Jerarquía. (Katsudeku/Omegaverse)

Capítulo 16.

Comentarios poderosísimos ✨ 🐜

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La llegada de Denki hizo que el palacio estuviera un poco revuelto, era el prometido de una familia cercana a la realeza, por lo que el emperador y sus consejeros debían de recibirlos en el salón del trono. Izuku estaría allí, sentado a un lado del enigma mientras cargaba al pequeño príncipe, era importante que hiciera eso para que Katsuo creciera familiarizado con eventos formales.

El lugar estaba bastante lleno, miembros de la corte estaban llenando los espacios en la parte de abajo mientras que Izuku los veía desde la cima de las escaleras sentado en un suave cojín y con un curioso cachorro que veía todo con sus ojitos bien abiertos. Katsuki no llegaba aún, pero las familias nobles ya estaban terminando de aparecer, el omega reconoció a algunos entre ellos, Todoroki, Hitoshi y por lo que podía reconocer, también estaba Takami, el miembro principal de las cinco sekkes estaba de pie al lado del trono de Katsuki, Aizawa.

Sabía de él, quién había sido elegido por el anterior emperador para ser sesshõ de lo que fue una vez el joven príncipe Katsuki cuando tenía cinco años. Su hijo y omega estaban abajo con los demás, al menos eso suponía ya que no conocía bien a los miembros de esa familia.
Izuku no reconocía a la última familia de sekke que hacía falta, había oído de ellos, pero eran más reservados.

—Guarden silencio, su majestad llegará en cualquier momento. —el sekke Aizawa silenció los murmullos del salón y se sentó en su lugar a la derecha del asiento que era destinado para Katsuki.

Dos guardias abrieron las compuertas corredizas e inmediatamente todos bajaron la cabeza en señal de respeto. El emperador entró con un porte estoico, su rostro serio miraba a toda por encima de su mentón, Izuku también agachó la cabeza y Katsuo en sus brazos dejó salir una pequeña risa, balbuceó cosas de bebé mientras agitaba los brazos y veía a su padre acercarse a su asiento.

El único sonido en el lugar era el que hacía el joven príncipe, las mejillas del pecoso estaban ligeramente rojas, podía sentir la mirada del enigma sobre él, más no se atrevió a mirar de reojo siquiera y concentró su atención en Katsuo, notando sus brillantes rubíes mirar al rubio mayor.

—Pueden levantarse —Katsuki murmuró con voz firme, no hacía falta gritar las órdenes para que todo el mundo lo oyera con la tranquilidad del lugar.

—Majestad —habló Aizawa—, Kirishima y su omega llegará en unos instantes. Muchos siguen algo confusos de por qué de repente ha formalizado un compromiso así.

De hecho, Shouta lo sabía, el rubio se lo había dicho, pero no era de su incumbencia decírselo a todos, eso debía hacerlo el mismo emperador. El alfa de cabellos negros no salvaría el trasero de los demás, cada generación de consejeros debía de tener a sus hijos casi contemporáneos a los príncipes, por suerte su Tamaki ya cumplía con su roll y estaba en cinta. Era una tradición, casi ley.

—Me parece que lo han dejado pasar, —Katsuki miró a sus súbditos sin pestañear—, han olvidado que mi hijo pronto comenzará a caminar, hablar y con ello a aprender, y no los veo a ustedes preocupados por ello, no hay vínculos, no hay nobles a nivel de mi cachorro que lo acompañe, crezca y aprenda sus deberes junto a él.

Murmullos colectivos empezaron a esparcirse entre toda la corte, e Izuku frunció un poco el ceño, oyó a su padre hablar sobre esa tradición, los hijos de los consejeros podrían ser incluso unos diez años mayor que el emperador, pero nunca podrían ser tan menores, nunca lo entendió bien, pero supuso que era para que las generaciones crecieran juntas, formando niveles de confianza y cierto apego con el paso de los años.

Aunque su madre dijo que era más para que los príncipes tuvieran con quién relacionarse que sean de su edad ya que su elecciones de amigos era bastante limitada. Entendió un poco más teniendo eso en cuenta, de cualquier forma era una tradición casi absurda, pues casi obligaban a las familias nobles a tener sus hijos en tiempos determinados.