Todo es una mentira

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Narra Darío Jones

            

Aparcó el coche justo enfrente de la puerta de nuestra casa como de costumbre.

No puedo dejar de pensar en Amalia esa mujer va a volverme loco en todos  los sentidos de la palabra.

Espero que entre en razón y se de cuenta de que la boda es la mejor solución.

Entró en casa y como siempre subo directo a la habitación de mis padres.

Como siempre la puerta está entreabierta así que entro sin llamar.

Se me parte el corazón al verla ahí tumbada en esa cama tan frágil tan pálida la vida a veces puede ser muy dura.

Me acercó a su cama y acarició su mejilla con ternura mamá abre los ojos y esboza una tierna sonrisa.

—Cariño, no te oí entrar.

—Acabo de llegar mamá no quería molestarte.

—No es una molestia, me encanta que seas lo primero que veo cuando abro los ojos.

—Como te encuentras hoy mamá.

—Bien cariño no tienes que preocuparte.

Siempre me dice que está bien pero yo sé que no es cierto la veo deteriorarse día a día sin poder hacer nada para ayudarla.

—No sabes lo feliz que me hace que me vayas hacer abuela pensé que nunca sentarias cabeza y fíjate me equivoqué.

Papá me dijo que la boda es en un mes cuando piensas presentarme a tú prometida.

—Pronto mamá cualquier día de estos lo traeré para que la conozcas.

—Me encantaría conocer a la chica que conquistó el corazón de mi pequeño.

Siempre supe que Eliza no era para ti por mucho que ella se empeñara.—dice mamá bastante fatigada.

—Tu siempre tienes razón.—digo dándole un beso en la frente.

Mamá te dejo descansar, vendré luego para cenar contigo.

—Claro cariño.

Salgo de la habitación y cierro la puerta a mis espaldas.

De pronto escuchó gritos en la sala parece la voz de Eliza que estará pasando.

Bajo rápidamente las escaleras y me encuentro a nuestra ama de llaves intentando tranquilizar a Eliza sin demasiada suerte.

—Señorito la señorita vino muy alterada.

Retiraré Palmira yo me ocuparé de ella.

—Como ordené.

—No entiendo nada pensé que empezábamos a construir algo bonito y me encuentro con esto.—dice mostrándome la portada de una revista de cotilleos.

Miro atentamente no puede ser mi padre anunció mi compromiso con Amalia sin consultarme de que me sorprendo él es a si hace y deshace a su antojo.

—De verdad vas a casarte con una empleaducha.

—Tranquilizate mi madre intenta descansar.

Pero ella parece que ni siquiera me escucha.

—Vas a tener un hijo con esa mujer no puedo creer que me engañarás de esa manera.

—Te recuerdo que no somos pareja y cada uno puede hacer con su vida lo que le venga en gana.

—Pero sabes que te amo y lo mucho que luchado desde siempre por qué tuviéramos una relación.

—Tranquilizate vale si que voy a tener un hijo con ella pero es fruto de una noche de fiesta no fue intencionado y no hay nada entre ella y yo aparte de ese bebé.

Es más yo diría que hasta me odia no importa lo que yo sigo o haga a ella  

siempre le parece mal.

—Entonces la boda no me mientas Darío.

—Tranquilizate y te lo contaré todo.

—Esta bien ya estoy más tranquila.

Si no le cuento la verdad no va a callarse la conozco bien 

     Narra Amalia

Al día siguiente cuando abro los ojos la cabeza me va a explotar no he dormido nada bien no puedo dejar de pensar en la propuesta de matrimonio de Darío y aunque me sigue pareciendo una locura casarme con un desconocido he de reconocer que es la mejor opción para que se tranquilicen nuestras familias.

—Si, dígame

—Soy Amalia, después de mucho pensar he decidido aceptar tu propuesta de matrimonio.

—Esa es una buena noticia nos vemos en una hora en la cafetería que hay enfrente de la empresa para ultimar algunos detalles.

—Estaré allí 

Y sin darle tiempo a responder cuelgo el teléfono.

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2022 ⏰

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