*♦̮̑ 𝘦𝘪𝘯𝘴 ɜ‎ *

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«Esto apesta», pensó Jungkook. Miró alrededor del bar. Todos esos hermosos hombres formando parejas y pasando un buen rato bailando, hablando, incluso besándose. Y él sentado aquí... solo.

«¿Qué infiernos? Llevo viniendo a este bar cerca de un año. En todo ese tiempo no he tenido proposiciones sexuales, ni siquiera me han pedido bailar. ¡Este es un bar gay, por San Pedro...!» él era gay y soltero, «¿Una pequeña proposición indecente es mucho pedir?».

Aparentemente sí... había estado sentado aquí, solo de nuevo, durante las últimas dos horas. Se podría acercar a uno de los hombres solteros, si no supiera ya que era una pérdida de tiempo. Oh, él lo había intentado. Les había hecho propuestas a varios chicos, pero fue en vano. Ellos siempre decían que no estaban interesados y se movían hacia alguien más. Ni siquiera lograba que alguien bailara con él. Ellos siempre decían que no, y abruptamente se giraban y encontraban otra pareja. Era como si se asustaran de él.

Jungkook tomó un trago de su bebida, y la dejó en la barra. Se miró la ropa que usaba. ¿Ese sería el problema? Sus jeans azul deslavados tenían rasgaduras y partes raídas, pero se veían bien. Había visto aquí chicos usando cosas mucho peores.

Su camiseta, una sencilla camiseta blanca de algodón, se le veía bien. El suave material se estiraba en su pecho lo suficiente para mostrar los tensos músculos que había trabajado mucho para tener.

Jungkook había visto muchísimos chicos vistiendo lo mismo y tenían proposiciones todo el tiempo. Entonces, ¿Por qué, él no? ¿Qué estaba mal con él que nadie se interesaba?

Sacudió la cabeza, se giró hacia la barra, se tomó lo último de su bebida de un trago, dejó el vaso y sacó algo de dinero de su cartera. Lanzó los billetes a la barra.

Despidiéndose del barman, bajó de la silla alta y se dirigió a la puerta del frente. No tenía sentido seguir pegado ahí esta noche, y quizás ninguna otra. Se quedaría solo de nuevo. «Quizás debo ir al nuevo club, el Joon's Dungeon», pensó. Estaba en el lado opuesto de la ciudad. Quizás tendría más suerte allí.

— Hey, Jungkook, ¿a dónde vas? Es demasiado temprano para que te rindas, ¿no es así? —Max, el guardia le preguntó.

— Oh, hey, Max. No, no voy a rendirme. Pensé en ir al nuevo lugar que abrieron al cruzar la ciudad. —Se encogió de hombros—. Empiezo a sentirme como si tuviera piojos o algo así. ¿Cuánto tiempo llevo viniendo aquí? Y nadie quiere darme ni la hora. Creo que quizás es hora de dirigirme a pastos más verdes.

— Jungkook, deberías reconsiderar eso. El Joon's Dungeon es un lugar muy duro, especialmente si no estás dentro de ese estilo de vida. Sabes que es un club de D/S, ¿verdad?

Jungkook abrió por un momento los ojos aún más. —¿En serio?

— Ese lugar es muy duro. Ya se ha creado una reputación y solo está abierto desde hace un mes. Puedes terminar lastimado. ¿Por qué no regresas dentro?

— No, de todas formas gracias, Max. Aquí no voy a encontrar quien me mire. Lo he intentado. Infiernos, no puedo conseguir ni siquiera que alguien baile conmigo. Por alguna razón, la gente de aquí no me encuentra atractivo.

— Jungkook, eres genial. Todo el mundo te ama, es solo...

Jungkook sacudió la cabeza. — Max, estoy cansado de estar solo cada noche. Tú tienes a Nat en casa. Yo voy a un apartamento vacío. Pensé que podría encontrar a alguien aquí pero no he podido. No hay razón para que siga pegado alrededor.

— Jungkook...

— Eres un verdadero amigo, Max, gracias.

Jungkook podía oír a Max murmurar detrás de él mientras se dirigía a su coche. Casi se detiene y regresa al interior. Le agradaba la gente aquí. Eran un grupo amistoso, aunque a ninguno de ellos les pareciera sexualmente atractivo. Mientras las cosas estaban en términos amistosos todo iba genial. Pero en el momento en que algo sexual se formaba, ellos corrían a las colinas.

𝐿𝑙á𝑚𝑎𝑚𝑒 𝑠𝑒ñ𝑜𝑟 ; 𝐽𝑖𝑘𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora