Peli y palomitas (pendiente Edición)

Capítulos 1-10

Esto es un drama.

Os lo adelanto por si veníais buscando una historia de amor perfecta.

Todo empezó tal y como en un cuento, eso sí, precioso.

Enamorados a los quince, discutíamos lo justo, nos complementábamos. Pero hay un momento en la vida en el que todo se desmorona.

Llegó así, de repente, sin avisar y me pilló desprevenida, en el momento en el que se suponía que debía ser el más feliz de mi vida, creo que por eso me dolió tanto, creo que por eso, no supe qué hacer, me superó.

CAPITULO 1

- Buenos días cielo, ¿cómo te encuentras? - me pregunta él, tan atento y pendiente de mí como siempre.

- Mal- le contesto arisca y asqueada, como siempre -. Se ríe y viene a darme un beso poniéndome una taza de café descafeinado calentito con mucho azúcar.

- Bueno, hoy de momento no has vomitado, eso es buena señal- me dice animándome.

- Dame tiempo.

- Normalmente no llegas a sentarte a la mesa sin antes pasar por el baño, ya estás de quince semanas, en teoría las náuseas deberían ir desapareciendo.

- Si tú lo dices... -, le contesto dando mi primer sorbito al café.

Aunque no lo parezca, estoy súper ilusionada, ¡voy a ser mamá!

Pero odio las náuseas, supongo que, como todo el mundo, pero a mí me superan.

Las tengo todo el día, matutinas las llaman...

Decidimos ser papás sin pensarlo.

Estábamos una noche en la cama, hace aproximadamente cuatro meses, me quitó el cojín que tengo para abrazar mientras duermo y yo le quité su almohada, le di con ella en toda la cara y, él hizo lo propio con mi cojín. Y ya sabéis, una cosa llevó a la otra.

Nosotros siempre esperamos casi al final para ponerse el preservativo, pero esa noche paró, me miró, me besó y, acariciándome la cara, me dijo que no quería ponérselo.

Si, por supuesto que me puse a llorar, pero ese momento fue uno de los más felices de mi vida.

CAPITULO 2

- Buenos días nena, es la una de la tarde, ya ni desayunes - me dice sonriendo y dándome un beso.

- ¿Y mi café? - le pregunto haciendo pucheritos.

- Ya después, que luego no comes - me dice en tono tajante pero divertido -. ¿Qué quieres comer hoy?

- Pues algo rico, que es sábado - pido sonriendo con cara de "por favor".

- Algo rico dice, ni que comieses algo malo tú en algún momento.

- Ya, pero entre semana me tienes a cositas verdes y sanas - comento mientras hago el gesto de comillas cuando digo sanas.

- No sé por qué dices sanas - dice imitando mi gesto -, son sanas de verdad boba, y te vienen genial, nunca te has visto comiendo tan bien como ahora, así que de nada -. Yo le hago burla mientras habla, pero no le contesto porque tiene razón, pero hoy es sábado y se come rico.

- Vale, pero hoy quiero patatas fritas - digo salivando, si lo pienso muy fuerte puedo hasta olerlas.

- ¿Patatas fritas con qué? - me pregunta riéndose y negando con la cabeza, me da por perdida ya.