- Déjame! Déjame ir! Porfavor te lo ruego
- Eres mía, no pienso dejarte ir. Eres Solo Mía... Souya ♡
En que momento? En que momento todo se volvió tan horrible... Por qué? Por qué tengo que sufrir esto...? Alguien ayúdeme... Porfavor.
- Quiero a mi...
Por qué? Por qué me siento tan miserable? Por que tuvo que pasar esto? Que hice yo.. para merecer esto? Es esto realmente justo? Sufrí muchas veces sin embargo seguí, esto también debería pasarlo por alto y afrontarlo? Cómo podría hacerlo si Siento que ya no tengo fuerzas...
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Allí se encontraba la peliazul temblando, abrazándose así misma, eso era reconfortante.. al menos sentía que su hermana mayor la estaba protegiendo. Su apariencia era detestable... Su rostro estaba totalmente golpeado, su cuerpo estaba con algunas marcas y moratones. Pero lo más horrible fue cuando se intentó levantar para ir al baño a limpiarse, la cama estaba llena de sangre y rastros de semen.
Souya- No... - miraba la cama aún sentada - no puede ser, esto en realidad no paso - cubría su boca para acallar su llanto -
Trató de levantarse y su cadera dolía, su zona baja igualmente al igual que su entrada trasera. La noche anterior el rubio se había pasado, no le importó las suplicas, ni los lloriqueos ni las plegarias de la más baja. Solo se satisfacía así mismo, ella rogaba y rogaba.. pero jamás fue escuchada.
Llegó al baño tambaleándose para entrar a la ducha y abrir la llave, el agua corría y ella se sentaba el agua y las lágrimas se mezclaban. La sangre iba desapareciendo tocaba todo su cuerpo y se rascaba hasta más no poder. Se sentía sucia...
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Iba despertando poco a poco, su cabeza le dolía y por su cara sentía un líquido caliente, al tocar su rostro y ver su mano era sangre.
Nahoya- levantándose débilmente de la cama - d-donde estoy... - miraba a todos lados tratando de recordar -
Ran- entraba con una bandeja de comida - hooola cariño, ya despertaste - sonrió -
Nahoya- apretó los dientes - donde esta Souya! Dámela!
Ran- ugh.. sigues con eso? Entiende que mi hermano la quiere, No te la voy a dar - sonrió dejando la bandeja a un lado de la peli-melocotón -
Nahoya- sé que le pasó algo! Yo por qué demonios tengo sangre en al cabeza! Que me hiciste?!
Ran- soltó una pequeña risita - te golpee sin querer, así que perdóname - acariciaba el rostro de la más baja -
Esta de un manotazo apartó la mano del más alto, miraba con enojo al de trenzas, este simplemente sonreía juguetón.
