Just Us |KV| |YM| /Omegaverse/

Capítulo 30

Día cuatro.

Sorprendentemente, el Omega modelo lo estaba tomando bien.

Demasiado bien para el gusto propio de Kim Taehyung.

Pero, como siempre, él no iba a reconocerlo en primer lugar.

Se cruzó de brazos, haciendo que las mangas anchas de la camisa que llevaba se arrugaran un poco una contra la otra. Esta vez, estaba completamente seguro, no tenía un atuendo que presumir en realidad. Pero Kim Taehyung se sentía tan seguro dentro de esas prendas, que, en realidad, no eran nada del otro mundo, pero, el olor de la camisa del Alfa que pronto llegaría a su oficina, únicamente hacía que se calmara de una forma tan rápida que ni siquiera podía pensar en ello sin terminar por avergonzarse.

No había necesidad alguna de mencionar algo al respecto, más bien.

Sentado sobre la mesa del escritorio de su nueva oficina, con el Omega menor frente a él acomodado de forma incómoda contra la silla acolchonada que Taehyung había mandado a pedir de forma apresurada, preso de la emoción de decir que pronto tendría un puesto importante y quería que su oficina estuviera perfectamente presentable.

Pero, bueno, sus objetivos eran cosa de otro asunto.

─ Entonces. ─ Empezó a decir, sus cejas frunciéndose poco. ─ Va a confirmar que usted gusta de Omegas, va a hablar de su situación familiar ¿Aunque nadie sea consiente de eso?

Las cosas no se estaban calmando entre ellos dos, después de las reprimendas que había tenido con el Omega, la leve discusión y tal vez, solo tal vez un leve enfrentamiento acalorado en el edificio de Just Us cuando se habían encontrado una que, solo posiblemente casi había terminado en algo más físico... pero, ojo, Taehyung trataba de entenderlo, lo estaba considerando un amigo, así que podía darse el lujo de entenderlo.

Y estaba bien, juraba que estaba bien, solo necesitaba respirar mientras trataba de reorganizar su vida, por más caótico que fuera, y había estado en eso, desde el momento en el que llegaron, había estado completamente enfocado en que no le despidieran, pensando en los muchos contactos de celebridades que tenía tras de sí, y estaba más que seguro que a personas como la pareja Kim, no les gustaría saber que se había quedado sin su trabajo más venerado por muchas celebridades, no solo ellos. E incluso se había tomado un tiempo para persuadir a Park Jimin que no concretara su renuncia, lo había logrado, en parte. Había intentado calmarse de los ajetreos de esos pocos días, respirado profundo y meditado, en su desespero por un poco de control había terminado limpiando su departamento de una forma incluso compulsiva, y Jung Hoseok solo le había enviado un simple correo diciéndole que no iba a ser despedido ─gracias al cielo─ pero que, con su fracaso en su más grande prueba para saber si tenía valor para la revista, simplemente su recomendación estaría siendo evaluada hasta próximo aviso.

Y le había dolido.

Como el demonio que le había dolido.

Porque, aunque terminaba siendo tedioso que lo repitiera... él se había esforzado, dejado su vida en ello entonces...

Maldición.

Bueno, también estaba Jungkook, ese estúpido Alfa no se había separado de su lado una vez estuvo en Corea, había tomado otro avión en otro día, cuando la semana de la moda se había terminado, y Vogue le había permitido hacer su trabajo desde la sede en el país. Lo tenía, claro, pero el Alfa se encontraba lo suficientemente ocupado como para llegar en horas inciertas en el día, aprovechado cada tiempo libre que había tenido para ir a buscarlo y ayudarlo en lo que más podía, pero eso había terminado constándole mucha energía, lo que concluía en estar agotado en la noche. Pero, al menos recordándole un poquito que no todo estaba perdido al final.