MÍ Hermosa Mate.

-17#Capítulo-.

{¿Declaraciones de Guerra?...}

Andrés#.

—¿Hacerle daño? —repitió Jackson con una sonrisa sin la más mínima gota de gracia, —primero yo les arranco las extremidades de sus cuerpos a que esos idiotas que intenten tocarle un solo cabello.

—Estoy contigo —dije mientras apretaba mis dientes.

—¿Quién quiere hacerte daño Cielo? —le pregunto lo más dulcemente que puedo cuando después de una hora se pudo calmar.

Ahora estábamos sentados en mi cama, tenía sus piernas encima de las mías mientras veía como entrelazaba una y otra vez nuestras manos.

—No lo sé, solo podía escuchar a esa mujer repetirme una y otra vez que ellos quieren hacerme daño, quieren lastimarme —una lágrima se derramó por su mejilla, la limpié rápidamente.

—¿Y no pudiste ver a nadie? —preguntó con mi tono de voz suave mientras que por dentro siento una llama de ira crecer y crecer.

—No —negó con su cabeza seguido de recostarla contra mí hombro.

—Tenemos que decirle a Nana, contarle esto, a lo mejor ella sabrá que hacer, —hablé —mientras —tomé su rostro entre mis manos haciendo que me miré —no dejaré que nadie te haga daño ¿bien? Primero tienen que pasar por encima de nosotros y toda la Manada.

Mí Mate me miró un momento antes de asentir con la cabeza, le sonreí y deposite un beso en su frente.

—Nana te veo en mi despacho luego del desayuno, por favor ¿puedes mandar a alguien a traernos el desayuno a mi habitación? No tenemos deseos de salir por hoy, ah y que sea el favorito de Rubí —le dije a Nana en su mente.

—¿Qué tal si te vas a dar un baño en lo que una de las chicas nos traen el desayuno? —le pregunto a Rubí, ella suspiro pero asintió y salio de mi habitación para entrar a la suya.

Yo entre a mi baño, me di una rápida ducha y me aliste, me acerqué a la mesita de noche donde había dejado la laptop y la tomé, me senté en una pequeña mesa redonda que había en mi habitación y abrí la laptop, busqué el archivo del video y se lo mande a Luis, tomé mi celular y le escribí un mensaje.

"Estuve viendo las cámaras de seguridad por lo que me habían dicho los soldados del Rey Arno y mira lo que encontré"

Se lo envié y justo en eso escuchó unos toques en la puerta, me levante y la abrí viendo a Nana junto a una chica de servicio con varias bandejas, las deje pasar mientras tomaba una de las bandejas, las dejamos sobre la mesa que se encontraba en mi balcón, la chica de servicio se despidió con una reverencia, Nana miró la cama e hizo un chasquido de dedos haciendo que esta se acomode sola, antes de voltearse hacia mí.

—¿Me puedes explicar? —pregunta en un susurro acercándose a mí.

—Por ahora no puedo Nana, lo haré después del desayuno en mi despacho —le explique, Nana asintió y cuando estaba dispuesta  salir vio que iba entrando Mí Mate.

—Buenos días mí Niña, ¿cómo amaneciste? —pregunta Nana abrazándola.

—Buenos días Nana, estoy bien —respondió Mí Mate mientras le correspondía el abrazo.

—Bueno, los dejo desayunar, tengo cosas que hacer —Nana nos sonrió y salió cerrando la puerta a su espalda.

—¿Tienes hambre? —le pregunto acercándome hacia ella y tomando sus manos entre las mías para luego depositar un beso en las mismas.