- Déjame! Déjame ir! Porfavor te lo ruego
- Eres mía, no pienso dejarte ir. Eres Solo Mía... Souya ♡
En que momento? En que momento todo se volvió tan horrible... Por qué? Por qué tengo que sufrir esto...? Alguien ayúdeme... Porfavor.
- Quiero a mi...
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Todo se oscureció, apenas intentó escapar la vista se le nubló y todo se volvió negro, ¿Qué pasó? ¿Por qué se volvió oscuro tan de repente? Transcurrieron las horas hasta que por fin la peliazul despertó con un leve dolor en la cabeza.
Souya- u-ugh... -dijo tocándose la cabeza- que paso...
Rindō- hola cariño buenas noches -sonriendo-
Souya- la menor se asusto demasiado y retrocedió un poco- d-donde estamos?
El más alto se subió a la cama mientras que la más baja retrocedía poco a poco quedando así apegada en la pared, el rubio la acorraló para sonreírle y acercarse un poco a su rostro.
Rindō- en nuestro nuevo hogar -acercó su rostro al de la menor-
Souya- se sonrojo un poco y empezó a mirar hacia todos lados- a que te refieres con nuevo hogar?
Rindō- sonrió y agarró el mentón de la más baja haciendo que está lo mire- supongo que de ahora en adelante estaremos juntos, como siempre quise
Souya- Q-qué?
Rindō- recuerdas que alguna vez alguien te mandaba regalos? Era yo. -declaró el de lentes-
Souya- y eso que tiene que ver con el lugar donde nos encontramos?
Rindō- que viviremos juntos, solo los dos, compré este lugar para nosotros - depositó un pequeño beso en la mejilla de la más baja-
Souya- horrorizada ante aquellas palabras no pudo evitar gritar - que alguien me ayude!! - dijo entre lágrimas -
Rindō- levantó una ceja confundido- mi amor nadie puede oírte, las paredes son muy gruesas y además este departamento es solo mío, casi nadie pasa por aquí a menos que yo de una orden, no te haré daño.. solo... Solo quiero que me veas como algo más que un amigo
Souya- abrió los ojos de par en par dejando de gritar- Rindō, todo esto lo hiciste solo para que yo te mirara de otra forma?
Rindō- asintió- así es..
Souya- desvió la mirada sonrojada- aquel día que me salvaste... Fue... Fue lindo de tu parte, es más creo que fue amor a primera vista, pero cuando golpeas a alguien sin contener tu ira, me asusta demasiado - volvió a mirar al más alto -
Rindō- sus mejillas se tornaron de un color carmín, tapándose así el rostro con uno de sus brazos, rió nervioso- jaja... Qué imbécil, sentí lo mismo pero me hierve la sangre ver cómo alguien intenta tocarte
Souya- R-rindō...
El más alto estaba tan cerca del rostro de la más baja, sus labios se rozaban y luego de unos segundos se besaron, realmente le encantaban sus labios, tan rosas, tan carnosos, podría besarlos todo el día si pudiera. No querían separarse de aquel beso, pero la falta de aire hizo que terminaran por hacerlo.
