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Mis ojos comenzaban a abrirse, sentía que mi cabeza pesaba y daba vueltas, me encontraba en mi habitación, habían pasado 3 días desde que Vance y Robin desaparecieron, en estos 3 días acompañaba a la mamá de ambos a pegar carteles, buscar por el pueblo e incluso ir a la iglesia a rezar por encontrarlos, ahí conocí a las madres de las demás víctimas, todas pedían con su alma que sus hijos estuvieran a salvo y que pronto aparecieran. Había descuidado mi alimentación desde que supe la noticia de Vance y Robin, deje de ir a la escuela para estar sola en casa, mi tío Max trataba de quedarse en casa lo máximo posible para cuidarme, mientras que su hermano salía en algunas ocasiones y me miraba desde el marco de la puerta esperando a que emitiera un sonido, Finney había venido en algunas ocasiones para animarme y ponerme al corriente con las clases, pero mi cabeza no daba para eso.

Todos estos días esperaba que aquellos niños estuvieran bien, sentía una ansiedad horrible al no poder hacer nada, cuando creía que nada podía ser peor, llegó una llamada a mi teléfono.

Hola, Aubrill, perdón que te llame de repente, pero quería saber si Finney estaba contigo.- escuche un pitido en mis oídos, no podía estar pasando de nuevo, no otra vez.

Gwen, que pasa con Finney.- mi voz se comenzaba a quebrar, el teléfono soltó un sonido en respuesta a que Gwen colgó.

Me levanté de la cama y corrí hacía la entrada, cuando abrí la puerta y comencé a correr, pude escuchar los gritos de mi tío Max, no me importaba, tenía que saber que estaba pasando con Finney, en el camino pensé en los lugares donde podía estar Finney, tenía la esperanza de que él estaba bien, tenía que estarlo. Mis piernas dolían con cada paso que daba, pero aun asi seguia corriendo, al llegar a la casa de Finney pude ver policías al rededor haciéndole preguntas a su padre, atrás de él se encontraba gwen, quien estaba llorando desesperada, corrí hacia ella y la abrace, empecé a acariciar su cabeza, sentía como mis lágrimas comenzaban a salir, no podía ser esto posible.

Eran las 3 de la madrugada y me encontraba en casa de Gwen, su padre me había pedido que me quedara con ella en lo que el iba con la policía, se había quedado dormida después de tanto llorar, me levanté de la silla en la que estaba y fui a la cocina por un vaso de agua, mientras pasaba por la sala vi una fotografía de Finney con Gwen, sentí como mi corazón se apachurraba, solo quería que esto fuera un sueño, no me imaginaba como se sentirían las madres, hermanos y amigos de las demás víctimas, mi única esperanza era los sueños de Gwen, ella me había platicado que había heredado el don de su madre, quería realmente que todo funcionará.

Al llegar la mañana Gwen se despertó preguntando si Finney había aparecido, con tristeza acaricie su manos y negué con la cabeza, volvió a llorar y la consolé, sentía horrible de verla así, su padre había vuelto y nuevamente me agradeció por acompañar a Gwen, desayunamos y seguí a lado de Gwen, no me importaría quedarme con ella algunos días con tal de que no se sintiera sola mientras su padre seguía con la policía.

Los días pasaban y mi tristeza aumentaba, los sueño de Gwen aparecían, pero no nos llevaban a ninguna parte, teníamos la esperanza de que viera algo que nos diera una pista, y así fue, tuvo un sueño que cambió completamente las cosas en mi vida.....

The punishment (Vance Hopper).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora