𝕾𝖆𝖛𝖊 𝖒𝖊 | Los niños son como el cemento húmedo, todo lo que los toca deja una huella. (Haim G. Ginott)
Es una lástima que la huella que le han dejado a Rin no sea una que lo llene de alegría, pero aún así no será capaz de opacar su sonrisa...
...
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Dicen que los ojos son las ventanas del alma y ellos dicen todo lo que las palabras no logran expresar, pero los ojos de Rin siempre mantenían un brillo inigualable, el cual nunca mostraría el infierno en el que vivía y ni hablar de aquella radiante sonrisa que siempre le daba a todos.
『 Él único merecedor del Oscar a mejor actor
A veces eres muy molesto, lo sabes, ¿verdad?
『 ¡Por supuesto! Sino lo fuera, ¿cómo lograrías sobrevivir? 』
No sabía hace cuento tiempo, pero una extraña voz le hablaba de vez en cuando, a veces pensaba que era su conciencia, pero lo descartó de inmediato cuando esa voz se ofendió por ese pensamiento.
A penas la luz le pegó en los ojos comenzó con la misma rutina de todos días, lavarse, limpiar la casa y prepararles el desayuno a sus padres, en la espera de que le dejen algo para poder comer algo él también.
-Limpia todo y lárgate de una vez, esperamos que esta vez no vuelvas.
Con la mirada clavada en el suelo comenzó a limpiar todo, sin pronunciar ni una palabra para no llegar con nuevas heridas a la preparatoria.
Casi no tocaron su desayuno...
No entendía porqué si se esforzaba tanto en cada platillo que preparaba nunca lo apreciaban.
-¿Aún no terminas? ¿acaso no puedes hacer nada bien? - se encogió de hombros al escuchar la voz de su madre - Apresúrate y no vuelvas.
Con temor se apresuró a cumplir con la orden de la mujer, dejando como siempre, la casa brillante de limpia antes de salir de casa para ir a la escuela.
Nunca me decepcionas... hermosa estrella...
Pese a no tener muchos días buenos el poder ver, aunque sea un instante el sol brillar sobre su cabeza le traía un poco de alegría a su vida y, por alguna razón desconocida, también un poco de nostalgia.
Su mirada azulada viajó del cielo al asfalto al sentir algo acariciar su pierna, notando a un gatito con una cicatriz sobre su cabecita, un minino bastante tierno a sus ojos.
Rápidamente se agachó para tomarlo en brazos, notando que el animalito era muy dócil, dejándose cargar y acariciar por el chico, alegrándole aún más su día.
-¡¡¡Peke J!!!
Rin dio un saltito del susto notando a un chico correr hacia él apresurado.
-¿Qui... quieres agua? - preguntó extendiéndole la botella al notar que le costaba controlar su respiración por correr.
-Gracias...
Mi agua... Pensó al ver recibir la botella completamente vacía.
-De nada... - dijo con una sonrisa, intentando olvidar su agua perdida - ¿Puedo saber por qué corrías como si tu vida dependiera de ello?
-¡Por esa misma razón! Tienes a mi hijo en tus brazos.
『 Este chico es raro... pero tiene lindo cabello 』
-¿Te refieres... a este pequeño...?
-Exacto.
-Pues... te devuelvo a tu hijo... ¿tiene tus ojos?
La cara del contrario era todo un poema mientras tomaba al minino entre sus brazos.
-Si sabes que es un gato y yo humano, ¿verdad?
-¡Pues claro que lo sé! Solo creí que tú... - suspiró tras golpear su rostro con su palma - Olvídalo.
-Bueno, gracias por atraparlo y devolvérmelo, también por el agua, ten un buen día.
-No hay de qué, ten un lindo día tú también.
Tras esa extraña interacción continuó su camino a la preparatoria, donde se quedó a charlar unos minutos con el inspector junto al portón, un hombre bastante amable.
Siempre saludaba a los que trabajaban en la preparatoria, con varios incluso terminó teniendo una especie de amistad.
-¿No hay día en el que no sonrías, Rin-senpai?
Por segunda vez en el día terminó saltando del susto al no haber notado a su kohai a su lado hasta que le habló, quien se rio al ver su saltito del susto.
-¡No es gracioso Shiba! Te pondré un cascabel para que no me vuelvas a sorprender.
-Que rara forma de pedirme ser tu gatito, no creí que tuvieras esos guatos, Yuzuha te matará, ero-senpai.
-¡No lo decía con esa intención, mocoso pervertido!
Había conocido al chico gracias a Mitsuya y, para sorpresa del peli lila, se llevaron muy bien, también con la hermana del menor, aunque eso era obvio, no muchos podían resistirse al encanto de Rin.
》Además, ¿por qué no habría de sonreír? 《
-Porque hay días tristes o simplemente porque se te acalambra el rostro.
A menudo recibía esa pregunta, aunque nunca la respondía por no ser amigos y le incomodaba un poco.
-Pues... ¿es necesario tener una razón? - pero Hakkai era su amigo - Me gusta sonreír, además, es mejor afrontar las cosas con una sonrisa, aunque sea una mala.
Pese a no saber por completo el panorama de la vida personal del Shiba, pero tenía una leve idea al ver sus gestos, después de todo, nadie más que él sabía reconocer esas caras.
-Senpai... - detuvo su caminata para verlo a los ojos, ahora era más claro su sufrimiento - ¿Tú... eres feliz?
¿Feliz...?
¿En qué sentido lo preguntará?
-¡Por supuesto! ¿por qué no habría de serlo? Tengo padres que me aman... buenos amigos, lo tengo todo - dijo con una sonrisa, alejando sus malos recuerdos - ¿Y tú? ¿eres feliz, Hakkai?
-¡Claro! Yo también lo tengo todo - El Shiba puso la misma sonrisa que Rin cuando respondió a la pregunta, pero antes de preguntar fue interrumpido por el sonido de la campana - Voy a clases, nos vemos.
-Bye...
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➢ ¿Les gustó? Espero poder lograr que les gusten los cambios y voy a trabajar también de otra forma el romance de Rin (aunque apuntará a más o menos menos lo mismo que antes)
➢ Por cierto, ¡¡¡Tenemos TikTok!!! Aunque ni soy buena editando, pero haré un intento y subiré tal vez un poco del proceso de creación de los capítulos. Si les interesa ir elperfil es ayato_sakamaki395 (tal
vez haga perfiles en otras redes sociales con nombres de los demás hermanos Sakamakis 😋) ¡hasta la próxima!
