11.Mercado de Luz de Tally

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Sector Y-58
Crucero imperial Luz de Tally
11:00 AM

Tras pasar la inspección, el siguiente paso era buscar dónde aparcar. La lista de hangares, proyectada sobre la mesa de mando de la cabina solo de ese lado del crucero, parecía infinita. Sin importar cuánto bajaras, no llegaba al final. Maya, sin pararse a leer todas las opciones, organizó la lista por precio del estacionamiento antes de comenzar a revisar.

— No te molestes, todos los hangares tienen los mismos precios. — Mencionó Jhonny desde los altavoces de la cabina. — Los administradores seguramente hicieron un pacto o algo.

— Agh, estoy segura de que esto es ilegal...

—No tenemos derecho a quejarnos de que se salten las normas.

— Pero nosotros lo hacemos con gracia.

No tardaron mucho en rendirse y simplemente tomar el hangar más cercano a un mercado. Atravesaron el escudo, Jhonny se encargó de ajustar el motor de gravedad y dirigir a Bessy para estacionar de manera exitosa en una de las plataformas vacías. La plataforma, desde sus bordes, disparó chorros de espuma que cubrieron a Bessy, quitándole la radiación exterior y permitiendo que pudiera estar ahí de forma segura para todos. Tan pronto bajaron la rampa de la cubierta de Despliegue, Maya y Farru salieron con mochilas vacías bastante grandes en sus espaldas. Maya vestía con un abrigo grueso con la capucha puesta para pasar desapercibida, pero aun teniendo el collar de serpiente, estando en un lugar totalmente nuevo, Maya no estaba de humor para que la detuvieran cada dos pasos para pedirle cosas o algo peor. En la plataforma, los esperaba un robot asistente, con una pantalla por cabeza, de cuerpo blanco y alargado, con dos brazos y una única pierna que terminaba en una rueda que usaba para desplazarse.

— Bienvenidos al Hangar AC-24. ¡Soy su asistente Bex...

— Quiero registrar los datos y hacer una denuncia. —Se apresuró en decir Maya, cortando al molesto robot.

— ¡Por supuesto! — El pecho del robot se iluminó, dejando ver un teclado que se desplegó frente a la morena.

Mientras Maya ingresaba los datos en el robot, Farru se adelantó un par de pasos viendo los espacios donde estaban las otras naves aparcadas. Algunas estaban apenas aterrizando y otras iban saliendo. Bajo la mirada a los pasillos entre las plataformas para observar a las personas que caminaban por estas, había mucho movimiento en el lugar. Los cruceros imperiales se sostenían en parte gracias a toda esa afluencia de gente que iba y venía.

—Listo. — Maya le ordenó al robot que se fuera para después bajar por las escaleras hasta el pasillo y comenzar a caminar en dirección al mercado. Farru fue con ella. — Ya hice la denuncia y pagué el alquiler por un solo día de estacionamiento.

— ¿Le pediste al robot que repararan la na...? — Preguntó Farru.

— Bessy. — Corrigió Maya.

— Ok... ¿Pediste que arreglaran a Bessy mientras hacemos las compras?

— Claro que no. Me encargaré de ello por la tarde; no dejaré que toquen a Bessy mientras no estoy...

— Aparte que los ingenieros imperiales suelen hurgar más de la cuenta durante los mantenimientos; les dan un bonus si reportan algo sospechoso. —Mencionó Jhonny.

— Eso también, Jhonny. ¿Descargaste los mapas?

Los brazaletes vibraron por la notificación; al activar las pantallas, se abrió automáticamente el mapa del bloque donde estaban. Se fijaron en las dos pequeñas flechas que los representaban, las cuales se movían junto con ellos en el mapa holográfico. El mapa estaba lleno de anuncios promocionando los locales dentro del hangar; al pasar al área del mercado, los anuncios cambiaron, promocionando las ofertas. Al caminar, los anuncios cuadrados se acumulaban rápidamente y, en la esquina superior izquierda, salía la opción de comprar los mapas para quitar toda esa basura visual.

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