Esta vez no

84 5 1
                                    

Estoy apunto de llegar al ascensor cuando escucho el ruido de la puerta al abrirse.
Y la voz de Matias resuena en todo el pasillo.
Amalia si te subes a ese ascensor daré por terminado nuestro compromiso para siempre.
Respiró profundamente y haciendo un esfuerzo por no mirar atrás tocó el botón del ascensor para irme a casa.
Demasiado le aguantado no estoy dispuesta a seguir aguantandole ni un segundo más.
-Amalia
Escuchó gritar desesperado a Matias antes de que las puertas del ascensor se cierren.

Abro la puerta de casa con los dedos temblorosos y con las lágrimas deslizándose por mis mejillas sin control como puedo haber malgastado tantos años de mi vida con un ser tan egoísta que no tiene en cuenta mis sentimientos.
Me limpió las lágrimas y respiró profundamente para intentar tranquilizarme.
Subo las escaleras rápidamente y me voy directa a mi habitación.
No puedo creer que haya desperdiciado todos estos años al lado de ese hombre.
Me tumbó en mi cama, cojo la almohada y me tapo la cara con ella para silenciar el grito que está apunto de salir de mi boca…
Minutos después, suena mi móvil, meto la mano en mi bolsillo y lo saco miro la pantalla es Amanda, esta vez voy a cogerselo estoy harta de dejar de hacer cosas por complacer a los demás.
-Dime Amanda.
-Hasta que al fin la señorita se digna a cogerme el teléfono. -dice con sarcasmo.
Lo siento no tengo un buen día.
-Solo llamaba para intentar convencerte una última vez, de que te vengas con nosotros de viaje es la despedida de nuestra amiga, te pasas la vida intentando complacer al idiota de Matias, aunque lo nueges se que si no vienes es por él.
Por primera vez en mi vida voy hacer lo que me da la gana…
-Voy air a Ibiza con vosotras.
-Joder eso no me lo esperaba, lo dices en serio.
-Nunca hable tan en serio.
-Voy a sacarte los billetes para el primer vuelo que haya libre antes de que te arrepientas pedire un
taxi para que te lleve al aeropuerto.
-Veo que estás en todo.
-Si ya lo sabes-dice Amanda orgullosa- en menos de una hora tendrás el taxi en tu puerta.
-Gracias.
-No hay de que.
Cuelgo el teléfono, y comienzo hacer las maletas esta vez yo decidiré por mi misma.
Minutos después, la puerta de mi habitación se abre de par en par y entra mi madre por la cara que trae ya debe haberse enterado de lo de Matías, anda que tardó en irle a mi madre con el chisme.
-Amalia, te volviste completamente loca como se te ocurre romper tu compromiso con Matias.
-¿Te contó por qué?, Por qué te aseguro que tengo motivos de peso.
-Si y me parece increíble, cómo puedes dejar a tu prometido solo porque le dieron un ascenso en otra ciudad.
-Mamá las cosas no son así, él pretende que deje mi trabajo mi vida y le siga sin rechistar.
-Es tu deber como su prometida y futura esposa, yo deje mi carrera como modelo por criaros a ti y a tu hermano y que tu padre pudiera dedicarse a su carrera.
-Pues lo siento yo no soy como tú, no voy a sacrificar mi vida profesional y mucho menos personal ni por Matias ni por nadie.
-Amalia no sabes lo que estás diciendo, ve ahora mismo a buscarle y discúlpate.
-Sabes lo que te digo que esta vez no.
Agarro mis maletas y bajó a trompicones mis maletas…
-Dónde te crees que vas, no te reconozco, no hagas cosas de las que luego te vayas a arrepentir.
- Voy a vivir mi vida, y disfrutar de mi libertad.
Giró el picaporte de la puerta y me dispongo a salir cuando escuchó los gritos desorbitados de mi madre.
-No te atrevas a salir por esa puerta.
Hago caso omiso a mi madre y salgo por la puerta cerrandola a mis espaldas.

El taxista guarda mis maletas en el maletero,mientras yo me subo al taxi.

Segundos después mi madre sale del portal hecha una verdadera furia.

-¡Amalia bájate del taxi ahora mismo!

Niego con la cabeza y echó el seguro.

El taxista se sienta en el coche.

-Estoy listo cuando usted diga.

-Amalia no te atreves esto solo es una pelea tonta baja.

-Arranque vamos a qué espera.

El taxista arranca el coche a toda velocidad.

Sin mirar atrás apago mi móvil, es hora de mirar solo por mí.

Esta vez pienso hacer lo que me dé la gana.

Después de varias horas en el avión al fin llegó al aeropuerto de Ibiza.

Cojo un taxi y al cabo de un buen rato llego al hotel.

Amanda me está esperando en la recepción, al verme se acerca rápidamente y me da un cálido abrazo.

-Me parece mentira que estés aquí.

-Ya ves la vida da muchas vueltas.

Busco con la mirada al resto de mis amigas pero no están por ningún lado.

-¿Y las demás donde están?

-En el spa relajándose para coger fuerzas para la fiesta de esta noche.

-Miedo me das.

-Vamos te mostrare la habitación que compartiremos.

-Vamos.

Amanda mete la tarjeta en la puerta y la abre.

La habitación es bastante grande y tiene unos grandes ventanales donde se puede ver toda la isla, y lo mejor dos camas enormes. 

-¡Vamos quita esa cara Amalia.!

- Cómo quieres que este si acabo de romper con mi prometido a tan solo un mes de la boda.

-Olvidate de todo y disfruta del fin de semana.

Casada con mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora