La peculiar pareja se encontraba ya en casa; y en vista de que el pequeño niño se encontraba un poco lejos, básicamente solo estaba la pareja.— Ellie, ¿si regresaras? — preguntó el rubio con nervios, el sabía que ella se lo había dicho pero, ¿y si se quería quedar un tiempo más ahí?
— si Mel, la verdad yo te extraño y extraño a todos allá — confesó la albina al rubio con unas pequeñas lágrimas en sus ojos, las cuales tapó con su largo cabello.
— Zeldris también te extraña —
— El siempre me dijo que era como la hermana que nunca tuvo — recordó la albina secando las pequeñas lágrimas que habían rodado por sus mejillas, reemplazándolas por una sonrisa brillante al recordar al pequeño azabache.
— nish, nish, nish, es verdad, siempre que tengo que arreglar algo con el salimos peleados y luego va a donde estoy yo y me grita " es que tú no me entiendes, si tan solo estuviera Ellie aquí ella si hubiera entendido" y se va. Ni siquiera me habla por los próximos 4 días — dijo ofendido el rubio recargándose en un tronco.
— Creo que tu hermano es más mío que tuyo — presumió la albina poniendo su mano en la cadera— si, creo que tienes razón — acepto, viendo el cielo azul— quisiera, poder darte más tiempo a ti y a Tristán, de verdad — confesó la albina acercándose más al rubio.
— Ellie — fue lo último que dijo antes de aprisionar los labios de la albina contra los suyos, saboreando ese sabor a fresas que la caracterizaba tanto solo a ella. El sin poder controlar sus manos fueron a parar a sus pequeñas caderas, acariciandolas dulcemente para luego pasar a su pecho y hay formando una abrazo tan fuerte que hizo flaquear a la albina para que le terminara sosteniéndola por completo.
Sus respiraciones se agüitaban más al paso del tiempo, así como sus cuerpos se calentaban, ¡Maldito sol que los observaba y le impedía amarse como ellos querían!, era pleno día y su hijo no estaba muy lejos, era arriesgado por lo que por petición de la conciencia decidieron bajar la intensidad, prometiéndose que se volvería a encontrar después de mucho tiempo y serían siendo uno mismo de nuevo.
Por otro lado, en la puerta de la casa de la albina se encontraba un pequeño niño de cabellos castaño y ojos avellana oscuros con una canasta que por su olor alarmó al pequeño niño que abrió la puerta con cuidado, no mostrando su cara— ¿Ho-hola? — dijo el pequeño castaño— Hola — respondió el albino abriendo la puerta por completo, pues por su voz no debía ser gran peligro— ¿están tus papás? — preguntó con inocencia— si, pero están dandole de comer a los caballos — explicó el pequeño albino saliendo un poco de su casa — ¿y tú? ¿Quien eres? —
— soy Mild — dijo alzando la mano al pequeño niño, el cual la aceptó gustoso, agitándola— Tristán!, un gusto — se presentó el albino.
— bueno, lo que venía a hacer es traer algunos panes para su familia, ¡así que ten!, de parte de la familia Bania te entrego este presente — entrego la canasta un poco caliente, por el contenido — Eso sería todo —
— Espera!, y-yo, no tengo amigos y me gustaría saber si ¿quieres ser mi amigo?, ¡Tal vez te puedas quedar a jugar! ¿Que piensas? — propuso el albino con emoción, si bien no era cierto que no tenía amigos, a estos los veía en escasos casos, sería bueno tener a alguien con quien jugar— Bueno, si, ¡si quiero!, pero primero necesito pedirle permiso a mis padres. . . —
— ¡yo te acompaño!, solo déjame pedir permiso! - dijo el albino con una sonrisa, adentrándose un poco al casa, lo que el consideró prudente para que sus padres lo pudieran oír — ¡Mamá! ¡Papá! ¡¿Puedo ir al pueblo!? ¡será rápido! — gritó el pequeño albino— ¡si mi amor!, ¡solo avisa cuando llegues mi vida!, ¡deja la puerta abierta! — respondió a lo lejos la albina.
— ¡vamos! — afirmó el albino, dejando la puerta entre abierta y saliendo de su casa junto a su ahora amigo.
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. . . Me disculpo si no redacte bien el beso, todavía no me adapto a este tipo de escenas. :) espero les haya gustado
Sin más que decir, Kaoru se va.
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꧁ La pueblerina perfecta ꧂ (pausada)
FanfictionElizabeth es una pueblerina de lo más común, tiene una buena estabilidad económica, no se mete el líos, es amable con todos, es sociable, en pocas palabras, sin duda Elizabeth era una pueblerina ejemplar y con nada que resaltar ¿no?. Sin embargo alg...