La reunión

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— ¿Cómo sabías que era Draco, Potter?

Fue Zabinni quien preguntó consiguiendo que Hermione levantara la cabeza.

Harry recordó el momento:

Hermione asomándose por aquella puerta, mirando de lado a lado del pasillo, seguramente alertada por el grito que había dado Ron. Una mano se dejó ver por encima del hombro de la chica y la abrazó desde atrás, arrastrándola al interior del aula.

Una mano pálida de dedos largos, con un anillo que había visto demasiadas veces.

— El anillo — Dijo sin más.

— ¿Y ahora qué? — Preguntó Ginny.

— Ahora me vais a contar por qué habéis jodido mi perfecto sábado — dijo Blaise apoyándose en la pared.

— Es asqueroso — Ron parecía no ser capaz de reaccionar aún — Hermione... ¿Malfoy?

— Sí, a mí también me parece algo grotesco — Añadió Zabinni.

— Ciertamente inesperado — dijo Harry con incomodidad.

— Increíble — Esta vez fue Ginny — Sabía que te veías con alguien — dijo mirando a su amiga — Creí que era Zabinni.

— ¿Cómo? — Exclamaron a la vez los aludidos.

Blaise miró a Hermione ofendido ante el tono de desagrado que ella había usado.

— Yo creí que era Theo — Acotó.

— ¿Qué? — Al grito esta vez se unieron Draco y Luna.

Nott miró a Lovegood que parecía molesta con aquella insinuación y sonrió.

— ¿Por eso me robaste el mapa? — Harry ignoraba a los demás y fijaba su vista en Ginny.

— ¡Lo tomé prestado! — Exclamó ofendida.

— ¡Un Weasley no roba! — Ron recordó de pronto por qué estaba allí a aquellas horas de la mañana y enfrentó a su hermana.

— Ni falta que lo jures — Theo le miró de arriba abajo.

Luna se acercó y poniéndose de puntillas le tiró de la oreja

— Eso fue cruel Theodore Nott. Un héroe nunca es cruel.

— ¿Héroe? — Draco se atragantó y soltó una carcajada — Lo que me faltaba.

Nott miró a su amigo con rencor y se apartó de la mano vengativa de Lovegood.

— Está bien comadreja no hace falta que vocees — Blaise se puso en medio de los hermanos, pese a que Ginny no se quedaba corta a la hora de responder al pelirrojo.

— ¿A ti qué demonios te importa Zabinni? —Harry se acercó a él dispuesto a darle un derechazo.

El chico solo se cruzó de brazos aún delante de Ginny que se asomaba por encima de su hombro fulminando a Ron con la mirada al más puro estilo Molly Weasley.

— ¿Ernie? — Todos, absolutamente todos giraron sus cabezas con perfecta sincronización hacia el sonido de aquella voz — Merlín ¿Qué te ha pasado?

Hannah Abbott y Neville Longbotton se acercaban por la derecha del corredor, la primera con los ojos clavados en MacMillan y el segundo parpadeando confuso.

Lo que a todos pareció pasarles desapercibido fue el hecho de que los dos jóvenes iban tomados de la mano y que se soltaron en el momento en que aquella extraña comitiva se volvió a mirarles.

Un sábado cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora