CAP IV

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"El dulce sabor de la liberación"

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-Al llegar al salón toca para poder tener el permiso de entrar-

-Adelante! - dijo el rey con voz firme

-Su majestad, ya estoy acá- contesto haciendo una reverencia frente al rey

-El rey pudo notar que su reparación no era la usual, sabia que se debía a algo en especial. Ella estaba sonrojada y con cierto brillo en los ojos

-Nurbanu, siempre tan puntual- se levanto para darle la mano

-Balduino, hay unas cosas que quisiera contarte- expreso con una mirada tierna y confusa

-En ese momento el rey la vio sabiendo de que querría hablarle, vio sus ojos marrones que los llenaba una luz diferente a lo que nunca la había visto antes

-Dime, dime que es lo que sientes. ¿O acaso es de otro tema? - pregunto con un tono de complicidad-

-¿Pero su majestad acaso es adivino? , como sabe sobre que quiero hablarle- soltó una risa coqueta

-Acaso crees que no he notado como tu y Salahaddin, he visto tus ojos brillar por tu padre pero jamás de la manera en la que brillan cuando lo ves- se acerco para verla mejor a los ojos

-Balduino... se que puedo abrir mi mente y corazón contigo-le dio una mirada confusa

-Sabes que tus palabras están a salvo conmigo así como las mías contigo- le tomo la mejilla para hacerla sentir tranquila-

-Dime, es acaso amor lo que sientes por el sultán?- dijo en tono suave

-Nose si sea muy temprano para sentir un amor pero no puedo negarte que desde que lo conocí no lo he sacado de mi mente, es como si mi tiempo parara cuando estoy frente a el. Es como si mi alma bailara de felicidad cuando escucho su voz- sonrió viendo a los ojos al rey

-Mientras caminaban a la mesa para tomar asiento con una silla frente a la otra, el rey no dudo en expresar sus pensamientos-

-He visto sus miradas, no solo la tuya si no la de el también, no dudaría en decir que el siente lo mismo. Tus palabras han sido muy acertadas al describir tus pensamientos, es una sensación incomparable- dijo mientras desviaba su mirada

-Dime, acaso no son las mismas sensaciones y sentimientos que sientes cuando ves a Dassel, y no intentes negarlo que también les he visto- rio con complicidad

-No te lo negare, ella me ha dado alegría al corazón así que puedo entender muy bien lo que sientes por Salahaddin.- dijo soltando una risa

-Sabes se me asemejan como el aire fresco que Dios nos ha enviado, que le dan calma y luz a nuestras vidas acá- noto al rey sonrojarse aun teniendo la mascara puesta-

-Ni usando la mascara puedes ocultarme como te sonrojas al tan sol escuchar el nombre de tu amada Dassel- sonrió con cierto tono coqueto

-Como ocultártelo si me lees hasta la mente con solo mover una mano, mujer!- dijo el rey riendo

-En ese momento se escucharon unos golpes en la puerta, no esperaban a nadie hasta la hora de comer-

-Adelante! - dijo el rey

-Su majestad- respondió Tiberias haciendo una reverencia

-Nurbanu, no sabias que estabas acá- dijo mientras Nurbanu se levantaba para darle un abrazo

-Donde te has metido, que no te he visto tanto hoy eh- pregunto siendo un poco burlona

-Ese no es cosa tuya- rio viéndola serio

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