30. Día de muertos. Familia Jiang

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ADVERTENCIA: Historia basada en cultura mexicana (del norte).

- Tío... tío... - Jiang Cheng volteó con su sobrino, quien sostenía un ramo de flores – Ten, faltan estas – Jiang Cheng asintió con la cabeza y sonrió. Metió las flores a la canasta, junto a las demás velas - ¿Qué más vamos a llevar? –

- Esto – señaló un par de pasteles de fresas, que se veían bastante ricos en el aparador – Son para tu mamá, a ella le encantaban los pasteles – la mujer que atendía el local le dio tres pasteles pequeños y Jiang Cheng puso uno de ellos en las manos de Jin Ling, quien comenzó a comer de inmediato con una sonrisa.

- Esto es para tu abuelo – le dijo, tomando una botella de refresco y un paquete de dulces de cajeta – A tu abuelo le gustaba llevarnos a mi hermano, mi hermana y a mí a comprarlos al mercado, después de comprar la lista del mandado –

- ¿La abuela no se enojaba? – Jiang Cheng sonrió y negó con la cabeza - ¿A ella qué le llevamos? –

- Su bebida favorita – Wanyin tomó también una botella de tequila de otro de los puestos y la pagó, para guardarla después en la canasta – Este lo probarás solo cuando seas mayor – Jin Ling siguió comiendo su pastel – Ahora vamos por algo para tú papá –

- ¿A él qué le vamos a llevar? –

- A tu papá le encantaba la sopa que hacía tu mamá... pero como ella no puede hacerla, la haremos tú y yo, ¿te gustaría, A-Ling? –

- ¡Sí! –

**********

- Tío... ¿por qué mamá no está? –

- Ella tenía que protegernos –

- ¿Y por qué me dejó solo? –

Jiang Cheng se quedó en silencio, los pétalos de cempasúchil permanecieron en sus manos y su visión se tornó triste. Wei Wuxian vio aquella expresión y estiró la oreja de Jin Ling.

- Niño malcriado... ¿nosotros no somos tu familia, A-Ling? – el niño, entristecido por la mirada de su tío Cheng, asintió – Ella no te dejó... ella tuvo que irse, pero te dejó con nosotros –

- ¿Por qué tuvo que irse? ¿Papá también tuvo que irse? –

- Los abuelos se fueron primero porque estaban cansados, y a donde van, van a descansar – explicó Wuxian, colocando la fotografía de su familia en el altar – Tu mamá y tu papá te querían proteger, así que ellos también se fueron a descansar –

- Cuando me vaya... ¿ellos estarán ahí? – Jiang Cheng se levantó y se fue de la habitación, las lágrimas ya corrían por su rostro.

- Sí, A-Ling, y como tu tío y yo somos más viejos... de seguro también te vamos a esperar cuando estés muy muy muy grande –

Jin Ling comenzó a sonreír poco a poco, entonces colocó el perrito de barro que tenían en el altar. Estaban allí las fotos de su papá, su mamá y sus abuelos. Le gustaba el altar, era muy bonito y colorido. Había mucha comida allí, también dulces y algunas cosas de su familia. Las agujas de su madre, la pluma de su abuelo, el balón de su padre y la pistola de su abuela.

- Tío Xian... ¿podemos ponerles más dulces? – 

DanmeiTober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora