Volumen 10: Capitulo 389

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-Anterior Capítulo-

Faulus lanzó el rayo contra el cuervo y tras ello perdió su aura.

Ya no lo sentía más.

[Mehmet] “¡Porque hiciste eso, Faulus!.”

Grita sorprendida.

[Faulus] “Lo siento por hacer eso repentinamente, pero alguien nos estaba observando.”

Menciona serio e inquieto.

[Mehmet] “¿¡Como es eso!?”

[Faulus] “Desde que llegue estaba sintiendo algo y pensé que no se trataba de nada, pero ahora pude verlo claramente y estaba en lo correcto, algo malo puede que ocurra en las siguientes horas.

“Mehmet, Refuerza la seguridad de todo el bosque y pon en alerta a tu hermano y a todos los demás.”

“Yo voy a avisar a su majestad y a preparar al acorazado para cualquier situación.”

[Mehmet] “¡Entendido!

Dijo con fuerza y seriedad.

Seguido de eso corrió hacia un lado del buque y se lanzó hacia abajo.

“Sera mejor que le avise a su majestad, no pienso cometer el mismo error de Blofebus.”

Sin embargo, cuando estaba a punto de hacerlo se vio abrumado al sentir un inmenso poder.

Estaba sorprendido.

Algo grande y totalmente raro de ver en este mundo donde no hay magia de alto nivel se dirigía hacia el bosque Toby.

-Nuevo Capítulo-

Momentos antes.

En algún lugar de oriente, se encontraban a simple vista cuatro personas debajo de un árbol.

Una de esas tres personas estaba parada de manera recta y casi perfecta con su altura alta observando hacia el frente.

En realidad no observaba, solo estaba ahí con los ojos cerrados y pensando o eso parecía.

Su aspecto irradiaba aires de nobleza y pura delicadez al igual que la ropa pegada que usaba.

Su cabello marrón corto estaba acomodado a la perfección.

No importa que sucediera, esta mujer conocida como la Apóstol del arco de la Santa Orden de Ref no parecía moverse por nada.

Esto impresionó a Fallen y Antoni que estaban detrás de ella.

Hacia rato que estaba quieta, tranquila y con los ojos cerrados apuntando a la cordillera.

Deseaban preguntarle lo que hacía, pero no querían molestarla.

Molestar a la famosa Lufasu podría causarles la muerte.

Ninguno de los dos tenia los huevos necesarios para llamarle la atención y por esta razón estuvieron más de treinta minutos observándola desde atrás.

Nada ocurría.

《¡Maldición, quien iba a pensar que nos visitarían tan seguido la Santa Orden.》

《Primero el chico ese y después estas dos mujeres que son más que peligrosas》

《Para colmó todo fue muy rápido. Días después de que mis subordinados se fueran con ese chico ellas llegaron a mi mansión y actuaron como si fueran las dueñas de todo el territorio, también mencionaron que estaban en el lugar por orden del Pontífice, así que no había forma de negarme a nada》

Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo Parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora