MÍ Hermosa Mate.

-5#Capítulo-.

{No Me Arrepiento...}

RUBÍ#

Su olor es delicioso y adictivo, es el olor de Mí Tua Cantante, Mí Mate, Mí Alma Gemela.

Porque sí, a pesar de que lo niegue una y otra vez esa es la realidad.

Pero el caso es que, no estoy completamente segura de mis sentimientos hacia él, cuando tenía 16 años estaban más que claros, pero ahora... no tanto.

Tampoco puede pretender venir aquí y que yo lo acepté así porque sí, no, claro que no, las cosas no son así de fáciles.

Tomé una bocada de aire llenando mis pulmones mientras trataba que las palabras salieran de mi garganta, mala idea, su olor se coló más en mis sentidos nublandome pero, también percibí un olor completamente distinto al de él, era como a cigarrillo, no estaba muy segura, pero era imposible porque yo tengo entendido que Andrés no fuma, o.. ¿sí?

Andrés me miró un momento antes de soltar un suspiro y hablar:

—Quiero que hablemos, sé que a lo mejor no querrás escucharme y lo entiendo, lo entiendo perfectamente, pero.. —cerró un momento sus ojos y paso la mano por su castaño cabello, parecía vulnerable, y eso hizo que sintiera un leve pinchazo en el corazón, — ...quiero que conozcas las causas del por qué me fui, no fue mi elección, estaba siendo literalmente obligada a ello, y quiero que sepas todo con lujo de detalles.

Entrecerre mis ojos hacia él mientras ladeaba mi casa pensando, eso pareció intimardolo un poco porque se encogió ligero mientras miraba hacia bajo y jugaba con sus dedos. Contuve una sonrisa porque, ¡vamos! Se veía gracioso parecía un niño pequeño siendo regañado.

—Bien —me escuché decir mientras me cruzaba de brazos dejaba de todas esas capas de tela que tenía crubiendome, —mañana salgo del gimnasio a las 4:00pm, ve a buscarme y hablamos.

Andrés me miró a los ojos, en los suyos se reflejaban muchas emociones juntas.

—De acuerdo, entonces hasta mañana —me sonrió de lado.

—Hasta mañana —dije seria y cerré la puerta.

Solté un suspiro y recoste mí frente contra la madera, sintiendo mi corazón algo acelerado junto a otra cosa que, aunque me cueste admitirlo son las famosas mariposas haciendo acto de presencia.

—Sigues enamorada de él —habló Lea con emoción.

—Claro que no.

—No era una pregunta, solo afirmaba lo obvio —dijo y cerró el link.

Volteé mis ojos a su comentario y me acosté de nuevo en la cama haciéndome un ovillo.

—¿Peli? —pregunta Adriel rascándose los ojos.

—Aquí estoy —respondí y recoste mi cabeza contra su hombro, sentí como depositó un beso en mi coronilla y recostó su cabeza contra la mía.

Cerré mis ojos y dejé mi mente en blanco, no pensé en nada, y por fin me pude que dar dormida.

[♡°♡°♡]

—Uno, dos, tres.. uno, dos, tres... uno, dos, tres.. y listo, eso es todo por hoy —me dijo Adriel y yo asenti con la cabeza.

Tomé la toalla y la pasé por mi frente, la pasé por mi cuello y me quité los guantes, dirigí mí vista hacía el gran reloj del gimnasio viendo que faltaba un cuarto de hora para las 4:00pm.

Tragué saliva, tenía que admitirlo estaba un poco ansiosa.

—Muy ansiosa —me corrigió Lea con una sonrisa burlona.