Jerarquía. (Katsudeku/Omegaverse)

Prólogo.

Izuku toma la decisión de tomar un puesto de niñero, era un omega básicamente entrenado para cuidar bebés así que ese trabajo le caía como un diamante del cielo directo a sus manos.

Inko, la madre de Izuku, era la directora de la más prestigiosa casa omega, allí se les enseñaba todas y cada unas de las tareas que tendrían los omegas una vez estuvieran casados. Las tareas iban desde los básico de un hogar, limpieza,comida, bordado y cuidar de los cachorros, hasta lo más alto de los niveles en omegas, la magia, al entrar en una de esas casas de Omega se reciben estudios también, tanto en política como magia y descubrir la propia.

Muchos omegas que no tienen el estatus social o los medios para estudiar, así que se les enseñaba lo básico de leer y escribir. Pero al entrar en las casas omegas con el tiempo, y si su alfa se los permitía obviamente, podrían llegar a tomar buenos roles en su sociedad, tomar profesiones que se hacían desde casa, cómo ser un escritor.

También podían tomar cargos de medicina, aunque los omegas doctores y curanderos era menos visto que los demás, pues ese si era un trabajo algo pesado y ellos también podrían contraer las enfermedades de los enfermos al ser el subgénero más delicado físicamente, sus mentes eran más destacadas y por ellos se les daba más clases de todo lo que tuviera que ver con libros.

Una pareja joven que no ha tenido hijos pueden trabajar juntos, el omega llevaría todo el cargo de las finanzas que tendría su alfa y viajaría con él si era una persona de negocios. Y sí se tenía suerte, y el dinero, éstas parejas podrían contratar una servidumbre, omegas que también hayan pasado por una casa omega y con altas recomendaciones, así la pareja seguiría llevando su vida mientras en casa sus hijos estarían siendo cuidados en las mejores manos.

Izuku recibió la mejor educación, de su propia madre por decir lo menos, siempre destacó en sus clases, en cualquier cosa, eso incluía la magia. La magia del peliverde no era llamativa o muy poderosa, pero si era esencial, tenía el control sobre plantas, las haría crecer de la nada y sería la que quisiera.

El pecoso podría poner sus manos sobre un árbol muerto en pleno invierno y lo devolvería a la vida haciendo que de sus frutos. Por ello su propia madre le enseñó medicina, ya que al tener una magia tan buena como la de hacer crecer vida, podría usarla a su favor con las plantas medicinales.

Endulzar su aroma con las flores que salían de cualquier parte de su cuerpo era una anestesia potente para un alfa incluso en un estado salvaje, lo reduciría de un león a gatito embriagado con hierba gatuna. Habían trabajado en eso y siempre funcionaba, incluso lo utilizaba con su padre cada vez que llegaba furioso de algún accidente en su trabajo.

Relajaba la mente y cuerpo de su progenitor y en poco tiempo estaría buscando el cuello de su madre para terminarse de relajar. La mayoría del tiempo cuando pasaba eso, Izuku tendría que irse a su habitación y dejar que los mayores fueran a la suya, por suerte Izuku dormía bastante alejado de ellos.

Era bastante bueno, le gustaba mucho hacer que sus padres siempre estuvieran en paz y se llevarán bien, él sabe que a veces el cansancio y estrés puede hacer que hayan discusiones fuertes por cosas tontas, lo vio cuando era pequeño, pero al final las cosas siempre resultaban bien.

Ahora, Izuku tenía sus dieciocho años, graduado con honores y tomaría su primer trabajo fuera de casa. Ser niñero era lo único a los que los alfas no le decían que no a los omegas solteros y no se necesitaba de la aprobación de ellos para hacerlo. Por eso cuando una carta llegó desde el palacio pidiendo el mejor omega que tuvieran para cuidar del príncipe recién nacido, Inko miró directamente a su hijo.

Y con sus ojos verdes le dijo todo lo que haría, de todas formas el pecoso hubiera aceptado, después de todo era trabajar directamente a la familia imperial, eso haría que el apellido de su familia subiera aún más en su estatus y sobre todo, Izuku podría incluso atrapar a un canciller que trabajara con el emperador.

Obviamente Izuku elegiría a un buen alfa con el cual casarse, él no solo ser un omega con alto nivel, quería ser él omega, había estudiado y trabado duro en su vida para ser el mejor, entonces ¿Por qué no querría ser el omega del mejor alfa?

Quería una vida en la que no tendría que mover ni un dedo, solo en ponerle atención a su marido, bueno, se conseguirá al alfa más guapo posible para que esa tarea sea siempre grata, además con sus enseñanzas de seducción que había tenido antes lo iba a envolver alrededor de su dedo para que no tuviera ojos en otro lado.

Una vez el pequeño príncipe cumpliera sus cinco años se dejaría a cargo de sus nuevos tutores y su padre para que llevara los estudios de prepararse a tomar su futuro cargo. Entonces Izuku sería libre de trabajo al fin, se casaría con el alfa de sus sueños y iría todos los jueves por la tarde con un grupo de lectura, bebería té y hablaría con otros omegas chismes de infidelidades y mierda de sus maridos.

Esa vida era la que quería Izuku y era las que tendría, solo necesitaba ser él, amable y hacer bien su trabajo. Y mientras Izuku miraba a través de las telas que tenía las cortinas de su palanquín hacia el enorme palacio que se hacía más grande cada vez, no pudo evitar sonreír, todo lo que quería lo obtendría una vez cruzara las puertas de madera que estaban al frente de dicho palacio.

(...)

Vale, llegué yo con otra historia y se me van agarrando fuerte porque tendrá una trama parecida a la "Del bosque"

Tengo buenos amigis que me ayudaron a investigar la historia del imperio japonés, cualquier cosa rara que ponga lo explicaré al final de los capítulos, (obvio que hay que investigar para hacer algo bien hecho >:v) y eso cuesta tiempo damas y damos. Así que me van dejando muchos votos y comentarios en los capítulos siguientes.

Le mando todo mi amor a Ire-chan que me ayudó a investigar y a Videl por hacerme la portada. Te dedico este prólogo preciosa. 💖😚

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