14 de Agosto de 2022
Seguimos como en una montaña rusa. Cuatro mensajes cruzados con puntos de vista diferentes y te ofuscas. Aquella noche, te lo juro, no entendía cómo te podías haber enfadado tanto y aun hoy no lo comprendo; pero temo sacar el tema y volver a descender a los abismos. Y sé que es un tema pendiente que tenemos que tratar, pero no sé hasta que punto podremos hacerlo solos. Sé que esa noche te hostigué para que bajaras y habláramos aunque me habías dicho varias veces que era mejor dejarlo para otro momento, ambos más calmados. Pero no escuché, no sabía hasta qué punto yo necesitaba guerra ¿nos puede afectar tanto la luna llena?.
Hay algo a lo que no dejo de darle vueltas: ante tu negativa a bajar y hablar te dije que eras un cobarde (ups) y que me estabas demostrando que no te importaba nada ni yo ni luchar por la relación. Escuchando de nuevo algunos audios noto que estaba bastante alterada, y que te pude alterar más a ti. Pero al final bajaste, ¿eso significa que sí te importo? ¿Significaba que ibas a luchar por la relación?. Fue un momento bastante agridulce, tenía esos interrogantes en la cabeza, pero dijiste que se acababa todo; que no dabas más, que no volvías conmigo precisamente por estas historias (y por mi madre). Tus palabras de aquella noche me atravesaron como puñales que siguen dentro, como tantos otros ¿aun hay espacio para que me claves mas? Por lo menos resolviste un interrogante: hicimos el amor esos dos días porque me echabas de menos, para luego recordar los malos momentos y dar media vuelta, decidir que no merece la pena. También me dijiste que si en 10 años de relación me trataste así y fue "tan mala", ahora sería peor, porque ya no eres capaz de sentir ni la mitad de lo que sentías por mí. Supongo que eso significa que ya no me amas, ¿no? (Quizás sólo estamos aprendiendo a amarnos de una forma más sana, más madura, ilusiones de una tonta perdida seguramente). Lo que me resulta muy confuso, porque te dije que había pedido el traslado, que seguramente me mandaran a Bilbao, Barcelona o Valencia, para alejarme de ti y salir definitivamente de tu vida y en algún momento me contestaste que no era necesario, que ya pelearías con tu hermano para darme el tiempo que necesitara: 3 meses, 6 ó 3 años...
El puñal que más me dolió de esa noche fue cuando me dijiste que era mejor "llevarnos bien por los niños" y que si el sábado podías pasar a verlos. Creo que pudiste ver cómo se me abría el pecho en dos, aunque es algo que llevaba esperando desde que comenzamos a hablar de intentarlo. Aunque intentarlo a medio gas tampoco es intentarlo... Se me desgarró todo por dentro cuando te vi irte sin volver a mirar atrás, por lo que me sorprendió aun más cuando escasos un minuto después me escribiste preguntándome si estaba contenta, ya que se había terminado todo pero, ¿cómo se puede acabar algo que nunca había empezado?
En estos últimos meses no sé las veces que me he dormido llorando, sintiendo el alma en pedazos, desesperada por echar el tiempo atrás y no joderlo como lo hice. Nunca me he arrepentido de nada, no sabía cómo era ese sentimiento y, sin embargo, llevo casi un año yendo de la mano con él. ¿Cómo se puede perder tanto una persona?
Seguimos hablando unos minutos más hasta que te despediste. Creo que nunca, nunca, nunca me habías dicho "adiós".
Esa noche me enseñaste una gran lección: aprendí que no es bueno azuzar a alguien hasta que estalla, por mucho que crea que se va a arreglar algo... y que a mí también se me tiene que dejar en frío. Y justo lo habíamos hablado hacía dos días en la piscina. Pero es como te dije al día siguiente, cuando te pedí perdón: el miedo nos ciega y en una situación tan complicada como ésta no se sabe bien cómo actuar. En ese sentido eres mucho más sabio que yo y sabes reconocer cuándo no es un buen momento. Yo, sin embargo, me cegué, tenía que ser en ese momento, tenía que verte... Si pudieras hacerte una idea de cuánto te extraño, cuánto necesito qeu vuelvas, que volvamos a ser lo que éramos, pero mejor.
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Perdidos
Non-FictionEsto no es una historia al uso, simplemente es una especie de diario donde poder contar la vorágine de mi historia de amor, o más bien desamor o de como quiera que termine... Desconozco si escribiré mucho o poco, pero he descubierto que escribiendo...