27#Capítulo.

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3 meses más tarde...

(Han pasado 5 meses en total, dos que pasaron antes de que narrará Maxim y ahora 3 más, aclaro para que no se confundan).

{Te perdono...}

Andrés#

5 puñeteros meses han pasado, 5 meses sin que mi mate despierte, 5 meses en que no he oído sus voz, no he visto su sonrisa, no la he visto sonrojarse cada que le hago un cumplido, besarla y cargarla entre mis brazos.

Mi estado de ánimo todo los días era horrible y ni hablar de mi rutina diaria, la cuál era así.

Me despertaba alrededor de las 6, me daba una ducha, medio comía algo de fruta de desayuno y me encerraba en mi despacho detrás de todo esos papeles sobre mi empresa y mi Manada, luego después del almuerzo a las 12:30 —el cuál me comía todo con mucho esfuerzo para no escuchar las quejas de Nana—me iba hacia los calabozos y duraba ahí por lo menos unas 6 o 7 horas. Salía de ahí me daba otra ducha de agua fría para quitar toda sangre, dolor y cansancio de mi cuerpo por haber estado torturando a esos imbéciles, seguido de pasar toda la noche y parte de la madrugada en la habitación donde se encontraba mi Mate, observándola, hablándole, deseando en lo profundo de mi corazón que despertase.

Y así todos los días, solo dormía como 4 o 5 horas, sé que a mi mate no le gustaría eso pero es difícil irme a dormir sabiendo que al despertarme no la veré sonreírme.

Hoy como todos los días me desperté a las 6, me levante, me duche, me puse ropa deportiva pensando en salir a correr un rato para distraerme, pero antes me pase por la habitación de mi mate, había una enfermera mirando sus latidos, oxígeno y demás.

Una vez me vio hizo una reverencia, yo me acerque a mi mate y me senté a su lado, tomé su mano y deposite un beso en el dorso, justo cuando hice esta acción sentí que mi mate me apretó la mano.

Mire su rostro, sorprendido.

—Ella.. mi mate.. acaba de apretarme la mano —le dije a enfermera, está me miró y asintió.

—Llamaré al doctor —dijo y salió rápidamente de la habitación.

Sentí una lágrima deslizarse por mi mejilla mientras sostenía su mano entre las dos mías, sonreí por la gran diferencia de tamaño y por pensar que estaba la posibilidad de que Rubí despertará.

20 minutos más tarde a mi mate le estaban haciendo todo tipo de examen para poder comprobar si ya estaba despertando del coma, yo por mi parte estaba impaciente.

—Alpha —me llamo el doctor, me levante de la silla donde estaba sentando cuando lo vi salir de la habitación de mi mate.

—¿Qué tiene mi mate? —pregunté levantándome.

—Bueno, después de varios chequeos —dijo viendo su libreta —he de decirle que su mate está despertando, solo hay que darle tiempo. —mis ojos se llenaron de lágrimas pero las contuve.

—Gracias Doctor.

—Estamos para servirle Alpha —dijo y se fue por el pasillo.

Rubí#.

—¿Y cómo está papá? —pregunté manteniendo mis ojos cerrados mientras sentía las manos de mi madre peinarme el cabello.

—Está bien cariño, extrañandote cada día —dijo y entonces siento que detiene sus movimientos.

Me voltee hacia ella abriendo mis ojos, tenía una expresión seria.

MÍ Hermosa Mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora