12:30 h
Llevo intento quedar contigo para hablar de los malentendidos de la otra noche una hora... Ayer apenas me hablaste por la tarde, un par de mensajes, supongo que estabas demasiado ocupado para acordarte de mí o de tus hijos.
Hoy, cuando me has dicho que sí, que quedamos y hablamos ya se ha empezado a liar todo: si es hoy esta noche porque te acabas de ir con tus amigos y volverás tarde (otro puñal más que me atraviesa) o sino mañana. Te contesto que cuando prefieras, que sólo tú sabes lo que quieres luchar por esto... y ya me dices que lo deje. Ya te has enfadado, ya se va todo a la mierda porque no te gusta lo que he dicho. Pero no cuentas con lo que a mí no me gusta. Me dejas las migas de tu tiempo; vale que ya no soy una prioridad pero tampoco merezco tan poco. O por lo menos es la sensación con la que me dejas.
Me contestas que es por el desprecio con que te lo he dicho... y te acabo de contestar que desprecio ninguno, simplemente que me parte el alma ver lo poco que te importo. No entiendo por qué siempre estás a la defensiva conmigo... ni siquiera te he preguntado si es verdad que te vas con tu mejor amigo, cuando la duda que me carcome por dentro es si no estarás con otra persona en casa, ya que tu hermano se ha ido de vacaciones y la tienes para ti solo. Intento controlar mis pensamientos, pero a veces estos son demasiado rápidos, y atacan a mis mayores debilidades.
Supongo que es verdad lo que dicen y que no tenemos solución, tú te vas todo el día por ahí cuando dices que no tienes dinero; haces planes con todos antes que conmigo; no me cuentas nada hasta que te pregunto... la indiferencia con la que me tratas duele mucho más que el rechazo directo, me dejas en una especia de limbo, el el filo de una espada y no sé hacia qué lado caeré... quizás sería mejor que me atravesaras con ella de una vez y para siempre, para tener alguna oportunidad de intentar sanar.
Me acabas de decir que lo que más te revienta es que has quedado casi todos los días libres conmigo, pero por una vez las cuentas te han salido mal, lo voy a escribir aquí porque sé que tarde o temprano lo voy a necesitar:
- El domingo te quedaste a dormir, luego fuimos a desayunar, al trastero, a hablar con tu hermano, hicimos la compra para el día siguiente, fuimos a comer por ahí, estuvimos un rato en caso y luego llevamos a los niños a ver a sus tíos. Volvimos a casa a hacer la cena, queríamos probar un plato nuevo. Me hiciste súper feliz cuando planeaste todo el día conmigo, me llenaste de esperanzas, porque me estabas demostrando que querías estar a mi lado
- El martes fuimos con los niños a la piscina, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Si bien es cierto que a veces te notaba bastante distante, no podía pedir mucho más.
- El miércoles trabajaste de mañana y por la tarde quedaste con un amigo.
- El jueves quedaste con tus compañeros de trabajo y trabajaste de tarde y por la noche es cuando discutimos.
- El viernes cruzamos algunos mensajes pidiéndonos perdón por la discusión y ya está.
- El sábado pasamos un día bastante bueno, primero en el centro comercial con los niños y luego en casa probando el hidromiel. Volviste a engordar mis esperanzas de que iba bien lo nuestro.
- Ayer domingo me escribiste para salir un rato con los niños por la mañana. Me encantó que lo hicieras, pero no podía dejar de tener la sensación que si habías quedado conmigo era porque no tenías otros planes. Por la tarde se supone que tenías que ayudar a tu hermano a cargar el coche, pero apenas me contestaste a un mensaje; y ahí es donde se nota el interés hacia una persona. O el desinterés más bien.
Lo habíamos hablado el otro día, te comenté cómo me sentía. Me reprochabas que yo quería verte los 7 días de la semana, obviamente así es, te quiero y necesito verte. Pero también te dije que entendía que hicieras tus planes con otras personas, pero que si de verdad quieres verme, si de verdad te importara, intentarías que nos viéramos aunque fueran 10 minutos, no en vano vivimos a dos manzanas.
Lo que más me duele de todo esto es que no lo ves, te pones a la defensiva en cuanto te digo cómo me siento; si yo te tratara como tú lo haces, ¿cómo te sentirías? Me decías el otro día que ibas a empezar a demostrarlo con hechos, pero ya dudo de lo que quieres demostrar. Porque te digo que me destroza el alma el desinterés con el que me tratas a veces, que no aguanto más esta situación, que te cabreas cuando te digo cómo me siento... y lo que ves es que te ataco. Deberías ver las lágrimas que corren por mis mejillas para darte cuenta que no es un ataque, es un grito de angustia desesperado porque te aclares. Luego me dices que apagas el móvil... y sin embargo puedo verte "en línea", porque sí, tengo abierta nuestra conversación, intentado ver la mejor manera de decirte todo lo que llevo dentro, sin que te enfades, sólo para que comprendas, e ilusamente, para que decidas volver...
Ojalá pudiera pedir el traslado hoy mismo, pero no tengo dinero suficiente y este mes gasté demasiado quedando contigo... pero en cuanto vuelva de las vacaciones miraré con personal dónde pueden trasladarme, algún sitio que los alquileres sean asequibles, donde poder criar a los niños y poder olvidarte. Intentar sanar las heridas, y me gustaría decir que enamorarme... pero sé que no podré, tu eres el amor de mi vida y no voy a poder tener con nadie lo que un día tuvimos nosotros. Y me dan igual todas esas frases de autoayuda que saltan en facebook, o que la gente me diga que sí te voy a olvidar y a encontrar a alguien mejor... No sabes cómo me joden que opinen de todo sin saber de nada; que se metan en la intimidad de la gente, avasallando con sus sentimientos para creerse útiles dando una opinión que va a hacer más mal que bien. Pero si algunos que nos conocen de siempre, que les hemos contado toda o casi toda la historia y aún así no pueden decir nada... porque aunque pensemos que hemos dicho todo no es así, callamos detalles que no queremos que nadie sepa, obviamos sentimientos, ignoramos acciones y magnificamos otras... Por lo tanto, nadie más que nosotros sabemos lo que hubo, lo que pasó... y me atrevo a decir que ni siquiera nosotros lo sabemos, porque de ser así no nos encontraríamos en esta situación. Y esta frase sí que me gustó: no confíes en todo lo que ves, porque incluso la sal parece azúcar.
Al parecer esta noche sí que vamos a quedar para hablar, ¿qué te hizo cambiar de opinión? Espero que hoy lo pases bien, y que vengas con la mente abierta, porque incluso escribí algunas preguntas que necesitan respuesta, porque cada vez que hemos dicho de poner las cartas sobre la mesa terminamos hablando del pasado, tú reprochando y yo defendiéndome... dejando todo por hablar y nada sin resolver. Y necesito que hablemos del presente y del futuro. De lo que quieres; de lo que quiero; si es lo mismo, de cómo vamos a conseguirlo. Quiero hacerte entender cómo me haces sentir y que seas sincero conmigo. Sobre todo eso, que seas sincero y me digas si me quieres, si quieres una vida conmigo...
21:56h
Se supone que hemos quedado en un rato pero todavía no sé nada de ti; y no puedo evitar pensar dónde habrás estado y con quién.
Además hoy cerré otro de mis famosos ciclos. Llevaba todas las vacaciones diciéndote de ir al hotel donde trabajo para que lo conocieran los niños y tomar algo por el centro... pero nunca terminamos de cerrar ese plan, así que me fui esta tarde con ellos. Se lo pasaron genial, tenían la misma cara de asombro que tú cuando fuiste. Pero no pude evitar sentir que faltabas tú, justo en la mesa que había elegido los niños estaba la silla vacía... esa imagen se me ha quedado grabado, mal que me pese... Y cierro ciclo porque el 14 de noviembre, el día que deberíamos haber celebrado nuestro aniversario, yo me fui con los niños a que conocieran mi anterior trabajo, justo en frente de donde trabajo ahora. Recuerdo que querías venir y que te dije que necesitaba ese rato con los niños. No me siento orgullosa de ello, como te he dicho muchas veces esos meses estaba completamente perdida, no me reconocía ni yo misma. Aunque verdad necesitaba ese momento a solas con los niños.
Y bueno llevo un rato pensando qué te diré, cómo comenzaré la conversación. Y eso que he escrito algunas cosas que tenemos pendientes, ¿podrás contestarlo todo? Lo que más temo es saber la respuesta, ya me dijiste has dicho varias veces que quieres intentarlo, pero que no puedes ir al 100%; o que mientras esté mi madre no vas a volver... la verdad que todo me suena a excusa de mal perdedor. A veces pienso que lo único que estás haciendo es pasar el tiempo, a la espera de algo mejor.
¿Sabes esa sensación, cuando te enteras de algo y te entra calor por todo el cuerpo, y no puedes pensar bien y sientes que te falta el aire? Así me siento yo muchas veces a lo largo de este mes... Y creo que, aunque no hice las cosas bien, nunca te mentí, nunca te traté como tú lo haces... y ya no puedo más.
Tengo miedo de la conversación de esta noche, porque creo que ya sé el final.
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Perdidos
Non-FictionEsto no es una historia al uso, simplemente es una especie de diario donde poder contar la vorágine de mi historia de amor, o más bien desamor o de como quiera que termine... Desconozco si escribiré mucho o poco, pero he descubierto que escribiendo...