𝗩𝗜𝗢𝗟𝗘𝗡𝗧𝗢𝗠𝗘𝗧𝗥𝗢 › 𝐎𝐈𝐊𝐀𝐆𝐄 ✓

𝗙𝗢𝗥𝗭𝗔𝗥 𝗔 𝗨𝗡𝗔 𝗥𝗘𝗟𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡 𝗦𝗘𝗫𝗨𝗔𝗟.

No hay excusas para quién
Tuvo mil oportunidades
de hacer las Cosas bien y decidió
Seguir haciéndolas mal.

[ O1 / O3 ]

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Le dolía, le dolía mucho su cuerpo, sus piernas, sus rodillas, su cadera, todo de él, le dolía como una navaja atravesando su interior, cómo mil espadas atravesando sus intestinos haciéndolo gritar en agonía, con lágrimas saliendo descontroladamente de sus ojos, que, antes fríos como la misma noche, ahora sensibles como un bebé recién nacido.

Su cabeza no podía procesar lo que acaba de sucederle, de lo cual no evitó ninguna acción, dejando que ese chico abusara de él, dejando ver su cuerpo desnudo ante él, sin apartarlo en ningún momento, dejando su "lujosa desnudez", cómo llamo él, al descubierto de ese hombre que consideraba confiable, de ese chico, aquel que alguna vez amor y que muy en el fondo todavía ama, de ese ser que parecía no tener ningún remordimiento por lo que acaba de hacer, lo que repetiría, una y otra y otra vez, hasta estar satisfecho.

Pero nunca estaría satisfecho, lo que lo hace aún más difícil para él.

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La lluvia chocaba con la ventana, haciendo un ruido pequeño cuando cada gota tocaba el cristal, Su celular estaba encendido en el chat de él y oikawa, mirando sus conversaciones antiguas (Que no había borrado) dándose cuenta de lo idiota que es y fué.

Sus sentimientos no podían ser cambiados, estaba vulnerable, ante cualquier comentario que le hiciera el castaño, su primo ya se había ido, ya no había nadie quien supiera como le estaba pasando, ya nadie a quien decirle, ya a nadie en quién confiar. Pensaba. Se paró de la cama, dirigiéndose a la cocina, tomo en sus manos un vaso de agua y un frasco de pastillas Anti estrés del gabinete y se bebió una, se tomó el vaso se agua, volviendo a la sala donde ahora se acostaría en el sofá. Lo hacía normalmente cuando no tenía ganas de subir a la parte de arriba, a su cuarto.

Al momento en el cual sus ojos fueron cerrados, de quedó profundamente dormido en un sueño tranquilo, sin tener que preocuparse por su al rededor. Tenía tiempo sin dormir tan despreocupado, tan tranquilo, tan.. feliz.

Aún que su felicidad no duró mucho.

Sintiendo unas manos tocar su torso de manera provocativa, sentía dichas manos sin Poder moverse, queriendo apartarlas de su cuerpo. Estaba teniendo pánico. Sus ojos se abrieron viendo al Alfa que antes amaba con todo su corazón, tocando sus muslos.

—Veo que te despertaste.

Las feromonas del castaño eran fuertes y agrias, le era difícil mantenerse cuerdo. El alfa estaba en celo. Quería tener sexo con Kageyama, esté intentó apartarlo pero la fuerza del castaño era más que la suya, retirando sus manos de él, amarrando sus manos con una tira de ropa que tenía.

—No te preocupes, Vas a disfrutar esto, tanto como Yo...

Empezó quitando la camisa de Kageyama, que solo movía sus piernas para quitarse a aquel alfa de encima, siendo abofeteado  por esta acción, gimió de dolor al sentir su cabello siendo jalado para atrás.

—Lo vamos a hacer, quieras o no.

Los labios de Oikawa de encontraron con los suyos, sintiendo como bailaban al copas. Las grandes manos de Oikawa exploraban su torso, masajeando su pecho masculino como si se una masa se tratara.

No estaba cuerdo, las feromonas ajenas le afectaban bastante. Su Omega quería, pero el no, al menos no tan pronto.

Gimió cuando la mano del castaño agarro su miembro, pasando la mano por debajo de la tela que tenía.

—Me encantas, me encanta lo lascivo que eres ahora mismo... Cómo una total perra

Ya no forcejeaba, las feromonas hicieron efecto en el y su sistema completo. Tobio miro a oikawa con lujuria, con la misma que lo miraba el otro. Mientras arqueaba la espalda al ser masturbado por el más alto.

Su parte aún conciente odiaba lo que estaba pasando.

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93%

[ Hay tres partes de esto, las siguientes y dos son de esto también. Si no les agrada no lean los siguientes capítulos, aún que de todas formas dejaré una advertencia. ]