"Dueles Baji-San"

8

—Jaque mate— En un movimiento había arruinado toda la estrategia que tanto le había costado preparar.

—Ah no es divertido si siempre ganas, tu eres increíble en este juego, Me pregunto si algún día podré superarte— se quejo, y recostó su cabeza sobre sus brazos en la mesa del patio, de la prisión, los demás reclusos hacían otras actividades, como jugar básquet.

Había intentado por años ganarle a oliver, desde que había llegado ahí de hecho, pero era un jugador increíble.

El hombre de más de cincuenta sonrió de oreja a oreja, agarro la pieza color negra, y la observó con gracia.

—Haz mejorado bastante, de hecho eres bueno en el juego— se encogió de hombros, y dejo la pieza en el tablero de la mesa.

—No lo suficiente —. Concluyo el azabache

—Bueno, yo soy excelente, el ajedrez se trata de crear estrategias— señalo con la palma al tablero — encrucijar a tu oponente y predecir movimientos, talvez por eso soy también un excelente policía, siempre estoy un paso adelante de los criminales.

Kazutora asintió, Oliver estaba ahí cuando el llegó, ese hombre era quien había rogado para que el recibiera ayuda psicológica inmediatamente tras su llegada, para ayudarlo. Lo había visto crecer, desde que era un niño, un "adolescente", moreno, castaño y ojos verdes, así era el hombre frente a el.

—¿Te a agrado la persona que te escribe?

Alzó la mirada, no esperaba esa pregunta. No dijo nada, y se limito a confírmalo con gestos, no hablaba mucho en general pero con el lo hacía un poco más.

—Creo que es obvio, de lo contrario no seguirían hablando— se inclino hacia atrás, con las manos en la cabeza —Me preguntó de qué tanto hablan—

Lo último había llamado su atención—¿Acaso no lo sabes? Lees las cartas antes de entregarmelas— desvío la mirada.

—Hace mucho que eh dejado de hacerlo, confío en ti, pero estoy en la obligación de abrir los sobres para no levantar sospechas, de hecho solo leí como las dos primeras, tenia miedo de que se tratara de alguna clase de ofensa hacia ti, o algo que podría hacerte sentir mal, y no quería eso.

Sus ojos se iluminaron, y una sonrisita se formó en sus labios, era un buen tipo, lo hacía sentir calidez, la forma en que se preocupaba por el, cuando lo cuidaba.

El tenía un padre, pero ese hombre no merecía ser llamado así, porque nunca lo había sentido de esa manera, pero la persona que estaba frente a el si era digno de ese título, era lo más cercano a su forma de sentir, cuando llegó necesito una figura paterna que lo apoyara, pero en cambio lo había encontrado a el.

—Kazu— lo llamo —Estas a un poco más de un año de salir, no es correcto que diga esto porque se supone que soy un profesional, pero si no tienes a dónde ir, puedes quedarte en mi casa, eres como un hijo para mí, sabes que yo perdí al mío años antes y por eso salí de Inglaterra— revolvió su cabello —El tendría veintisiete años ahora, pero no eres un remplazo, ni deseo que te sientas así, ambos son mis hijos.

—Gracias, pero no quiero causarte problemas con tu esposa! Son pareja y necesitan privacidad.

—A ella no le molestará, ¿Estás seguro?

Afirmo, Oliver era muy especial para el.

Su mente pareció encenderse, no quería recurrir a eso, pero llevaba medio año hablando con esa persona por cartas, de tantas cosas, le habia tomado cariño, por eso tenía una curiosidad inmensa para saber más acerca de esa persona, no importaba quien fuera, o como fuera.

—Tu, recibes las cartas en recepción todas las mañanas ¿No es así?

El hombre se cruzó de brazos, había un ligero sonrojo en las mejillas de su "hijo" su cabello ahora era completamente negro por los hombros.

—Claro— fue la respuesta, se hacía una idea de a dónde iba.

Kazutora jugo con sus dedos y aparto la mirada de los ojos contrarios, le daba algo de vergüenza.

—E-entonces, significa que sabes quién y como es—

—Afirmativo, ¿Acaso no sabes nada acerca de como es?

Negó, sabía su edad, lo que estudiaba, cosas que le gustaban, disgustaba y fechas de nacimiento, pero no sabía su nombre, ni como era físicamente.

—Me da pena preguntárselo, ¿Podrías decirme cómo se ve?— pidió.

Sacudió la cabeza con orgullo —decirte como es el va en contra de la promesa que hice para guardar su identidad!.

Hanemiya abrió los ojos y sonrió ampliamente —Es un hombre!— se tapo rostro, tenia mucha ilusión.

—Ouh, talvez no debí revelar eso