- Déjame! Déjame ir! Porfavor te lo ruego
- Eres mía, no pienso dejarte ir. Eres Solo Mía... Souya ♡
En que momento? En que momento todo se volvió tan horrible... Por qué? Por qué tengo que sufrir esto...? Alguien ayúdeme... Porfavor.
- Quiero a mi...
Souya- frunció el ceño - estás jodiendome? - tiró la cuchara en el plato -
Rindō- miró sorprendido a la más baja - Tranquila Souya, estamos hablando civilizadamente
Souya- no, estoy hablando con un idiota ahora mismo - levantándose de la silla - sabes que?! Jodete Haitani! - dijo para después irse y encerrarse en su habitación -
El mayor soltó la cuchara y masajeó su entrecejo sabía que estaba haciendo lo correcto, dejarla ir para que pueda ser feliz sin necesidad de tener que aguantarlo, volver a verle la cara el día de ayer la estaba evitando para no tener que negarse una y otra vez en dejar que se vaya sin embargo ahora mismo su comportamiento lo confunde
Rindō- Mujeres... Quién las entiende? - suspiró con pesadez -
Se levantó para después salir del apartamento nuevamente, tenía que ir a revisar unas cuentas en la empresa de su padre, pronto la heredará su hermano mayor, así que hoy se encontrarían ambos allí
Ran- Eh~ dichosos los ojos que te ven hermanito - sonriendo perezoso -
Rindō- no jodas Ran, tuve un problema con Souya y lo que menos quiero ahora es que me jodas - frunció el ceño -
Ran- que pasó? Le llegó la regla? Si supieras que Nahoya cuando le llega esa mierda se vuelve peor que Chucky, no sé cómo la soporto creo que es el amor
Rindō- Ja... El amor? Tu eres masoquista es muy diferente idiota
Ran- ay~ hieres mi corazoncito hermanito - reía bajito - bueno dime qué pasó con la pitufa
Rindō- miró mal al mayor - no la llames así, lo que pasó fue que le dije que se debía ir y volver a vivir con su hermana, que ya no me gusta
Ran- abrió los ojos de par en par - lo puto no te lo quita nadie no? Que pecado - suspiro derrotado -
Rindō- imbécil, yo amo a Souya, pero con todo el daño que le hice crees que será feliz a mi lado? Y si tenemos un problema? Recordaré lo que le hice y seré miserable por toda mi vida por haber dañado a quien más amé - miraba las hojas que tenía entre sus manos - deberían subir los costos aquí... Mejorar la calidad del producto y habrá más ventas
Ran- miró las hojas del menor y asintió - creo lo mismo, deberíamos consultarlo con papá, tal vez nos diga que sí... Aunque puede ser un poquito arriesgado, pero el que no arriesga no gana
Rindō- después de tantos años por fin te escucho decir algo cuerdo
Ran- suspiró - Rindō, si te gusta Souya dile, es más dejala embarazada y que no se vaya con nadie más, estoy pensando seriamente en hacerle un puto hueco al condón y dejar embarazada a mi melocotón - sonrió orgulloso -
Rindō- recuerda lo que pasó con nuestro bebé... - bajo la mirada - fue mi culpa...
Ran- miró serio a su hermano menor - Rin..
Rindō- Fue mi culpa Ran - empezaban a salir lágrimas de sus ojos - por mi culpa perdió al bebé, soy una basura humana
Ran- abrazo al menor - es bueno reconocerlo
Rindō- es mi culpa, la golpeé, la insulté y la trate peor que a un puto gusano - lloraba abrazando con más fuerza a su mayor -
Ran- hace tiempo no me abrazas de esa manera Rinrin - sonrió acariciándole el cabello al menor - definitivamente sigues siendo un niño pequeño
Rindō- Ran es mi culpa soy una mierda, debería morir maldita sea - gritaba a los cuatro vientos -
No le importaba si los escuchaban estaba cansado de tener que reprimir sus sentimientos siempre, estaba muy arrepentido se hacerle daño a la mujer que más amo y ahora no sabía cómo arreglarlo
Ran- deberías disculparte con ella sinceramente hoy, cenen juntos y luego tengan muchas crías como conejos - habló divertido -
Rindō- rió entre lágrimas - eres un idiota
Ran- suspiró - nunca tendrás un mejor hermano que yo
Rindō- asintió - definitivamente, no tendría un hermano más imbécil que tú
Ran- reía a carcajadas - sé que me quieres
Rindō- sigue soñando - abrazaba fuertemente al mayor -
Ran- es hora de irnos... Habla con Souya y dile cuanto la amas - separándose del abrazo - no seas idiota esta vez
Rindō- miró al mayor mientras se limpiaba las lágrimas y asintió - eso haré
Estaba decidido, llegaría a casa, haría la cena, comería junto a la más baja y luego la abrazaría para no soltarla nunca más. Pasaron unos 30 minutos y llegó a su apartamento todo estaba oscuro así que encendió las luces y fue directamente a la cocina empezando a cocinar con una sonrisa de oreja a oreja.
Ahora mismo la peliazul limpiaba sus lágrimas, tenía los ojos demasiado rojos, escuchó la puerta así que saldría para confrontar al mayor y decirle que no se iría, al salir el más alto la miró y sonrió
Rindō- buenas noches cariño - sonrió -
Souya- arqueó una ceja - qué? Ya te rechazó la otra por eso me dices cariño no es así? - frunció el ceño cruzándose de brazos -
Rindō- riéndose a carcajadas - no hubo otra, vaya~ estabas celosa? - dejó la olla y fue hacía la menor caminando lentamente - no sabía que eras así Sou~
Souya- no te me acerques - retrocedió un poco - solo vine a decirte que eres un idiota y que no pienso irme de aquí
Rindō- la agarró de la cintura - yo lo sé, tampoco dejaría que te fueras - acarició la mejilla de la más baja para después besarla -
Souya- se ruborizó hasta las orejas, sin embargo correspondió el beso abrazando por el cuello al mayor -
El beso iba subiendo poco a poco de tono, el más alto bajaba sus manos lentamente hasta el trasero de la menor, llevándola hasta el enorme sillón para hacer que está se sentará encima de él se separaron del beso debido a la falta de aire un hilo de saliva unía sus labios
Rindō- mierda Sou... Haces que me prenda... - sonrió coqueto -
Souya- deja de hablar y continúa - jadeaba ruborizada -
El más alto obedeció a la petición de su pareja sin embargo el momento fue interrumpido por la olla, indicando que la cena estaba lista, la más baja se dirigió a la mesa ruborizada evitando el contacto visual con el rubio, temblaba en su lugar pues sentía la mirada lujuriosa de su pareja encima de ella
Souya- d-deja de mirarme tonto - frunció el ceño tapándose el rostro -
Rindō- dejaba los platos en la mesa para después sentarse con una enorme sonrisa - es que eres muy hermosa - guiñó un ojo coqueto -
Souya- i-idiota - desvío la mirada para luego agarrar los palillos y empezar a comer -
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