- Déjame! Déjame ir! Porfavor te lo ruego
- Eres mía, no pienso dejarte ir. Eres Solo Mía... Souya ♡
En que momento? En que momento todo se volvió tan horrible... Por qué? Por qué tengo que sufrir esto...? Alguien ayúdeme... Porfavor.
- Quiero a mi...
Rindō- querida, vamos no te enojes conmigo solo fue una pequeña caricia - sonreía juguetonamente mientras abrazaba por la espalda a la más baja -
Souya- Rindō... Para, solo quiero descansar - temblaba -
Rindō- elevó una ceja - pero si duermes bien en las noches
Souya- estoy... Algo adolorida aún por los golpes - señalaba aquellos moretones que aún quedaban en su rostro -
Rindō- cierto, te golpee muy fuerte discúlpame cariño, ve a descansar yo haré el almuerzo hoy - besó la mejilla de la más baja -
La peliazul asintió para luego irse a la habitación y acostarse en la cama, estaba dispuesta a dormir pero su vista se le nublaba y las lágrimas empezaban a salir, Malditas lágrimas traicioneras ya no podía contenerlo por mucho tiempo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado ya dos semanas desde la última vez que había sido golpeada por el rubio, y es que no solo la golpeó una vez sino dos hasta tres; La segunda había sido golpeada debido a que no quería tener al infante que ahora crecía dentro de ella, aunque solo fue un par de cachetadas la peliazul estaba realmente aterrada; El tercer golpe fue cuando el más alto había intentado nuevamente abusar de ella sin su permiso, no paso nada gracias a que de quedó dormido después de un rato de golpearla, ahora que se miraba al espejo su rostro estaba totalmente demacrado su apariencia ya lo era la misma. Donde quedó aquella chica con mejillas rosadas, labios rojos tez blanca y ojos azules brillantes? Desapareció, ya no está que alguien la ayude porfavor.
Sintió como unos pequeños golpecitos se le daba en el hombro, ella abría poco a poco los ojos.
Nahoya- Eh! Sou Sou! Vamos a comer mamá nos está esperando - sonreía muy alegre mientras levantaba a su hermana de la cama -
Souya- E-eh? Qué? Mamá? - sus lágrimas empezaban a caer lentamente mientras corría hacía el comedor junto a su hermana mayor -
Nahoya- Mamá, mamá Souya está más alta que yo! No es justo yo soy la mayor! - hacía un mohín la pequeña niña -
S. Kawata- eso es porque Souya se come todas sus verduras no es así cariño? - sonreía -
Souya- se ruborizó un poco para luego mostrar runa pequeña sonrisa asintiendo lentamente con la cabeza - Sí mamá
Tanto aquella mujer como la pequeña peli-melocoton sonreían, la peliazul sentía como volvía a la vida, todo había sido un Sueño? Pero por qué estaba alta? Bah! Eso no importa mientras sea feliz no?
S. Kawata- soltó la cuchara de repente horrorizada viendo a la peliazul - S-souya?
Nahoya- volteó a mirar a la más alta y abrió los ojos asustada - h-hermana que te paso en el rostro?!
Souya- Qué?
Y en el reflejo de la cuchara se vió el rostro, lleno de moretones junto con la nariz y labios rotos, sus ojos hinchados de tanto llorar y uno de estos estaba morado.
