Volumen 10: Capitulo 414

141 17 1
                                    

-Anterior Capítulo-

“Te deseo todas las suertes del mundo”

“Voy a echarte de menos en el poco tiempo que te vas a ir”

“Sin embargo, espero tus noticias con respecto a los elfos pronto, querida hija”

“Yo y los gobernantes te bendecimos en tu viaje”

En el instante que dijo aquello, pequeñas partículas amarillas salieron del cuerpo de Yossu y en grandes cantidades se reunieron en los alrededores de Izet, quien inconscientemente las absorbió.

“¡Gracias por bendecirme!”

Estaba a punto de darse vuelta para irse, pero no pudo evitar querer abrazar a su padre. No se contuvo y lo hizo.

Corrió hacia el trono y pego un salto hasta llegar encima de el.

Valentina abrió muy grande sus ojos rosas de la sorpresa.

Diana simplemente se llevó la mano a la cabeza mientras soltaba una sonrisa un tanto triste.

“¡Para que mierda me obligan a seguir la etiqueta si la propia general ni se preocupa por cumplirlas!”

Mientras tanto, las demás sirvientas se reían de las quejas de Diana y se llenaban de ternura de ver a su rey con su hija disfrutando del pequeño momento.

Izet aprovecho la oportunidad y beso en la mejilla a su padre para poner fin esta vez si a su despedida.

Después se marchó de la misma forma en que los demás generales lo habían hecho.

Ya tenía todo preparado para su viaje, solo debía ir al barco y partir.

-Nuevo Capítulo-

En algún lugar de la basta e inmensa Teocracia de Ref, se encontraban seis personas sentadas a los alrededores de una mesa rectangular de un color marrón claro.

Un par de estas personas se encontraban del lado izquierdo y el otro par del lado opuesto.

Los otros dos yacían en las dos puntas de la mesa.

Los asientos parecían de madera simple, pero no eran tan así.

El único asiento que era diferente y mucho más llamativo a simple vista, era el del pontífice, cuya zona en la que estaba sentado era en el medio de la parte de arriba de la mesa rectangular.

La sala no era grande, era mediana y lo suficiente para que entraran ellos.

Detrás del asiento del pontífice había un balcón por donde entraban leves ráfagas de viento y se podía observar a la perfección el cielo celeste

Todos los presentes llevaban túnicas de color blanco con dorado. También tenían mitras en sus cabezas.

A diferencia de esos cardenales, el pontífice tenía una mitra más grande y túnicas más largas que se arrastraban por el suelo.

“¡Que bueno que las reuniones que hacemos sean siempre tan pacíficas y prósperas como siempre!”

Dice el cardenal joven que estaba en el lado opuesto de del pontífice con una expresión seria.

El pontífice y los cardenales lo miran con preocupación y suspiran.

“Es normal que tu zona siempre sea así de tranquila. Nunca ocurre nada. Tengo envidia de tu suerte por haberte tocado esa lugar”

“A diferencia de ti, tengo que lidiar día a día con guerras, el reino santo, brujas, Demi-humanos y un sinfín de idiotas que no aprenden que Ref es la única salvación y no saben dejar su maldito culo quieto en un solo lugar”

Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo Parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora