Calle Pov
Había pasado casi un mes, un mes en el que ya había aceptado que no me podría deshacer de Poché.
En el poco tiempo que había estado cuidándome la había conocido un poco más, tenía 25, casi 26, vivía con su mamá la cual tenía cáncer, tenía un perro y odiaba las aceitunas.
Podría decirse que comenzaba a acostumbrarme a comer lo que ella preparaba, era la mejor comida que había ingerido en 3 años.
Apenas era jueves, me encontraba en mi cama escuchando música en la radio. Por lo general la mantenía prendida para escuchar la hora. -"Son las 6 con 36 minutos".-Dijo el locutor. Supuse que Poché ya estaría en casa de Abi.
Sali de mi habitación palpando la pared para llegar al sofá, palpé el asiento y en vez de sentir el algodón senti la piel suave de Poché.
Dio un profundo suspiro por lo que deduje que estaba dormida; imaginé que estar al pendiente de la casa mientras yo me encerraba en mi habitación y viajar hasta acá era cansado. Caí en cuenta del lugar donde estaba mi mano, seguía en su mejilla. Subí mi mano y toqué algunos mechones de su cabello, los aparté y me alejé de ahí.
Iba a volver a mi habitación cuando el tono de un teléfono comenzó a sonar. Era el teléfono de casa que tenía colgado en la pared. Me dirigí a el. -¿Calle? No era la voz de Abi por lo que deduje que era Juli.
Ella habla.
-¿Está Poché contigo? Debió llegar hace rato y estoy preocupada, Dios no le habrá pasado algo...
Su voz era de preocupación, empezó a hablar rápidamente por lo que la corté.-Está conmigo, ella está durmiendo.
-Oh, ya veo...disculpa la molestia, en un momento voy a buscarla con Abi para no incomodarte.
-No.-No sabía de donde había salido eso.-Se puede quedar aquí, está muy dormida.
-Eh...está bien entonces.-Esperé a que colgara.-Muchas gracias, Calle.-Y colgó.
No me molestaba que se quedara aquí, tal vez antes no me habría parecido una buena idea pero había pasado un mes y me sentía algo desagradecida.
Me moví a mi habitación recostándome de nuevo en la cama, Cuando pasas mucho tiempo en la oscuridad aprendes ciertas cosas, agudizas tus sentidos sobrantes pero hay algo que nunca se va, y es la incertidumbre a lo que pueda pasar a tu alrededor.
Poché POV
Comencé a abrir mis ojos lentamente, todo estaba completamente a oscuras y no encontraba los interruptores de luz. Palpé la pared y caminé lentamente para evitar tropezar.
¡Mierda!-Dije cuando golpeé mi pie con la esquina de la mesa.
Iba a seguir buscando el interruptor cuando choqué con alguien dando
un grito de espanto.
-¿Pero qué haces?-Era Calle.
-Me asustaste.-Dije algo nerviosa.-Está oscuro y busco el interruptor de la luz.
Lo siguiente que sentí fue una de las manos de Calle en mi cintura, sintiendo como se acercó a mí por detrás.
-Bien.-Colocó ambas manos en mis hombros.-A la dirección en la que ibas habrías terminado chocando con el frigorífico.-Camina.
Me hizo avanzar empujándome amablemente por la oscuridad.
-Hm, pero no veo nad...
-Confía en mí, tengo mucha práctica.-Avanzamos a cortos pasos.-Alza la mano..
Empecé a palpar la pared moviéndola en todas las direcciones hasta que sentí unas formas cuadradas, era el interruptor. Lo encendi y volví a ver.
-Ya está.-Le dije a Calle. Notando que estaba muy cerca de mí.-Gracias aunque creo que debería irme, Juli estará preocupada.
Iba a tomar mis cosas cuando Calle hablo.-No te preocupes por eso.-La mire y su cabeza apuntaba al piso.-Le he dicho que te quedarías aquí hoy.
La miré confusa. La Calle de hace tres semanas que me había corrido casi a patadas me estaba dejando quedarme a dormir.
-Gracias...supongo. Por un momento pensé que me odiabas.-Sonreí, aunque ella no pudiera notarlo.
-No te odio, sólo me gusta mi espacio...
Me acerqué a ella lentamente, estoy segura de que escuchó mis pequeñas pisadas, ya que levantó la cabeza permitiéndome ver su rostro.
Tenía unas pequeñas cicatrices a los costados de sus ojos, me permiti ver sus facciones, tenía una mirada perdida y por un momento sentí ganas de abrazarla, sentía tanta empatía por ella y enojo por quien le hubiera causado tanto dolor.
Sabía que ella era como un café frio por la mañana la mayor parte del tiempo, pero cuando la miraba con su rostro tranquilo en cualquier dirección sentía algo diferente.
Traté de mirar sus ojos, pero mi vista era obstruida unos mechones rebeldes que caían sobre su rostro.
Alcé mi mano lentamente para apartarlos.-Tranquila.-Le dije en un susurro.
-¿Qué haces?-Su voz era más suave que la mayoría de las veces. -Sólo quiero ver tus ojos... No dijo nada y se mantuvo quieta.
Aparté aquellos cabellos de su frente dejándome ver aquellos ojos cafés. Sus pupilas se quedaron quietas, como si estuviera mirando a través de mi. En ese momento senti algo en mi pecho, dejé que mis manos hicieran un recorrido hasta sus mejillas hasta que Calle me tomó la mano.
Creo que fue suficiente. No sonaba molesta pero tampoco cómoda.
Crucé mis brazos.-Sí, perdón. Creo que debería hacer algo con tu cabello unos cortes te vendrían bien.-Sonreí.-Lo haré mañana pero...¿me podrías prestar la ducha? Necesito bañarme antes de dormir. -Sabes donde está y...-Caminó a su habitación.-Te daré una frazada.
Palpó los cajones buscándola.-Aquí.
Me pasó aquella frazada y busqué las cosas para ducharme. Al menos el sillón no era incómodo.
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Jais bitches!
Ya 100 votos shahagqywgwvwhw
Bueno raza esto es todo por hoy, tomen awita, hagan tarea y duerman!
Pikos en sus colas.
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Mi mejor coincidencia | Adaptación Caché | Terminada.
Fiksi PenggemarDaniela creía que después de haber perdido la vista todo a su alrededor seguiría siendo oscuridad, pero todo cambia tras la llegada de María José, una enfermera que le ayudará no sólo a hacer sus cosas de día a día sino que también le hará saber que...