7-Flores

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Kazutora pensó un momento, hasta finalmente tener en mente lo que escribiría, en la carta anterior su anónimo amigo o amiga había escrito uno de sus secretos, el quería contarle uno que nadie supiera

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Kazutora pensó un momento, hasta finalmente tener en mente lo que escribiría, en la carta anterior su anónimo amigo o amiga había escrito uno de sus secretos, el quería contarle uno que nadie supiera.

Me haz contado un secreto, yo también deseo hacer lo mismo, jamás se lo dije a nadie, yo llegue a odiar a mi madre, pero jamás dije nada, porque todos parecían tener en un tótem a las suyas, y pensé que eso podría cambiar las cosas, la odie porque ella no parecía tener algún rastro de aprecio por mi, ella no buscaba protegerme, o amarme, y no podía comprender eso.

Sin embargo cuando tuve terapia, comprendí que todo el maltrato que ambos sufrimos por parte de mi padre, había afectado nuestra forma de vivir y sentir con el fin de "sobrevivir" al trauma, era un mecanismo de defensa implantado por nuestro subconsciente, y finalmente pude recordar, que no siempre había sido así, recuerdo que cuando tenía cuatro años mi madre y yo en la parte trasera de nuestra casa plantamos un pequeño jardín, ayude a colocar las semillas, las regué todos los días antes de que mi padre llegara, y las ame, haciendo de todo para que crecieran sanas, mi madre sonreía ante aquello, amaba la jardinería, después ambos vimos florecer lo que una vez fueron semillas, y las flores eran tan hermosas y coloridas, recuerdo incarme frente a ellas y apreciarlas por horas.

En mi cumpleaños número seis, mi padre que no siempre era un abusivo llegó a casa del trabajo, entro saludando amablemente, con amor a la mujer que me dio la vida y revolvió mi cabello, se sentó en el sillón y me indico que me sentará en sus piernas, corrí con felicidad ante aquel acto de cariño con una sonrisa, después me preguntó "¿Que quiere mi campeón por su cumpleaños?" Lo pensé por minutos y cuando estan seguro lo solté con una sonrisa "Deseo un ramo lleno de flores, de todos los colores posibles" era una petición inocente, el rostro del hombre cambio de alegre a sombrío, miro a mi madre que llevaba unos ojos vacíos sin que entendiera, y comenzaron a discutir como era costumbre, eso me aterro, así que corrí a mi cuarto y me refugie bajo las sábanas de mi cama, el gritaba que las flores eran cosa de mujeres, y que yo terminaría siendo un maricon por su culpa, después de ese día mi madre jamás me permitió que volviera a regar las plantas, y lo que era un lindo jardín se volvió tan triste.

Ahora entiendo que no es culpa de mi madre, y desearía acercarme a ella al salir, amo las flores, aunque nunca e recibido una, pero me alegra saber que tengo algo en común con mi mamá, y que no solo me parezco a mi padre.

Atte: Kazutora
Para: anonimo

"Dueles Baji-San"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora