito, aunque que no lo crean, trabajaba en un bar sirviendo bebidas toda la noche. Decidimos sentarnos en la arena a apreciar el mar.

 "Quiero que me conviertas en vampiro una vez tenga los dieciocho" Hable llamando su atención, me miraba con una gran sonrisa coqueta "Seriamos el estereotípico duo del gay y la lesbiana que hablan mal de todos por la eternidad" Soltamos una gran carcajada por esto. 

 "Claro. En cuanto sean las doce con uno del trece de octubre, entraré por tu ventana, tomaré este pálido cuello y lo morderé con fuerza" Aparto unos mechones de mi pelo para apreciar mi cuello antes de tomarlo con fuerza "¿Sonó muy sexual?"

 Mi respuesta fue un gruñido con un guiño de ojo. Nos reímos hasta que mi estómago dolió. 

Dos semanas atras

"Me iré a Forks con mi padre" Abrace con fuerza su frío cuerpo, el correspondió al instante, este abrazo. 

 "Bien, te seguiré unos días después. Arreglaré unos asuntos antes" Aviso besando mi frente con cariño.

 Al separarnos el junto nuestras frentes, decía que así uníamos nuestros espíritus. Ares se había vuelto el único pilar que me mantenía de pie estos dos años. Era mi familia, el único ser que me quería sin juzgarme y yo lo amaba de la misma manera.

Alice |Twilight|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora