18. Bosque encantado. Nie Mingjue x Wen Qing

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Nie Mingjue preparó su arco y tensó la cuerda con una flecha. Observó a través del arbusto a la que sería su presa. El cisne negro cuidaba debajo de su ala a otro cisne más joven. Pensó que era maravilloso, así podría matar al cisne grande y conservar al joven.

Apuntó, su precisión era incomparable. Pero un curioso humo carmesí rodeó de pronto a los cisnes. Mingjue observó impresionado como el cisne más grande se convertía en una mujer preciosa. Alta, de porte orgulloso, salió del agua. Un sencillo vestido negro cubría desde sus hombros hasta un poco debajo de las rodillas.

Era una mujer tan hermosa que sería suficiente para impresionarlo... pero ver que había surgido de un cisne solo le hacía sentir miedo. ¿Qué clase de criatura era esa? ¿Cómo es que podía surgir una bella mujer de una bella ave?

En su mente nunca pasó tomarla por bruja. Él había cazado brujas y la magia negra deformaba su cuerpo con cuernos, alas y colmillos demoníacos... pero esta mujer era hermosa. Tanto que no recordó cuidar su respiración.

- ¿Quién anda allí? – gritó ella, ocultando al niño que se había escondido detrás de ella – Te tomaré como enemigo si no me dices quien eres –

Ella miraba directamente a los arbustos y Nie Mingjue, embelesado por su belleza, se puso de pie, dejando el arco en su espalda. Ella sacó una daga, probablemente de entre las telas del vestido.

- Soy un cazador –

- Los de tu especie no son bienvenidos en este bosque – el rostro de la mujer poseía la belleza fría una tormenta - ¿Qué quieres? –

- Yo solo... solo... - levantó la daga, y Nie Mingjue supo que iba a lanzársela – Espera... no sabía que no éramos bienvenidos –

- ¿Cómo no lo sabes? – su voz era hermosa, tan suave y tan dura al mismo tiempo – Todos los del pueblo saben que el bosque está prohibido –

- Soy un cazador nómada – explicó él, entonces, con una sonrisa pretenciosa, bajó su arco y lo puso frente a él, para después levantar sus manos en señal de paz – Lo lamento... no les haré daño –

- Si es así, entonces vete ya –

- No – la dama alzó una ceja, esperando una respuesta – Tú sabes que soy Cazador... ¿Quién eres tú? –

- Yo soy Cisne – respondió ella, revelando una sonrisa malvada, reflejando que no había ingenuidad en ella – Si preguntas por mi nombre... entonces dame el tuyo primero – el niño la jaló del vestido – Está bien, A-Ning, Jiejie se encargará de todo –

- Soy Nie Mingjue –

- Soy Wen Qing –

Nie Mingjue asintió y tomó de nuevo su arco para guardarlo en la espalda. Caminó con seguridad fuera del bosque y, en lugar de pedir una habitación en la posada del pueblo, se quedó a orillas del bosque para acampar ahí.

Y lo que Nie Mingjue no sabía, es que el Cisne negro tenía un ritual de cortejo muy peculiar, donde uno debe entregar lo que lo hace peligroso... debe verse vulnerable... y entonces significaría estar dispuesto a entregarse por completo.

El cisne negro apareció al día siguiente.

DanmeiTober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora