En la ciudad santa de Marijosea ubicada e la cima del RedLine, ciudad habitada por los nobles mundiales, se encontraba nuestra pequeña protagonista.
Aún no sabía cuánto tiempo llevaba en ese lugar con exactitud, para Hinata todos los días parecían se eternos. Y es que entre tantos pensamientos que tenía en su pequeña cabeza para intentar sobrevivir, había perdido la noción del día y de las horas.
Pero entre tanto y tanto, hinata descubrió con cierta satisfacción que estar en constante movimiento la ayudaba a alivianar la carga psicólogica y física que estar en cautiverio implicaba.
Por eso en este momento se encontraba ayudando a las otras personas en la misma condición que ella en la cocina.
-. Vamos pequeña -. Una mujer de cabello verde aqua que caía en unos preciosos pero maltratados rulos, unos ojos azules algo tristes y la inconfundible sonrisa de todos los esclavos allí en Marijosea -. Ayudarás lavando los platos aquí en la cocina.
-. Si señorita Reiko -. Dijo Hinata sin mirar a la mujer. Reiko estaba muy dolida por todos los niños que estaban allí, si ella pensaba que lo pasaba mal, no quería ni imaginar cómo lo pasaban los más pequeños.
Ignorando los pensamientos de la mujer, hinata se acercó a la elegante lavaplatos dispuesta a hacer lo suyo.
Lavaba con diligencia y esmero, aún cuando parecía que los platos y demás utensilios de cocina no se acabarían nunca, ella no dejo de fregar los platos. Sus pequeñas manitos terminaron con los nudillos irritados debido a la fricción de la esponja y el constante uso del jabón.
-. Haber pequeña -. Por detrás de ella se acercó un hombre, era gordito y tenía una mirada amable -. Tienes las manos muy lastimadas, por qué no mejor dejas esto un rato -. El señor le quitó con suavidad la esponja de las manos .
-. P-pe-pero sr. Tom me m-ma-mataran si dejo de trabajar -. La niña tembló ante tal prospecto.
-. Lo sé -. Tom suspiro ante la realidad que los rodeaba -. Por qué mejor no ayudas a pelar las verduras y picar las, así descansaras un rato de este jabón tan fuerte -. Le propuso.
Si bien hinata se vio insegura, solo le vasto que Tom diera unos leves empujoncitos en su espalda para que está avanzase.
La cocina no era un lugar tan malo después de todo .
( . . . )
Para las mujeres esclavas, la vida solo se resumía en una cosa y es atender al señor. Porque aún cuando realizaban las tareas domésticas, todavía tendrían que complacer al tenryūbito al que pertenecían.
Por eso es que estaban allí, en el cuarto de baños más opulento que se halla visto jamás.
El tenryūbito estaba desnudo en su asiento mientras decenas de mujeres desnudas se paseaban por el baño, preparando el agua, las sales, y los aceites con los que atenderían a ese ser .
Esto muchas de ellas ya lo sabían, sin embargo había algo que no estaba bien en ese cuarto el día de hoy.
Porque había una niña allí ese día. Una niña un poco más grande que un bebé, y aún así, allí estaba ella.
Estaba junto al ser celestial sosteniendo una bandeja con aperitivos destinados al consumo del tenryūbito, pero lo que tenía a la mayoría de las mujeres allí presentes con un mal sabor de boca, era el hecho de que la pequeña ojiluna también estuviese desnuda.
Unas esperaban que el tenryūbito no le hiciese nada ya que no soportarían tan horrible acto ( pero aún así no iban a poder hacer nada por la pequeña ). Las otras esclavas, las más antiguas, sabían ya las intenciones de su dueño .
-. Sin lugar a dudas, has Sido una de las mejores compras que he hecho -. El tenryūbito empezó a hablarle a la ojiperla a su lado -. Dejaré que crezcas un poco más, cuando eso pase este será tu lugar de trabajo.
-. Hai
-. Por lo que debes observar y aprender todo los que pasa en este lugar
-. Hai
Fueron las únicas respuestas que dió hinata.
-. Esclava #16 ven aquí -. El ser la llamo, por lo que la mujer ni corta ni perezosa desobedeció -. Encárgate -. Fue la única orden que dió mientras señalaba su pene erecto.
La mujer de largos cabellos negros, se arrodillo ante el, dejando caer aceite escencial sobre el pene del tenryūbito se dispuso a masturbarle con ambas manos, para luego iniciar con una rutinaria felación.
-. Umm las esclavas son cada vez mejores -. La expresión de placer en su rostro era enfermiza -. De esto ten encargaras tu cuando crezca un poco más.
Hinata solo miraba con los ojos desorbitados los que sucedía frente a ella, su infantil mentecita incapaz de comprender que estaba haciendo la mujer a la que ella conocía como Georged.
Una pregunta resonó en su cabecita en ese momento
¿Dónde está mi padre?
( . . . )
Las másmorras de Marijosea eran, afirmado por muchos, el lugar las inhumano e insalubre en el que una persona podía llegar a vivir.
Las aguas negras de las mansiones pasaban por allí, algunas de las tuberías tenían goteras, por lo que el lugar apestaba a mierda .
Habían todo tipo de alimañas en ese lugar; ratas, cucarachas, arañas etcétera.
Si llovía el agua de la lluvia entraría por las hendiduras de las rocas y mojarían a todos los que estaban allí adentro.
Las roca en las que estaban hechas dichas másmorras no solo dejaban filtrar el agua, si no que dejaban entrar el frío, también eran sumamente ásperas y filosas por lo que debías tener cuidado si no querías lastimarte.
Era una de esas noches de tormenta en Marijosea, por lo que mientras los tenryūbitos dormían plácidamente sobre sus cálidos colchones. Los esclavos se juntaron unos con otros, tan cerca como sus cadenas lo permitiesen, para poder mantener algo de calor corporal.
Hinata miro con desespero no podía llegar hasta el pequeño grupo frente a ella, en verdad tenía frío.
-. Ven pequeña, acércate acá -. Era Reiko, quien al ver cómo la ojiperla batallaba para obtener algo de calor, decidió acercarse -. Ellos están muy lejos para poder ayudarte.
Entre las dos se abrazaron, temblando , la una a la otra.
Hinata no sabía cuánto tiempo estaría alli.
( . . . )
Muy bien,acales dejo otro cap de este fanfic revolucionaria.
.
Si les soy sincera, me duele escribir esto .
ESTÁS LEYENDO
REVOLUCIONARIA
RandomQue sucede cuando tierras vírgenes son visitadas por navegantes de mares lejanos ? El desastre , eso sucede . Yo soy Hinata y esta es mi historia , la historia de como me convertí en una revolucionaria