*♦̮̑ 𝘴𝘪𝘦𝘣𝘦𝘯 ɜ‎ *

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Jungkook tarareaba suavemente mientras preparaba el desayuno de Jimin. Con algo de suerte, lo terminaría antes de que Jimin despertara. Quería sorprenderlo con el desayuno en la cama antes de que sus huéspedes despertaran.

Ellos no habían visto a Namjoon o a Taehyung el resto de la noche pero seguramente los habían oído. Jungkook estaba seguro de que Taehyung no podría sentarse cómodamente en un tiempo. Y él no creía que Taehyung pudiera quejarse.

Escuchar a Namjoon y a Taehyung a través de la pared de la habitación, había sido tan excitante como el infierno. El sonido de los hombres en la intimidad, había definitivamente agregado algo a la noche de hacer el amor de Jungkook y Jimin. Jimin había estado excepcionalmente vigoroso.

Jungkook creía que Jimin tenía algo de exhibicionistaflagelador-voyeurista en él. Si, él consideraba la vez en que Namjoon los había visto, además de anoche, en ambas ocasiones Jimin casi había perdido el control, tan apasionadamente agresivo, eso, bueno, le hacía a Jungkook preguntarse si necesitaba reconsiderar ser el bebé público de Jimin.

Solo podría imaginar lo excitado que Jimin podría estar si ellos fueran juntos a Joon's Dungeon. Podría usar un collar y quizás una correa y sentarse a los pies de Jimin. Estaba muy seguro que Jimin lo apreciaría mucho.

Se rió. Sí, parecía un poco extraño que esa fuera ahora la base de su vida. Jungkook terminó de colocar la fruta en un plato y dejó el plato en una bandeja. Levantó la bandeja, se dirigió hacia la habitación. Se oyó el timbre de la puerta antes de que llegara al pasillo.

Jungkook vio la comida y la puerta. Dejó la bandeja en el mostrador y fue a abrir la puerta. Todo el aire de los pulmones de Jungkook salió en un profundo jadeo, cuando vio a su padre parado en el marco de la puerta.

— Jungkook.

—Padre, —dijo Jungkook.

—¿Me vas a dejar entrar? —Su padre preguntó señalando a la puerta que Jungkook sostenía con un fuerte agarre.

Jungkook se apartó. —Por favor, entra.

—Bueno, al menos no has perdido tus modales, incluso si perdiste tu cabeza.

Jungkook tranquilamente gruñó. Parecía que su padre aún tenía malos sentimientos hacia él. Entonces, ¿por qué infiernos estaba aquí? Jeon Joongki había dejado sus sentimientos sobre tener un hijo gay más que claro antes de desheredarlo y echarlo a la calle, hace casi dos años.

—¿Por qué estás aquí, padre?

Joongki se giró revisando el cuarto viendo sobre su hijo. —Han sido dos años, Jungkook. Creo que es suficiente tiempo para juegos y para que lograras sacar lo que fuera de tu sistema. Es tiempo de regresar a casa y tomar tus responsabilidades.

—¿Sacar de mi sistema? —preguntó Jungkook.

—Eso... esa cosa, —Joongki dijo, moviendo su mano en el aire—. Esa cosa con otros hombres. Es tiempo para que te detengas, Jungkook.

—¿Esa cosa con otros hombres? —Jungkook dijo molesto— . ¿Quieres decir, ser gay?

—Tú no eres gay, Jungkook. Tú estás confundido. Si solo vienes a casa donde perteneces estoy seguro de que podrás ver las cosas correctamente.

—¿No soy gay? —Jungkook se rió amargamente—. Bueno, considerando que tenía el pene de mi novio en mi culo anoche, diría que estás equivocado.

El dorso de la mano de Joongki golpeó tan duro la cara de Jungkook que le zumbaron los oídos. —Ni siquiera quiero oírte hablar de esa forma de nuevo. Ahora, toma tus pertenencias, Jungkook. Vienes a casa conmigo y vas a olvidar toda esta insensatez.

𝐿𝑙á𝑚𝑎𝑚𝑒 𝑠𝑒ñ𝑜𝑟 ; 𝐽𝑖𝑘𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora