13. Solo es una pequeña laguna

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Vía láctea

Sector ? ?

Exo-Planeta ?

Plataforma de Comercio: Fin de la Galaxia

? :00 PM

Una nave de carga llegaba al estacionamiento tras cruzar el campo de fuerza de la plataforma. Al tomar un lugar, la rampa de salida se desplegó, dejando que docenas de trabajadores humanos bajaran, empujando en carretillas magnéticas docenas de cajas con productos para surtir a los comerciantes de la plataforma. Los trabajadores fueron en orden, unos junto a otros, para dividirse al pasar de las intersecciones y calles de la plataforma, entregando las mercancías. Sin embargo, hubo uno de los trabajadores que, tomando un atajo, se detuvo un momento junto a uno de los botes de basura en un callejón. Destapó la enorme caja que traía y comenzó a tomar las bolsas de basura dentro de este para llevarlas al contenedor de basura. Mientras lo hacía, rápidamente salieron dos personas de la caja, mientras no miraba. Estas dos personas salieron hasta la calle, quedando de pie en la acera. La más grande se agachó, quedando a la altura de su acompañante.

—Por fin llegamos... ¿Cómo te sientes? —Preguntó la mujer mientras le sacudía el polvo del pelo y la ropa.

—Me duele la espalda... —Dijo la niña.

—Sí, a mí también. Fue un viaje muy incómodo, pero bueno... ¡Fue gratis! Y eso es lo que importa. —Exclamó con una sonrisa, pasando a limpiarse a ella misma, pasando sus manos por su ropa.

—¡Mamá! ¡¿Por qué siempre tenemos que viajar así?! ¡Si papá tiene una nave!

—Tu papá... (.............)

Ella... ¿Qué había dicho? No importa... Solo es una pequeña laguna.

—Eso no existe...

—¿Segura?

—¡Sí!

—Hm... —La mujer sonrió derrotada, una vez más los conocimientos de la niña la sorprendían, era una niña muy lista.— Bueno, eso no importa, Maya... Démos un paseo, ¿sí?

— ¿¡Compraremos (....) !? —Los ojos de la pequeña Maya parecían iluminarse de repente al pensar tan siquiera en esa posibilidad.

—Sí... ¡Claro, si encontramos un puesto, te lo compraré!

—¡Eso dijiste la última vez...!

—Ya lo sé, cariño... Ya lo sé. —Dijo con desgano, mirando al suelo.

Tomando la mano de la niña, la mujer de cabello rizado y piel oscura, con un rostro que mostraba (...........) comenzó a caminar, trayendo a Maya consigo. La niña apenas le llegaba a la cintura al tener solo 6 años; caminaba dando pequeños saltos cada tanto, tratando de seguirle el paso a su madre. La mujer llevaba un overol amarillo, mientras que Maya un simple vestido azulado con zapatos a juego. Ambas humanas caminaban cerca de la pared, evitando acercarse demasiado al resto de transeúntes, que eran muy variados tanto en tamaño como en color y complexión. De entre tantos, apenas podía identificar a algunas especies como los Araknos, Amartanos y algunos humanos; las demás no las conocía. Apenas había uno que otro humano a la vista y la mayoría estaban trabajando junto a sus hijos pequeños, todos ellos vistiendo un overol amarillo y hablando con raros balbuceos.

—Jahslebxjkaablwiwkn

—lajqiebfv amalsomalalskb

—¿Mami dónde estamos...? Este lugar es extraño, hablan como papá en las noches...

Ola CosmicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora