#01 y 02 Viven en nuestras sombras

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Capítulo 01

El Gremio de Aventureros ubicado en el pueblo conocido como Azazel, esta institución está ubicada en lo alto de una montaña hecha de fuertes ladrillos y acero, una cerca de lanzas metálicas rodea todo el recinto y en lo alto del edificio lúgubre y oscuro se puede ver una campana de bronce llena de suciedad como si nadie la hubiera tocado en siglos y en lo alto una bandera se mueve con el viento una que porta el nombre y la marca del Gremio, Llama Carmesí.

A los pies de la montaña se encuentra el poblado de Azazel, allí lo primero que encontramos en la plaza es la estatua de ese mismo Ángel Caído mostrándose bastante mal cuidada y oscura como el pueblo en sí, a pesar de ser de noche un ambiente de soledad y conflicto rodea a la población, algunos caminos del pueblo están construidos con ladrillos otros son trillos de tierra, las viviendas son humildes alumbradas con antorchas, se puede ver en los callejones mendigos como prostitutas esperando algún cliente, el lugar más brillante del lugar es el bar que se encuentra en la plaza, donde hombres beben cerveza mientras miran con malos ojos a las camareras.

Y en los lejos... un bosque allí se puede observar entre la maleza y la espesura caminando por el camino de tierra a una chica la cual en su hombro lleva la marca del gremio la cual se nota que fue hecha con hierro fundido, siendo una quemadura que dibuja el símbolo de la institución.

Esta chica es de estatura pequeña y complexión delgada teniendo un cabello muy largo, es liso ondulándose en las puntas, además tiene echa dos coletas predominando las ondulaciones, grandes flecos cubren su frente como cerquillo estando ella bastante despeinada, el color de su pelo es marrón teniendo un tono rojizo, sus ojos son filosos de color azul marino, a pesar de su estatura tiene unos pechos grandes y buenas curvas estando vestida ella con un escote de color rojo y bordes negros teniendo en sus brazos dos mangas separadas de los hombros del mismo diseño notándose por dentro que tenía una malla metálica, su abdomen está desnudo y lleva una mini falda portando unas medias altas que le llegan a los muslos ambas prendas del mismo diseño, de calzado tiene unas botas metálicas con diseños de color zafiro y en su espalda un arco de madera junto a una bolsa con flechas.

-Mi nombre Scarlett, mi apellido por ahora no importa, bueno...- decía ella mientras caminaba observando de manera inquieta las copas de los árboles, -Trabajo en el gremio y tengo una misión, mi trabajo es matar un demonio, son las únicas misiones que hay, se suponía que el último avistamiento era en este bosque, pero no veo nada, supongo que puedo regresar, pero no, si lo hago con las manos vacías me tomaran por inútil, yo quiero superar a mi hermana, pero tengo miedo, tengo que volverme una Bruja muy fuerte, pero... ahhhh!!!- seguía diciendo ella teniendo una pelea consigo misma terminándose por arrodillarse en el suelo deprimida.

De pronto se escuchó un ruido en el bosque y ella giró su cabeza rápidamente y observo un árbol en específico que tenía la silueta de un humano asomándose del, tratando de ocultarse para no ser percibido, pero la estaba observando, estaba muy oscuro y no se distinguía nada, pero se podía ver sus ojos los cuales eran de color negro de pupilas rojas, al ver esto la chica se puso pálida y perpleja y se levantó rápidamente empezando a correr.

-¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhh!!!!- gritaba ella desesperada llegando a visualizar una casa en malas condiciones de madera en medio del bosque, ella terminó por abrir la puerta rápidamente y cerrarla recostándose a ella respirando fuertemente, -Que era eso, menos mal que nadie me vio, cómo una bruja va a ser tan cobarde, pero es que daba mucho miedo- termino por decir arrodillándose en el suelo llorando de manera cómica.

-Que es este lugar, no lo vi cuando entre al bosque, una casa abandonada, entonces eso significa que perdí el camino y estoy perdida- ella observaba el lugar viendo varias telarañas, camino hasta una mesa por la cual paso el dedo y vio que saco gran cantidad de polvo, -Esto no me puede estar pasando, espera, porque sigo hablando sola desde que entre al bosque, nadie me escucha, ah, será que realmente soy una cobarde- se dijo ella misma suspirando hasta que sintió algo sobre su hombro y se giró a ver quedándose perpleja.

PurgatorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora