Capítulo 11

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Calle POV

-¡Vamos, Calle, ábrelo ya!-Moví mis manos sobre la caja rectangular escuchando el papel rasgarse. Pasé mi mano por todos los bordes hasta tocar la tapa.

-Espero que te gusten.-Dijo Abi.-Son unos Nike blancos con franja amarilla.

-No tenías porqué.-Le dije mientras colocaba la caja con mis nuevos Nike en la mesa.

-Y este es mío.-Dijo Juli. A pesar de no pasar mucho tiempo juntas me estaba dando un regalo, me sentí algo incómoda ya que en tres años la única persona a mi alrededor había sido Abi.-Es una caja de chocolates de una cafetería en Seúl.

-Gracias, Juli.-Dije mientras ella colocaba la caja en mis manos. In serio, no tenían porqué hacer gastos en mi...

-Tonterías.-Dijo Abu despeinado mi cabello.

Por lo general siempre Abi me sorprendía con estas pequeñas fiestas en mis cumpleaños, no me gustaba celebrarlo por lo que ella nunca pedía permiso.

Poché estaba algo callada, o eso creía hasta que Juli y Abi se despidieron. Alcancé a escuchar unos murmullos de parte de ellas hasta que desaparecieron con el cierre de la puerta.

-No me olvidé de ti.-Dijo mientras estaba apoyada en la pared, sus pasos fueron acercándose cuando sentí sus manos rodear mi cintura. Feliz cumpleaños, Calle.

Lo siguiente qué pasó es que mi cuerpo se quedó estático, sentí como cada músculo de mi se tensaba mientras sus manos seguían abrazándome cada vez más.

Ni siquiera Abi me había abrazado porque sabía que no me gustaba el contacto. Pero no fui capaz de apartarla.

Para mi suerte, lo siguiente que sentí fueron sus labios en mi mejilla depositando un pequeño beso.

No supe cómo reaccionar ante ello. Senti como un hormigueo se situaba en todo mi rostro hasta que ella me soltó notando lo tensa que estaba.

-Perdón...debí avisarte que haría eso.

-Sí, la próxima vez no lo hagas.-Le dije algo seria tratando de ocultar aquel hormigueo. -Bueno, yo...te traje algo. En realidad...no sé cómo lo vas a tomar pero...quería...

-Sólo dilo Poché.-Me separé de la pared haciéndome camino hacia el sofá.

-Perfecto, quédate ahí.-Dijo-Tengo que buscarlo.

Sus pasos se alejaron de la sala rápidamente. Después de aquello: no pasaron más de diez segundos cuando escuché el chillido de la puerta.

-Quédate quieto, ¿si?-Fruncí el ceño al escuchar aquellas palabras.

- ¿Con quien hablas?.- Pregunté

-Con Leo.-Me dijo.-Feliz cumpleaños, Calle.-Tomó mi mano colocándola en algo que tenía pelo y era suave.

La quité rápidamente acomodándome en el sofá.-¿Es un...?

- Perro, sí.- Empecé a escuchar los jadeos de aquel animal. Pero no es uno cualquiera.-Yo seguía sin entender la situación.-Es un lazarillo. Me refiero a que es un...

-Perro guía. Dije finalmente.

-Sí, y es tan lindo. ¿Verdad "gordito"?-Poché sonaba demasiado emocionada, lo que hizo que me tragara aquel reproche que estaba a punto de darle, pero mis esfuerzos fueron sustituidos cuando mis palabras comenzaron a salir.

-¿Y por qué no me consultaste?-Dije levantando la voz.-¿¡No te dije que no necesito ayuda!? Suficiente tengo contigo y todavía quieres que soporte a un perro.-Al decir esas palabras me arrepentí, porque lo único que causé fue que Poché soltara un sollozo seguido de sus pasos rápidos saliendo de la casa.

Me senté en el sofá escuchando el gemido de aquel perro, casi como si estuviera en desacuerdo con lo que acababa de pasar.

La había hecho llorar y sentí como si mi corazón estuviera siendo estrujado.

...

Habían pasado horas. Apreté de nuevo el botón de aquel reloj que mencionaba la hora. "Once de la noche con veintiséis minutos.

Llevaba horas sentada en el sofá esperando a que volviera, me levanté tocando el brazo del sillón y buscando la pared cuando sentí a aquel peludo animal acercarse a mi pierna seguido de su puntiagudo hocico chocar con ellas.

Bajé mis manos sintiendo cómo depositaba la correa en ellas. Sonreí ante la acción y me arrodillé buscando acariciarlo un poco.

-Gracias-Dije levantándome y sintiendo como jalaba aquella correa evitando que chocara por las paredes. Conocía bien mi casa pero por alguna razón estaba dejando que el me guiara. Estaba a punto de entrar a la habitación cuando escuché la puerta abrirse.

-¿Poché?-Pregunté acercándome.

-Sólo vine por Leo. Iremos a casa de Abi para que puedas estar tranquila.- Dijo.-Perdón por arruinar las cosas siempre...

Me acerqué a ella avanzando a pasos lentos.-Poché...-Solté la correa por un momento.-No debi gritarte.-Comencé.-Lamento lastimarte siempre, yo...

-¿Y por qué lo sigues haciendo?-Empezó a levantar la voz.-¿Por qué no consigo agradarte ni un poco?

-¡Por qué no quiero agradarte!-Dije subiendo el volumen de mi voz. Esto estaba por convertirse en una discusión.

-¡¿Cuál es tu problema Calle?! Siempre que busco la manera de acercarme me alejas como si fuera una peste. ¡¿Qué quieres que haga para que pueda tener algo de cariño de tu parte o al menos algo de amabilidad?!

-No entiendes nada...

-¡Entonces explicame!

-¡No quiero que me quieras, sólo lo harás más difícil!

-¡Pero es que yo ya te quiero, Calle!

Al escuchar aquello bajé completamente mi defensiva. Todo lo que había hecho no había servido de nada. Todas las palabras horribles que le dije a Poché no habían evitado que generara sentimientos hacia mí.

-Sólo harás las cosas más difíciles...

-¿De qué hablas?

-¡De cuando te vayas y me quede en este maldito lugar completamente sola!-Dije por fin.

-¿Así que es eso?-Dijo tomando mi rostro entre sus manos mientras yo intentaba apartarlo.-No puedo creer que seas tan egoista.

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Jais bitches!

Como andan? Espero que bien.

Nos leemos luego, tomen awita, voten y comenten.

Pikos en sus colas!

Mi mejor coincidencia | Adaptación Caché | Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora