22 de Agosto

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14:30 horas

¿Qué te digo? ¿Qué puedo contarte?


Llevo varios días mal, encerrada en mi coraza. Sí, ha vuelto el muro. He conseguido construirlo. No es muy resistente, aun me dueles cuando me escribes, pero he conseguido no escribirte yo, no preocuparme por cómo estás, cuándo te veré, qué haces. He llegado a un punto que. aunque no me da igual, consigo resistirme.

El otro día me decías que notabas algo, ¿en serio? Cómo no notarlo, no te escribo; sólo me limito a contestarte, y no inmediatamente, sino cuando puedo, sin buscar el hueco en el trabajo. A veces incluso consigo olvidarlo.

La otra noche salí varias horas más tarde del trabajo y te escribí en el ese momento, no recuerdo bien lo que te dije a parte de que había perdido el tren. Creo que tardaste segundos en llamarme, estaba tan cansada después de 18 horas de trabajo que tengo hasta lagunas en la memoria. Pero sí recuerdo que no podía coger un cabify en la puerta de Sol... y te dije que me iba a la carrera de San Jerónimo,... pero iba hablando contigo y no vi el final, terminé en Atocha. No recuerdo, por más que lo intente, por qué dejé de hablar contigo. Sólo recuerdo que me escribiste un whatsapp (vuelvo a repetir, ¿en qué momento colgamos?) diciéndome que me iba a llamar alguien y que lo cogiera. Era tu amigo Y, que estaba justo, justo donde yo estaba (¿casualidad?) y que me llevaba a casa. Cancelé el cabify que había pedido y me subí al de Y, también estaba su novia. Y no pude evitar decirlo: -"¿puedo hacerte preguntas de Fliktro?"

Intento que no me importe, que no estés en mi mente, olvidarte, pero eres como un jodido imán.

PerdidosWhere stories live. Discover now