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Encuentro 2: Hyein
Luego de lo que pasó aquella noche.
Xijee simplemente se planteó el no volver a salir de casa sin pedir permiso, ya le estaba claro.
Sin embargo, no había sabido más del felino Gani; esperaba que su tía o su madre no preguntaran por él, no sabría que decirles, aunque según recordaba era normal que los gatos se escaparan, entonces podría decir esa excusa que lo que en verdad había sucedido.
Y mientras estaba sentada en el alféizar de la ventana atisbando aquel cielo oscuro, alguien más entró a la habitación.
─Señorita Jun, aquí tiene.
La sirvienta Jennie hizo una pequeña reverencia antes de entregarle a la menor una taza de chocolate caliente, Xijee le sonrió amplia, agradeciendo.
─Gracias.
Dijo eso y la otra solo se retiró, cerrando la puerta.
Xijee mientras tanto probó del chocolate, haciendo una mueca de disgusto en sus labios no porque tenía mal sabor, sino que se le olvidó que estaba caliente y quizás muy pronto le saldría una de esas fastidiosas gallas.
─Tonta, tonta... ─se murmuró eso a sí misma dejando la taza a un lado, miró la hora en su reloj digital y eran casi las 9:00 pm de la noche, pensó que estaba loca al beber chocolate caliente a esa hora.
Pero, su vista quedó fija en una persona.
Una chica que sostenía en sus brazos un felino, idéntico a Gani.
─¿Qué hace ella aquí...?
Rápido se bajó del alféizar y llamó a la pelinegra.
Recordó a alguien que le había llamado Minji, así que le llamó igual.
─¡Oye, Minji! ─la chica se volteó y Xijee frunció el ceño ─¿Qué haces aquí?, ¡Ese es mi gato!
─No soy Minji, me llamo Hyein.
Dijo eso, y Xijee rápido tragó en seco de su propia saliva. Ahora que la ve bien, no se parece en nada a la otra chica, su cabello largo sí.
─¿E-entonces quién eres...? ─frunció el ceño aun más, no entendía lo que pasaba en realidad. Echó un vistazo mejor y sí, el gato se parece demasiado a Gani.
Pero no lleva el collar con la placa.
─Venía a favor de Minji, a devolver al gato.
─¿En serio ibas a tocar la puerta? ─la vio asentir ─¿Qué crees que hubiera pensado mi tía al ver a una desconocida con su gato a estas horas?
La tal Hyein solo se encogió de hombros, de hecho no supo el como fue que podía escucharla bien desde esa altura y ella a Jun.
─¿Con quién hablas?
─¡Mamá!
─¿Sí, hija?
Por su exclamo su madre enarcó una ceja y al verla cerca de la ventana fue hasta allá, y miró.
─¿Qué hace Gani afuera? ─Xijee suspiró y miró hacia donde su madre estaba viendo, Hyein no está. ─¿Por qué no tiene su corre-...?
─No importa mamá, lo buscaré.
Xijee dijo eso sin más y fue a por el gato.
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