MÍ Hermosa Mate.

31#Capitulo

{Reconciliación y felicidad hasta que la muerte los separé.}

Rubí#.

Toque la puerta de la habitación de Andrés, una vez, dos veces, tres... cuatro... okey, ya me estaba preocupando.

~¿Qué tal que ha salido y yo aquí tocando la puerta como una estúpida?~ pensé.

—Están ahí, siento la presencia de Jackson cerca —me dijo y cerró el link.

Suspiré estirando la mano y tomando la manija de la puerta de la habitación de Andrés, la giré y su olor se intensificó, entre mirando en toda la habitación, estaba vacía, cuando cerré la puerta a mis espaldas escuché la puerta del baño ser abierta.

~Se estaba bañando, uhm...~

Mi mate salió del cuarto de baño con solo una toalla alrededor de sus caderas y mojando todo el piso, me miró, solo hizo eso durante los 15 próximos minutos, mirarme mientras las gotas que se escurrian por su torso hasta desaparecer en su toalla me traían hipnotizada, había contado 23 en total cuando volví a la realidad. Me mordi el labio pensando que quería ser esas...

~No, no, no Rubí dejate de eso~ pensé sacudiendo la cabeza.

~No te culpo querida, esta para comérselo y no dejar ni las migajas~.

~¡Conciencia!~

~¡Es la verdad!~

—Cielo yo... en serio lo siento no fue mi intención hablar de esa manera, yo simplemente tengo miedo, no quiero perderte... no de nuevo, eres muy importante para mi, tanto como los latidos de mi corazón que cada uno de ellos te pertenecen, el aire que mi pulmones necesitan, así eres tu para mi, —habló atropelladamente dando algunos pasos hacia mi, hice mi mayor esfuerzo por prestarle atención y mirarlo a los ojos ignorando el hecho de que estuviera solo con una toalla alrededor de sus caderas.

No me malinterpreten ya lo he visto sin camisa y toda esa cosa pero viéndolo ahora así, con el cabello soltando gotas sobre su rostro, una simple toalla en sus caderas, con gotas recorriendo sus hombros, pecho y abdomen hasta perderse en el inicio de su V con la toalla absorbiendolas... trague saliva obligándome a verlo a los ojos.

—¿Amor? ¿Qué ocurre? —pregunta y entonces pude ver un destello de picardia en su mirada haciéndome sonrojar y él en cambio se mordió el labio inferior para contener una sonrisa.

—Yo... También lo siento mucho, no reaccioné de la mejor manera, no fui madura y debí pensar antes de actuar, lo siento —baje la vista a su cuello y tomar una respiración profunda lo cual fue una mala idea debido a que su olor se colo en mi nariz haciéndome estremecer.

Sentí sus dedos deslizarse por mi mentón hasta alzarlo, su pulgar acaricio mi mejillas con suavidad mientras me perdía en sus ojos.

—Ambos cometimos un error y eso normal entre las parejas, —hizo una pausa examinando todo mi rostro con lentitud —lo importante es siempre reconocer que nos equivocamos, saber perdonar a la persona y decidir seguir adelante o no.

Asentí lentamente, me atrajo a sus pecho envolviendome en un abrazo.

—Lo siento, a veces soy un idiota que no piensa antes de hablar —me susurro y yo reí.

—¿A veces? —le pregunté con ironía.

—Bueno, casi siempre pero oye... tú también eres muy cabezota —le pellizque una costilla sintiéndolo pegar un brinco, reí a la vez que apoyaba mi cabeza en su pecho desnudo y mojado —me encanta como se te arruga la nariz al sonreír —dijo y se inclino para depositar un beso en mi frente, me puse de puntillas haciendo un puchero sabiendo que mi mate ya sabía lo que yo le pedía, que me besara y así lo hizo.