Humillar en público

659 71 2
                                    



El gato se enamoro tanto, que dio sus
Siete vidas
Por una sola con ella.















[Centro comercial de Tokio]








Había pasado años desde la última vez que hablo con su viejo amigo kenma, era increíble como dejaron de hablar desde que Tobio se  volvió oficialmente el novio de oikawa. Extrañaba mucho el tiempo que estos dos pasaban y aún que el peli negro en ese entonces kenma era algo reservado con él, Siempre lo concidero su "amigo".

Además del repentino cambio de cuidad del bajo, nunca se pudieron mantener en contacto. Aún que obviamente el sabía que estaba en una escuela muy prestigiosa "Toritsu Nekoma Kōkō" o "Nekoma", se enteró al ver algunos partidos en su tiempo libre.

Ahí estaba en los centros comerciales de Tokio buscando un regalo con su pequeño grupo de amigos. Unos días antes estuvo re buscando en su habitación, encontrando un viejo papel casi en las últimas de desgaste donde tenía un número y en la parte superior decía 'Kenma-san', estaban seguro que no era su número.

Dejando de lado las posibilidades que había de que kenma se cambió de número, marco a este aún que estaba algo borroso pero aún era leible, afortunadamente. Rezando para que no sea una persona random con el mismo número empezó a sonar.

¿Que?

Reconoció la voz, muy pero muy poco la reconoció. Le sorprendió bastante el hecho de que el otro aún tuviera ese número.

¿Hola, kenma -san?

Del otro lado se mantenía callado, estaba esperando respuestas. El otro, no hablo por varios segundos, procesando lo que estaba pasando.

Si, Kageyama—.

Desde hace unos días llevaban hablando nuevamente retomando su amistad, a Tobio siempre le agrado kenma aún que no se daba cuenta de los pequeños sentimientos que tuvo el bajo por él; Y que aún conserva, nadie podría olvidar una cara bonita como la de kageyama. Acordaron verse en Tokio y gracias a la hermana de Tanaka pudo llegar en el auto de esta a la ciudad. Se reunieron en uno de los mejores centros comerciales de Tokio.

Le estaba gustando mucho la salida a Tobio, estar un día sin oikawa, sin su supuesto alfa, solo tranquilidad y kenma a su lado. Aún que sabia que al alfa sorprendentemente kenma no le gustaba mucho salir o estar rodeado de mucha gente, acepto el de salir un rato con el Omega. De verdad se sentía feliz, hasta que unos cabellos castaños arruinaron su felicidad.

Del otro lado del pasillo pudo ver la silueta de oikawa comprando algo y a su lado estaba iwaizumi. ·¡¿Que mierda hace él en Tokio, justamente Hoy!?· Pensó estaba irritado, esperaba que sus feromonas no lo delataran.

—¿Te sientes bien, Kageyama?— Pregunto el semi-rubio al lado suyo mirándolo fijamente desde abajo.

Ah, si no se preocupe.— Intentando calmarse salió de la tienda con Kenma siguiéndolo detrás.



⩩⩩⩩⩩⩩





—Gracias por el helado —

—No es nada —

El aire fresco que desprendieron de los albores lo calmaron más de lo que ya estaba antes comiendo el helado de vainilla que había comprado Kenma para el Omega y otra de sandía para si mismo

Estaban ambos sentados en una banca en la parte de afuera del centro comercial, al lado de él kenma jugaba con su consola mientras el seguia maldiciendo al destino idiota por hacer que justamente ese día oikawa fuera a Tokio. Si el destino existe lo odiaba de verdad que lo hacía.

Y no estaba equivocado, delante de el paso el alfa con una sonrisa orgullosa, intento subirse lo más que pudo, pero fue más que reconocible antes los ojos marrón del más alto.

—¡Oh pero si es Tobio-chan!—

Su mundo se vino abajo, el simple hecho de ver la sombra del otro fue un como un yunque cayendo en su cabeza. Pero fue cuando el alfa más bajo alzó la cabeza al escuchar a castaño, frunciendo el ceño levemente. Un chasquido salió de sus labios, atrayendo la atención de Oikawa.

—Pero si es Kenma..—

El repudio era mutuo claro esta. Oikawa no soportaba a Kenma y Kenma no soportaba a oikawa, para nada. Eran como el agua y el aceite. Sus miradas chocaban como si se tratara de un aura perturbadora a su alrededor rededor y Kageyama era testigo de eso.

—En fin, No creí que cayeras tan bajo como para estar saliendo con alguien así, Tobio-chan—

El de cabello pintado frunció más el ceño, juntando fuerte sus colmillos que empezaban a salir del enojo, las feromonas de ambos alfas eran un infierno para tobio.

—Pero es que no te puedes dar el lujo de salir con gente mejor, después de todo, ¿Quien querría salir contigo?—

Aparto la mirada y se paró, enojado y al mismo tiempo triste, seguido de Kenma. El Omega se fue rápido de la escena, no quería hacer algo como el estaba haciendo de humillar lo enfrente de todos. Porque todos estaban escuchando.

El alfa teñido miro mal al castaño antes de pararse.

—Metete en tus asuntos, gatito —

Menciono el más alto antes de que el teñido se fuera detrás del que se suponía era SU Omega.

୨୧

























—49%

𝗩𝗜𝗢𝗟𝗘𝗡𝗧𝗢𝗠𝗘𝗧𝗥𝗢 › 𝐎𝐈𝐊𝐀𝐆𝐄 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora